Javier de la Rosa, el retorno: Pone en jaque a Pujol y al Emérito con su autobiografía

El empresario español que más charcos judiciales mediáticos ha pisado está de vuelta.  Javier de la Rosa  cumplirá 77 años el próximo 29 de septiembre. Y lo celebrará continuando la preparación de una autobiografía que va a dar mucho que hablar. 

El que fuera 'perejil de todas las salsas' a inicios de los 90 quiere ajustar cuentas. Y contar su verdad sobre los casos que le llevaron a prisión: el Tibidabo, el Torras y el KIO. En el libro, en principio, no habrá capítulo para su padre, Antonio de la Rosa. El también empresario estuvo huido de la justicia más de dos décadas tras protagonizar un caso de corrupción. 

Figura clave del 'pujolismo'

Javier de la Rosa fue íntimo de Jordi Pujol y Juan Carlos de Borbón. Y tuvo una interlocución privilegiada con el Partido Popular de José María Aznar. En 2016 su nombre apareció en los 'Papeles de Panamá'. En los últimos tiempos su nombre volvió a saltar a los papeles por su implicación en la 'Operación Cataluña'. 

Francisco Javier de la Rosa Martí (Barcelona, 1947) estudió Derecho en la Universidad de Barcelona y máster en Dirección de Empresas por la IESE. Con apenas 24 años comenzó una meteórica carrera como  banquero. Comenzó en el Banco Pastor, de ahí pasó al Banco Urquijo. Después  dirigió Banesto en Cataluña hasta que esta entidad de crédito tuvo un desfalco de 600 millones de euros, allá por 1986. 

Para entonces se había convertido en uno de los empresarios favoritos del 'pujolismo'. Y también del PP de Aznar, ya que declaró en sede judicial que donó al partido 120.000 euros en 1991. El 'pequeño Nicolás' le grabaría una conversación en 2016 en la que reconocía que los 'populares' no eran el único partido en el que el empresariado se dejaba el dinero. 

Según sus palabras, Banesto, Banco Central KIO, ACS o FCC, pagaban fuertes sumas a Convergència, liderada por Jordi Pujol. El president, también según su testimonio, recibió de su mano más de 36 millones de euros entre 1980 y 1995.

"Le llevaba por la noche el dinero en efectivo a su despacho. Que lo bajaba por la puerta de atrás, como pone en el informe, por una escalerilla al coche. Y le metía los cheques en los bolsillos, delante de Maciá Alavedra (hombre fuerte de las finanzas de Convergència). Cientos y cientos y cientos. Hasta sumar 1.400 millones de pesetas para él personalmente, al margen de otros 4.500 más para Convèrgencia", le contó a Francisco Nicolás. 

A Pujol decía que lo tenía "superpillado". Y a nadie le extrañó porque los dos de los hijos del empresario, Javier de la Rosa Misol y Gabriela de la Rosa Misol, fueron imputados junto a Oleguer Pujol. ¿El motivo? Recibir 11,5 millones de euros procedentes de una operación de compraventa de oficinas del Santander. 

Política

"Del Partido Popular se llevaban el dinero Aznar y Rato de aquí, de la sucursal del Seguribank. Y me hicieron hacer vídeos de esos… porque no se lo creían. Iban a las ocho y media de la mañana Rato, su hermano y Aznar, a coger maletas con efectivo", le contó al 'pequeño Nicolás'. "Igual Rato que Felipe González a través de (Enrique) Sarasola…", apostilló. 

De la Rosa también asegura que su examigo Juan Carlos de Borbón pescó grandes paquetes de acciones. Según él, lo habría hecho durante las privatizaciones de Endesa, Ence, Abengoa, Telefónica y Repsol.

Negocio, protección y venganza: Operación Cataluña

La estrella de De la Rosa se apagó a mediados de los 90, pero volvió con fuerza en los últimos años tras haber sido protagonista de la 'Operación Cataluña'. El Ministerio del Interior, en tiempos de Jorge Fernández Díaz, activó la guerra sucia contra el nacionalismo catalán por temor a su salto al independentismo. 

De la Rosa fue grabado por José Manuel Villarejo cuando se ofrecía a tirar de la manta. La revista catalana El Món asegura que el empresario buscaba venganza. Y también protección para el patrimonio de su mujer y dinero. Es por ello que pidió 20 millones de euros, con 250.0000 de adelanto, y el excomisario le ofreció nueve. Aunque Villarejo, tal y como se evidencia, nunca pareció creer que aportaría pruebas. 

"Si me dais 250.000 euros me pongo a vuestra disposición las 24 horas del día", le dijo.  "Me interesa esta colaboración para cobrar y pagar cuatro o cinco cuentas pendientes", añadió. 

Punto de inflexión en 2012

En noviembre de 2012, poco antes del triunfo de Artur Mas en las autonómicas catalanas, Villarejo se vio con De la Rosa. Así lo vivió el empresario, tal y como contó el pasado año a la emisora radiofónica catalana RAC1. 

"Villarejo se me presentó como abogado, con el nombre de Gómez-Villar. Y me dijo que había una serie de empresarios importantes que hacían obras en Catalunya (o hacían servicios). Y que estaban hartos del porcentaje que les hacía pagar la Generalitat o Convergència o quien fuera. Porque la habían subido de un 3% a un 7%", aseguró. 

"A mí me pareció muy exagerado, y me dijo que quería enseñarme unos papeles. Me sacó un haz de apertura de cuentas, de saldos en cuentas, de operaciones bancarias. Iba todo dirigido a la familia Pujol y Artur Mas", añadió. 

De la Rosa se puso entonces con el alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trias. Le conté todos los detalles. Él iba tomando notas y, después, me dijo que se iba directo a casa de Pujol y de Mas a contárselo todo. Le pregunté si quería que nos siguiéramos viendo y me dijo que sí. Le propuse, para no ir yo al Ayuntamiento, que fuera un amigo común nuestro: Macià Alavedra", aseguró.

"El martes le envié un WhatsApp a Trias diciéndole si me encontraba con ellos, y me respondió que no, porque me dijo que les había traicionado con el PP y con la policía . Me quedé helado", añadió sobre su ruptura definitiva con Convergència. Es público y notorio que para entonces sus relaciones con el pujolismo estaban deterioradas porque en el partido le dejaron fuera del negocio que luego fue PortAventura. 

Silencio mediático

El libro romperá el silencio mediático que guarda De la Rosa, que en octubre de 2023 fue noticia por un incidente en la iglesia de Cadaqués. El empresario, convertido en 'azote del procés', reprendió en público al cura Jaume Angelet por posicionarse a favor de la amnistía. 

Otra visitante habitual de esta localidad gerundense, Pilar Rahola, tildó al empresario de "indecente". Y éste guardó de nuevo silencio. Veremos por cuanto tiempo.