El 'guerrismo' se convierte en la facción conservadora del PSOE
Alfonso Guerra ha cargado contra la 'Ley Celaá', ha censurado el acuerdo entre el Gobierno de España y Bildu.
El PSOE arrasaba en las urnas de los años ochenta gracias al efectivo tándem que formaban Felipe González, carismático y centrista, y Alfonso Guerra, vehemente, estratega y más ortodoxo ideológicamente que su compañero.
Aquel dúo se rompió a principios de los noventa por la dimisión de Alfonso Guerra tras destaparse que su hermano Juan regentaba un despacho en dependencias gubernamentales en las que se dedicaba, según decían los medios, al 'tráfico de influencias'. Cierto es que este extremo nunca se probó.
Pero Guerra cayó de la primera línea de fuego pero... sin dejar la política. Y es que el histórico dirigente sevillano siguió coordinando la menguante corriente 'guerrista', que ayudaría a ganar las primarias a José Luis Rodríguez Zapatero contra José Bono, y se mantendría en su escaño por Sevilla hasta 2015.
La nueva vida de Guerra
Alfonso Guerra puede presumir de ser uno de los pocos miembros emblemáticos de los gobiernos de Felipe González que no ha apostado por postularse como candidato ante las conocidas 'puertas giratorias'. El exvicepresidente prefirió alargar con generosidad su presencia en el Congreso antes de centrarse únicamente en sus tareas como presidente de la Fundación Pablo Iglesias.
Pero su 'jubilación' dorada en esta institución ligada al PSOE y dedicada a divulgar el pensamiento socialista, duró apenas dos años y medio. Y es que Pedro Sánchez, tras ganar las primarias socialistas a Susana Díaz, dio un golpe encima de la mesa y humilló en público a uno de los principales apoyos de su rival, Alfonso Guerra, que perdió la presidencia de una fundación constituida en 1926.
Aquel puesto pasó a manos del exguerrista José Félix Tezanos, hoy presidente del CIS, y Guerra rechazó la presidencia de honor de la entidad, que le ofreció Pedro Sánchez como premio de consolación para que no se marchase por la puerta de atrás tras dos décadas de mandato.
Guerra contra Sánchez
Guerra ha calificado el pacto presupuestario entre el Gobierno de España y EH Bildu de "absolutamente despreciable. Hay muchos españoles y muchos socialistas con un nudo en la garganta. Tienen un grito que no sale, pero que están deseando gritarlo: ¡Con Bildu no, con Bildu no!".
El exvicepresidente afirmó que "Pablo Iglesias está diciendo que Bildu se ha incorporado a la dirección del Estado y al mismo tiempo, Otegi, condenado por terrorista, dice que van a Madrid a destruir el régimen del 78".
Alfonso Guerra prefiere como presidente a un miembro del Partido Popular que a Pedro Sánchez
En declaraciones a TVE, Guerra llega a dejar claro que prefiere como huésped de La Moncloa a un miembro del PP que al propio Sánchez: "En la moción de censura de 2018, el señor Rajoy en vez de ir a un bar a tomar copas, tenía que haber dimitido. Dijeron: si dimite retiramos la moción. Hubiese sido presidente otro de su Gobierno y España se habría ahorrado muchos disgustos".
Pedro Sánchez hizo oídos sordos a este tipo de comentarios mientras que Adriana Lastra era que marcaba el terreno a sus compañeros más molestos: "Somos una nueva generación y ahora nos toca a nosotros".
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