La guerra sindical en el sector textil golpea a Inditex
UGT pretende apartar de la negociación del convenio del sector al sindicato, señalado por favorecer a grandes empresas
En el sector del textil, como en el de la distribución alimentaria o de los grandes almacenes, siempre ha habido denuncias porque presuntamente gigantes como El Corte Inglés o Inditex han promovido el sindicalismo amarillo, que es el que antepone la defensa de los intereses de las compañías sobre el de los trabajadores.
Este tipo de acusaciones llevan décadas persiguiendo a Fetico, que ha mostrado su enfado después de la intentona de la UGT de echarles de la negociación del convenio del sector textil que afectará a más de 150.000 trabajadoras y trabajadores.
En un primer momento fue excluida por su presunta falta de representatividad en el sector por decisión conjunta de la nueva patronal textil ARTE y de los sindicatos CCOO, UGT, CIG, ELA y LAB, pero su inclusión final ha desembocado en que UGT se haya levantado de la mesa comunicando que va a impugnar la situación en la Audiencia Nacional (donde ambas partes se verán las caras el próximo 2 de julio).
Fetico ha utilizado su reciente triunfo sindical en Mango para mostrar su fortaleza, pese a ser señalada de no ser representativo en el sector. "Fetico defiende su legitimidad, respaldada por su notable representación en empresas del grupo Inditex, Mango, Sprinter, JD, Tendam, Primark, Kiabi, Boss, Parfois, entre otras", explican. Y aseguran que "ser mayoría en Mango refuerza la importancia de Fetico en el sector y su compromiso con los trabajadores del textil", añaden.
Este sindicato anteriormente conocido como Federación de Trabajadores Independientes de Comercio surgió en 1978 al calor de la Ley de Asociación Sindical del año anterior con el fin de representar a los trabajadores del sector del comercio (aunque con el paso del tiempo fue ampliando sus miras a otras áreas).
Desde hace años Fetico ha sido señalado por UGT y Comisiones Obreras de ejercer como "sindicato amarillo" y en los últimos años, bajo la batuta de Antonio Pérez y el respaldo de 70.000 afiliados, se ha granjeado apoyos transversales al premiar a dirigentes de ideologías tan dispersas como Reyes Maroto (PSOE), Irene Montero (Podemos) o Cuca Gamarra (PP).
Algunas voces sindicales denuncian su afinidad con compañías como Inditex, pero esos vínculos nunca se han probado y, de hecho, en los últimos días Fetico ha apoyado la convocatoria de asambleas informativas y paros en la zaragozana Plataforma Europa que controla la textil de la familia Ortega.
El Comité de empresa en el que se encuentra Fetico (que se autodenomina "sindicato moderno") ha pedido "una subida salarial sustancial que refleje los mayores beneficios del grupo, la extinción de la variable sin reducciones económicas por edad, una disminución de sábados y fines de semana laborables, mejoras en ajustes, un día de asuntos propios, la regulación del 4° turno con conciliación laboral adecuada, así como contrataciones y vacantes".
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La propia Fetico afeaba hace unos días en su página web que Inditex "no ha presentado contrapropuestas ni alternativas a ninguna de estas demandas, salvo un avance económico insuficiente para la plantilla".
Esta pasada semana el Comité de empresa del gran almacén maño (que distribuye ropa de Zara Mujer por todo el mundo) ha convocado paros parciales (31 de mayo y 7 de junio), paros de 4 horas (14 y 21 de junio) y 2 días de huelga general (fechados el 28 de junio y 5 de julio).
Acusaciones y sentencias
El secretario general de Fetico, Antonio Pérez, ha tachado en varias ocasiones de "ridículas" las acusaciones de haber ganado elecciones gracias al mimo empresarial. Sin embargo, los tribunales han dictaminado en varias ocasiones que este sindicato ha sido favorecido por compañías como El Corte Inglés.
El Tribunal Constitucional falló en 1998 que la cadena de grandes almacenes favoreció "en materia salarial y profesional" a los sindicalistas de Fetico y de otro sindicato (Fagsa) por encima de los de UGT o Comisiones Obreras, lo cual constituye discriminación sindical (y resulta contrario a la libertad de los representantes de los trabajadores).
Siete años después el Juzgado de lo Social de Sevilla sentenció que El Corte Inglés apoyaba "de forma sistemática a dos sindicatos afines", en relación de Fetico y Fagsa, que eran "estimulados por la propia empresa".
El fallo, recogido por La Marea, señalaba que este hecho venía acompañado "de una conducta de entorpecimiento de la sindicación y la actividad sindical de los sindicatos distintos a Fagsa y Fetico, en especial de Comisiones Obreras".
Tensión laboral en Inditex
No corren buenos tiempos para Marta Ortega en el ámbito de reivindicaciones. No solo por el convenio encallado, sino porque además está sufriendo la movilización de las trabajadoras contra el Grupo Inditex, que ha declarado en 2023 unos beneficios de 5.381 millones con un incremento del 30% respecto al ejercicio anterior.
En su actividad en España, ha superado los 1.600 millones de beneficios y los 5.665 millones en ventas, lo que supone 200.000 euros en ventas por persona empleada en tiendas, pero los sindicatos denuncian que los beneficios "no están revirtiendo en la plantilla en forma de mejora global, en todas las marcas y territorios, de sus condiciones laborales, al no haber avances reales en las negociaciones estatales".
Ante esta situación, más de 500 delegadas y delegados de CCOO se movilizaron en marzo en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia, Bilbao, Las Palmas y Vigo. Comisiones Obreras recogió en tan solo 7 días 13.843 firmas, desde el 15 al 21 de marzo. Es decir, más de la mitad de la plantilla (el 50,94%) del Grupo Inditex firmaron para apoyar la campaña.
El sindicato mayoritario en la compañía pidió que los beneficios "reviertan de forma justa y equitativa en quienes los hacen posibles: en todas las personas trabajadoras de todas las cadenas de toda España, con avances reales y globales en las Mesas estatales, homologando condiciones al alza".
Inditex acometió mejoras laborales hace año y medio
El Grupo Inditex se vio obligado a impulsar una nueva política que otorga incentivos vinculados a las ventas para todos sus dependientes de las tiendas españolas de la compañía. Esta decisión, que redunda en favor de un colectivo eminentemente femenino, se anunció en plena guerra sindical en la tierra de los Ortega.
El origen de este triunfo de las trabajadoras radica en las dependientas de A Coruña, que fueron a la huelga en pleno Black Friday de 2022 y contaron con el apoyo de sindicatos como UGT y CIG, que protestaron porque el grupo mantiene en unas condiciones económicas muy mejorables a sus dependientas.
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