'Guerra fría' de narcos: Los efectos de la detención del hijo del 'Chapo' Guzmán
La detención del hijo del 'Chapo' ha producido tensiones entre los miembros del grupo de “los Chapitos”.
Ovidio Guzmán López –más conocido como 'el Ratón' o 'hijo del Chapo'– era detenido el pasado 5 de enero. Su captura ha ocasionado tensiones dentro de la facción de 'los Chapitos' o 'los menores', liderada por los hijos del 'Chapo'. A esto se le suma la división del cártel de Sinaloa, liderado por Ismael Zambada, conocido también como 'el Mayo', uno de los narcotraficantes más famosos de México.
Según las últimas investigaciones, 'los menores' culparon al capo Zambada de haber entregado a Ovidio Guzmán. 'El Mayo' y sus seguidores contestaron públicamente a esto amenazando: “se relajan o los relajamos nosotros”.
Se desconocen las funciones que desempeña el grupo de 'los menores', puesto que no son tan conocidos por la ciudadanía. El único del que sí se conocen sus actuaciones es de Ovidio Guzmán, a través del “Culiacanazo”.
'Los Chapitos'
El grupo conocido como 'los Chapitos' o 'los menores' está liderado por Iván Archivaldo 'el Chapito' y Jesús Alfredo 'el Alfredillo', hijos de Guzmán Loera 'el Chapo' y Alejandrina Salazar. A estos dos se le sumaban Ovidio y Joaquín, que son también hijos de Guzmán pero cuya madre es Griselda López.
Tanto Iván como Jesús fueron criados en Guadalajara (México) y crecieron como sus otros dos hermanos, con lecciones de brutalidad y lealtad que les hicieron formarse dentro del mundo del narcotráfico desde muy temprana edad.
Tras la detención de uno de los narcotraficantes más famosos de México 'el Chapo', según el Control de Administración de Drogas de Estados Unidos (DEA) sus hijos se quedaron al mando de la facción que lideraba su padre dentro del Cártel de Sinaloa.
Mongoose Azteca
'Mongoose Azteca' fue una operación militar conjunta entre México y Estados Unidos para descubrir las actividades criminales del cártel de Sinaloa y localizar al 'ratón'.
Todo comenzó el 8 de agosto del pasado año cuando los militares mexicanos y estadounidenses escucharon por la frecuencia de radio la voz de uno de los operadores de 'los Chapitos'. El interlocutor decía: “Quióbole, ¿puedo hablar con el viejo?”. Minutos más tarde hubo una respuesta y a partir de ahí comenzó una conversación para acordar una posible una reunión.
Los analistas de inteligencia militar confirmaron a las 20:43 de ese mismo día que las dos personas que habían escuchado en la conversación eran parte del círculo de Ovidio Guzmán. Recogieron las coordenadas geográficas del lugar desde donde se realizó la llamada y ubicaron un domicilio en la calle Ruperto Paliza, muy cerca de la ciudad de Culiacán, capital de Sinaloa.
Durante dos días los militares mexicanos y estadounidenses realizaron intervenciones telefónicas gracias a un avión espía que sobrevolaba las ciudad de Culiacán y la Sierra de Sinaloa.
Durante el mes de agosto de 2022 las autoridades mexicanas ubicaron al 'ratón' desde el centro de Culiacán hasta la finca en la que vivía a las afueras de Jesús María. La operación militar duraría cinco meses más en los que planearían la detención de Ovidio Guzmán, que costaría la vida a 29 personas: 10 militares y 19 integrantes del cártel de Sinaloa.
Aparte de conseguir la ubicación de uno de los narcotraficantes más buscados de México, recogieron información sobre las diversas actividades que desempeñaba el cártel, su organización, estructura y capacidades paramilitares y de contrainteligencia.
Dentro de estas actividades les llamó la atención el entrenamiento que reciben los integrantes del cártel de Sinaloa por parte de militares kaibiles. Este adiestramiento es famoso por su preparación extrema, su eficacia militar y la crueldad para cometer crímenes y destruir poblaciones enteras sin ningún remordimiento. En la anotaciones de los analistas se afirma que los kaibiles “actualmente brindan capacitación a organizaciones ilícitas en México”.
Durante la operación 'Mongoose Azteca' también se destapó la manera en la que el cártel de Sinaloa evadía la acción de las Fuerzas Armadas y la policía. Finalmente, tras 6 meses de investigación, el pasado 5 de enero el ejército mexicano dirigió y coordinó un operativo para detener a Ovidio Guzmán López.
La detención de Ovidio Guzmán
Una jornada de violencia comenzó tras la detención de Ovidio Guzmán, hijo del 'Chapo', el 5 de enero en el norte de Sinaloa. Las autoridades confirmaron 29 fallecidos, entre los que se encuentran militares y atacantes. “Diez militares perdieron la vida en el cumplimiento de su deber en aras de garantizar la seguridad. El Estado mexicano les dará honores fúnebres”, apuntó el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en una rueda de prensa.
El secretario de defensa, Luis Sandoval, puntualizó que entre las víctimas no se encontraba ningún civil. Por otro lado, el responsable del ejército contabilizó 35 militares heridos por armas de fuego y anunció 21 detenidos miembros del crimen organizado. Las autoridades estadounidenses consideran al 'ratón' responsable de tráfico de cocaína y metanfetaminas hacía los Estados Unidos y se ofreció cinco millones de dólares como recompensa por su captura.
La población fue prevenida a permanecer en sus casas, se cerraron todos los accesos a la ciudad de Culiacán y las actividades educativas y gubernamentales quedaron suspendidas. A su vez, la Embajada de Estados Unidos en México alertó a los ciudadanos estadounidenses y les pidió evitar viajar a esta zona.
La detención del capo originó 19 bloqueos, tiroteos y vehículos incendiados en la capital de Sinaloa, Culiacán, en el noroeste del país. Uno de los ataques se produjo en el aeropuerto de la ciudad y otro en la base aérea número 10. Las autoridades han reportado más de 200 coches robados y al menos 20 atracos a comercios de la zona.
Finalmente Ovidio Guzmán fue detenido y trasladado al penal del que se fugó su padre en 2015, conocido como el penal de Almoloya en el Estado de México. En las afueras del penal se desplegó un dispositivo de seguridad con al menos 12 vehículos del Ejército mexicano y de la Guardia Nacional.
Estados Unidos no se ha pronunciado ante esta jornada de violencia. Únicamente Ned Price, portavoz del Departamento de Estado pidió a los estadounidenses evitar la zona de Sinaloa. "No puedo comentar nada sobre el tema. He visto los reportes, pero dejo a las autoridades mexicanas que den los detalles", apuntó Price afirmando que las autoridades estadounidenses han estado al tanto de la violencia ocurrida en la capital de Sinaloa.
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