Grifols busca cerrar su vía crucis con la venta a un fondo canadiense y adiós en Bolsa
Brookfield podría hacerse con la compañía catalana especializada en hemoderivados, que fue 'apuntillada' por Gotham City
La decisión de la agencia estadounidense Moody's de dejar de calificar la deuda de Grifols —por la desconfianza que le merece a causa de la información "insuficiente o inadecuada" que le sirve— supone la puntilla reputacional para esta compañía catalana tocada del ala desde que, a inicios de año, el fondo bajista Gotham City asegurase que falseaba cuentas y tenía una valoración cercana a cero.
Grifols 'se victimizó', sus propietarios pusieron el grito en el cielo y grandes inversores españoles le apuntalaron, pero las polémicas maniobras familiares y las múltiples sombras que manchan su gestión desde hace años son, a ojos de los expertos, "difícilmente corregibles a corto plazo".
La empresa nombró recientemente como CEO a Nacho Abia, rebajó la presencia de la familia Grifols en los órganos de dirección e intentó aumentar la viabilidad económica de la empresa con la venta del 20% de Shanghai Raas Blood a Haier por 1.800 millones de euros.
Los cambios han servido para evitar la quiebra, pero la familia Grifols cree que la mejor decisión que pueden tomar con la compañía es venderla al fondo canadiense Brookfield, que ha lanzado una OPA de exclusión (que tiene como objetivo permitir a los accionistas vender sus acciones antes de que la compañía deje de cotizar en Bolsa).
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, parece avalar la operación y afirma que "dentro del marco de la libertad de empresa, de la libertad de mercado, si la empresa considera que esto puede ser una buena vía hacia adelante para reforzar su posición y avanzar precisamente en cuanto a esa estabilidad de mercado que necesita, pues bienvenida sea".
La compañía especializada en la investigación, el desarrollo y la fabricación de productos terapéuticos derivados del plasma tiene una deuda superior a los 10.000 millones de euros a cierre del primer trimestre de 2024.
Grifols obtuvo un beneficio neto de 21 millones de euros entre enero y marzo del presente curso, lo cual levanta los 108 millones de euros de pérdidas que sufrió en el mismo periodo del curso anterior a cuenta de la reestructuración interna.
Intento de refundación para dejar atrás los nubarrones
El apoyo de grandes fondos de inversión a Grifols tras la certera denuncia de Gotham City evitó la quiebra de la farmacéutica catalana, que logró encauzar la situación pese a sufrir unas sangrantes pérdidas que le han dejado casi sin la mitad de su valoración bursátil.
El precio de su acción rondaba a inicios de año los 15 euros y ahora está en torno a los 9. Este descenso llevó a la familia Grifols a fichar un nuevo CEO, Nacho Abia, procedente de la japonesa Olympus Corporation, sacar de su cúpula a dos miembros de la familia, Ramón y Víctor, y dejar sin labores ejecutivas a su presidente Thomas Glanzmann.
El Gobierno, hasta la fecha, se había puesto de perfil ante el escándalo. Pero la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), obligada por las circunstancias, ha advertido en un informe las "deficiencias relevantes" que plagan las cuentas de la multinacional catalana.
El organismo al menos no le obliga a reformular sus cuentas, pero advierte: "Estas deficiencias, si bien son complejas de valorar individualmente y por separado, en su conjunto deben considerarse significativas, en la medida que han dificultado en algunos ejercicios la capacidad de los inversores de entender adecuadamente la situación financiera, resultados y flujos de efectivo del emisor".
Grifols dijo recoger el guante, a su interés, al señalar que mejorarán su transparencia. Pero no solo de hermetismo es acusada, ya que Gotham City deslizó las maniobras familiares para falsear sus cuentas y aseguró que el valor de la compañía era "cercano a cero".
A finales de 2022 ya se escuchaban en Grifols los tambores apocalípticos que a inicios de este 2024 a punto han estado de costarle la quiebra. Hace apenas año y medio, la familia propietaria de la farmacéutica catalana intentaba esquivar algunas sombras nombrando como presidente al prestigioso Steven F. Mayer, que abandonó la empresa tras solo 4 meses en el cargo "por motivos personales y de salud".
Mayer se marchó con 5 millones de euros de indemnización, ahí es nada, y Víctor y Raimon Grifols elevaron al consejero sueco Thomas H. Glanzmann a la presidencia. Ante los rumores desatados sobre el estado de salud de la compañía, los Grifols cesaron en las labores repartidas de consejero delegado para otorgárselas a Glanzmann.
No sabía el directivo escandinavo que la crisis le iba a dejar sin labores ejecutivas, ya que la situación ha empujado a fichar como consejero delegado a Nacho Abia, que tendrá que acometer medidas de calado para devolver la credibilidad a la empresa.
No se descarta que una de ellas sea la destitución del presidente Thomas H. Glanzmann, consejero de Grifols desde 2006, presidente de la sociedad desde finales de 2022 y consejero delegado hasta el pasado 1 de abril.
El problema que arrastra Glanzmann, que venía a dotar de nuevos bríos y acumula polémicas pretéritas, es que todavía no ha explicado a los inversores cuál fue el motivo por el que facturó 7,4 millones de euros a través de su consultora Glanzmann Enterprises, uno de los gastos de Grifols que la compañía ahora reconoce no haber desglosado de manera correcta ante los inversores.
La empresa ha señalado a varios medios que estos gastos facturados entre 2011 y 2019 se deben a labores de consultoría realizados por una empresa del directivo sueco que, con la otra mano, cobraba por asesorar a la compañía como consejero.
El escándalo del año en el Ibex35
El Ibex35 arrancó 2024 con sobresalto tras la denuncia del fondo bajista americano Gotham City contra la farmacéutica catalana Grifols, sobre la que llevaban varios años pesando algunas sombras, tal y como denunciamos en Elcierredigital.com.
Grifols intentó defenderse asegurando que el único interés de sus adversarios era ganar dinero: "La compañía no entiende la diferente interpretación hecha por Gotham City Research a no ser que lo único que pretenda, como fondo cortoplacista que es, sea que baje la cotización de la acción tal y como ellos mismos reflejan en la página 2 de su informe, para obtener beneficios".
"Como empresa comprometida con la transparencia, integridad y conducta ética, negamos y rechazamos categóricamente cualquier acusación de prácticas contables o de información erróneas de nuestros estados financieros consolidados", añadían.
También explicaban que "las transacciones con partes vinculadas y las divulgaciones informadas por Gotham City Research han sido completamente divulgadas y auditadas desde 2018 e informadas al regulador español".
En auxilio de Grifols salieron algunos de los principales inversores mediáticos españoles, temerosos a que su salida de la compañía convirtiera en cero a su inversión.
Y también salieron en defensa de la compañía algunas voces críticas con tiburones especulativos como Gotham City, que admite que actúa por su interés.
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