Fake News: la campaña electoral más sucia de la historia de España.
Historias falsas y manipulaciones en redes marcan la campaña electoral con uso de algoritmos para captar votantes
Hace apenas mes y medio, decenas de miles de usuarios de WhatsApp recibían un audio de un ciudadano indignado por lo que había escuchado en una oficina de una entidad financiera. Supuestamente un ciudadano magrebí, residente en Cataluña, solicitaba que se le condonaran unas comisiones alegando que, aunque no tenía nómina, sí disponía de unos ingresos elevados que depositaba en la entidad. El audio finalizaba contando cómo el propio empleado de la sucursal confirmaba y cuantificaba las ayudas elevadas, muy por encima del salario mínimo, que recibía sin trabajar tanto este inmigrante como otros en su misma situación. El éxito de este audio fue abrumador, no solo se extendió por WhatsApp, también por Twitter como Facebook acompañado siempre de decenas de comentarios de indignación.
Lo que casi nadie hizo fue cuestionarse la veracidad de un mensaje perfectamente redactado y editado con un programa profesional, sin ruido de fondo y cuya voz es coincidente a otros dos mensajes de temática similar enviados unas semanas antes. Una noticia fabricada o fake news, pero con una sofisticación muy por encima de la típica manipulación de un mensaje en formato de imagen y que se irán multiplicando durante las próximas semanas. La guerra electoral en las redes ha empezado y será muy dura.
Redes sociales y mensajes segmentados por algoritmos
Las redes sociales siguen ganando peso, las estrategias de marketing político en redes sociales. Para ello, los estrategas políticos cada vez segmentan de forma más exacta los diferentes públicos a los que se dirige basándose en algoritmos que recogen los gustos y preferencias de los usuarios, algo que una reforma legislativa de la Ley de Protección de Datos busca incluso blindar.
Pero este bombardeo de mensajes personalizados y estrategias de comunicación diferenciales por usuario también se traslada a la información manipulada, que incluso se diferencia por redes sociales y se traslada a generar opinión en foros y comentarios de noticias.
El objetivo es movilizar al electorado duro, generar motivación y despertar emociones. Así, por ejemplo, la campaña de salida del Reino Unido de la Unión Europea se basó fundamentalmente en los electores indecisos a los que se bombardeó con un mensaje tan simple como falso: lo que supuestamente se ahorraba el Reino Unido de su aportación al presupuesto de la Unión Europea se podía destinar a mejorar el sistema sanitario británico. Aunque era mentira, Reino Unido recibe más de lo que daba, la realidad es que movió a electores suficientes para que ganaran los partidarios de la salida de la UE. En España inmigración, pensiones o feminismo serán los temas estrella.
Bots y granjas de troles
Para poder viralizar más los mensajes seguirán teniendo un peso fundamental las cuentas automáticas -más conocidas como bots- cuyo objetivo es intentar manipular la opinión pública, haciendo incrementar la popularidad de ciertos posts en las redes sociales.
Pero no es el único mecanismo ya que las propias redes sociales intentan limitar y reducir estos mensajes automáticos. Estos se van sustituyendo cada vez más por las "granjas de trols” gestionadas por seres humanos que pueden controlar decenas o cientos de cuentas. A menudo son cuentas semiautomáticas que envían mensajes combinando poder computacional y conocimiento humano cuyo objetivo es difundir ciertas historias, y crear hashtags y tendencias. El objetivo es que el usuario no solo crea en el mensaje, también colabore a difundirlo entre sus redes tempranas.
La mayoría de estas granjas están fuera de España y existe un claro temor en que la injerencia extranjera se multiplique en estas Elecciones. Así, por ejemplo, ya se han detectado como usuarios “pro rusos” actúan activamente en mensajes a favor de VOX.
Los mayores: objetivo principal de captación
Estas maniobras son identificadas cada vez con mayor facilidad por los más jóvenes, pero no tanto por los más veteranos, más nobeles en el uso de Internet y que muchas veces realizan una utilización de la red muy simple enfocado principalmente en la consulta, opinión de redes sociales y en el móvil en mandar y recibir WhatsApps.
Esto se ve cada vez más claramente en la estrategia de captación de votos en España basada más en Facebook, grupos de WhatsApp e incluso en manipular opiniones en medios de comunicación con mensajes masivos. Pero también conlleva que se vaya cambiando el mensaje, dirigiéndose más hacia los vídeos y audios en detrimento del típico texto. En este contexto gana peso redes como Instagram en la que curiosamente VOX es el partido político con más seguidores con un ascenso meteórico.
En su crecimiento se ve otra constante que también se repite en el partido que está extremo opuesto políticamente, Podemos. Ambos tienen como principales dinamizadores a cuentas, aparentemente independientes, que se han convertido en los principales voceros de sus mensajes. Detrás de los que aparentan ser ciudadanos preocupados están perfiles profesionales que viven y cobran por su trabajo en unas redes sociales que serán más claves que nunca y en la que se los partidos dispararán más sus gasto.
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