El expresidente del Congreso José Bono nuevo ciudadano dominicano: Mostramos el acta
José Bono ahora también es dominicano. Luis Abidaner, el actual Presidente de República Dominica, la ha concedido.
José Bono tiene nueva nacionalidad. Además de español el que fuera presidente de Castilla-La Mancha y exministro de Defensa bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ahora también es dominicano. El presidente de este país le concedió la nacionalidad, a cuya acta ha tenido acceso Elcierredigital.com, en virtud de la Ley 1863 del 16 de abril de 1948 sobre Naturalización y sus modificaciones. Así, a Bono se la ha concedido la nacionalidad a “título de naturalización privilegiada”. El acta fue firmada por Abidaner el pasado 29 de septiembre. Pero, ¿Quién es este político dominicano y qué relación tiene con el político español?
Pues bien, la historia de Luis Rodolfo Abinader Corona está ligada a una familia multicultural. Sus padres residían en la región de El Cibao, la más próspera económica y culturalmente de la República Dominicana, pero su ascendencia es especialmente diversa. Su padre, el expolítico José Rafael Abinader Wasaf, tenía alcurnia libanesa y su madre, Rosa Sula Corona Caba, antepasados canarios, población que formó una comunidad de gran relevancia cultural en la República Dominicana.
Desde muy joven, Abinader recibió una esmerada formación orientada al mundo de la economía y las finanzas. Antes de involucrarse totalmente en política, se dedicó profesionalmente a la gestión del potente grupo Abicor, erigido por su padre y dedicado fundamentalmente al sector turístico, pero con otras importantes ramificaciones en la industria del cemento. Su padre, que llegó a ser vicepresidente del partido del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fue quien le introdujo en el mundo de la política, donde el elegante Abinader hijo, actual presidente de la República Dominicana, lleva desde 2005 instalado. De hecho, tras años como mano derecha del expresidente Hipólito Mejía, tomó el mando del PRM.
La ideología de este partido, fundado por Mejía como una escisión del PRD en 2014, es bastante difusa. Sobre papel, se trata de una formación progresista de carácter socialdemócrata. En consecuencia, ya han manifestado su intención de aumentar sensiblemente el gasto público. No obstante, el ascenso de un personaje como Abinader, que procede de un ámbito empresarial muy dado a la liberalización económica, ha dado un nuevo giro al partido, que también ha iniciado acciones concretas en esta línea, como la eliminación de múltiples instituciones estatales debido, según Abinader, a la corrupción interna.
Las elecciones de 2020 fueron los segundos comicios en los que Abinader aspiró a la presidencia como líder del PRM. Este reconocido empresario siempre ha subrayado la nítida separación entre sus negocios familiares y la financiación estatal. Según venía señalando desde la última campaña electoral, en su mandato, su gran objetivo es acabar con el entramado de redes clientelares y corrupción que, de acuerdo con su discurso político, había erigido Danilo Medina, su predecesor en la jefatura del estado, durante sus años al frente del país caribeño.
Sus primeros meses en la presidencia se han saldado con la confirmación de una hoja de ruta muy clara, el acercamiento a Estados Unidos, país fundamental en términos geoestratégicos y comerciales para la República Dominicana. De hecho, hace apenas una semana, Abinader suscribió un notable acuerdo de cooperación con los estadounidenses, en virtud del cual estos últimos se comprometen a reforzar la economía dominicana a través de la financiación de nuevas infraestructuras y el impulso de sectores de gran potencial en el país como el turístico o el energético.
En lo personal, Abinader está casado con Raquel Arbaje, con la que ha tenido tres hijas, Graciela Lucía, Esther Patricia y Adriana Margarita. La ahora Primera Dama dominicana es hija de inmigrantes libaneses. Su padre fue Elías Arbaje Farah, fundador del grupo “Club Palestino, Sirio Libanés” y antiguo presidente de la empresa Arbaje Sony.
Este conglomerado de circunstancias empresariales y familiares ha llevado a Abinader y los suyos a aglutinar una gran fortuna cuyas cifras se desconocen con exactitud, así como bienes materiales por valor de más de cuatro millones de pesos. Entre los principales destacan una casa y dos apartamentos de lujo, así como varios vehículos de alta gama entre los que sobresale un coche modelo Tesla. Además, hay que contar las herencias legadas por el padre y el suegro de Abinader.
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