
Escándalo en Mallorca por la ampliación de la red de trenes:'Hay cientos de afectados'
El nuevo tramo de la línea ferroviaria de Migjorn en Mallorca cruzaría por encima de fincas dedicadas a la agricultura
El pasado mes de octubre el gobierno balear anunció que Palma de Mallorca y la localidad de Campos estarían conectadas por una línea ferroviaria. En una primera etapa, se construirán las infraestructuras para unir Palma y Llucmajor. Tras un periodo de alegaciones, el trazado escogido ha generado malestar entre algunos vecinos, cuyas propiedades se verían afectadas. Estos se han agrupado para presentar nuevas alegaciones en junio, con el objetivo de que el tramo definitivo sea otro.
Este primer tramo del proyecto ferroviario del corredor de Migjorn tiene 27,45 kilómetros de longitud y un total de 14 paradas. Los vecinos explican que el trazado elegido cruzaría por encima o cerca de fincas de actividad de diversa índole, desde uso recreativo a producción agrícola.
Los vecinos perjudicados se han unido y presentarán alegaciones. Son ya alrededor de un centenar, aunque aún no se han constituido como plataforma o asociación, ya que se han enterado hace dos semanas. Juan Gil, representante de estos afectados, ha conversado con elcierredigital.com sobre esta nueva línea ferroviaria y sus consecuencias.

El gobierno balear, 'capitaneado' por el Partido Popular, pretendía “recuperar un antiguo trazado de tren, en desuso desde los años 60”, según Juan Gil. Tras anunciarse el proyecto el pasado octubre, se estableció un periodo de alegaciones “para ver cuál de las alternativas era la más idónea”.
El representante cuenta que una de estas opciones presentaba un tramo que “iba pegadito a la carretera (Llucmajor-Campos) y molestaba poco”. “Es una zona que ya se había expropiado en su momento y tiene espacio”, explica Gil, que afirma que es “la más razonable según los técnicos”.
La otra alternativa “engancha el antiguo trazado de tren”, pero también “implica más trazado”, según Gil. El portavoz afirma que este tramo “pasa por encima de muchas parcelaciones”, una de ellas es la suya, a menos de 30 metros del tren. Esta opción fue la elegida porque “alguien alegó, pero no se saben sus motivos”.

La elección de la ruta ferroviaria escogida fue pública hace dos semanas. Desde ese momento, estos vecinos afectados se han contactado a través de un grupo de WhatsApp. “Dos semanas de auténtico caos, de reunir gente, buscar un abogado, estudiarse las 1.400 páginas del proyecto...”, asegura Gil.
Los vecinos perjudicados por el tramo Llucmajor-Campos
Juan Gil explica que las personas afectadas se distribuyen a lo largo de 5 kilómetros de la línea ferroviaria por construir. “Ya sea por ruido, porque les pasa por encima, porque les deja encerrados entre las dos vías, etc.”. Son alrededor de un centenar de personas y, por el momento, 61 parcelas, pero el portavoz asegura que “hay más afectadas”.
Uno de estos vecinos es José Antonio Gómez, un joven agricultor. “Me parte la finca por la mitad dejando al margen casi 300 olivos sembrados para hacer aceite de oliva”, cuenta el perjudicado. “De 15.300 metros, me quedan solo tres mil”, añade el agricultor, que también pretendía construir una vivienda en el terreno.
Juan Gil relata el caso de una señora que ha establecido un rancho en su finca. “Ya tiene incluso animales en las cuadras e inauguró hace dos meses la casa”, prosigue. "Ahora descubre que le pasa un tren por encima", sentencia.
Al propio portavoz el tren le pasaría “a unos 30 metros de la puerta de mi casa, no de la puerta de mi finca”. “Si sabes que ya no vale vivir aquí, al venderla tienes que decir que va a pasar un tren, y ya vale muchísimo menos”, prosigue.
Las alegaciones
El próximo 20 de junio la agrupación de vecinos presentará alegaciones al proyecto “para que vuelva el trazado pensado originalmente”, según Gil. Entre los motivos que presentarán, se encuentra el factor medioambiental. “Habrá fauna autóctona que se quedará encerrada entre dos grandes vías de alta densidad de tráfico”, añade.
El portavoz también señala la “fiscalización” de la parcela rústica. “Para construir algo te las ves y te las deseas, pero pasar un tren por en medio no hay ningún problema”, prosigue. La agrupación también está asistida por profesionales técnicos “para ver qué defectos puede tener ese proyecto”,
Una de las razones por las que se eligió el tramo que ha causado malestar es retomar “el trazado antiguo”. “Aunque siga siendo de dominio público, la ciudadanía ha hecho vida alrededor de ese trazado, creemos que es una idea romántica del pasado”, apunta Gil. “Lo de recuperar es discutible, habrá que ver si el ancho de vía es el mismo, si está en condiciones, etc.”, añade.

La agrupación se ha reunido con varios medios de comunicación locales. En los próximos días, una representación de la formación acudirá al pleno del Ayuntamiento de Llucmajor. El próximo 20 de junio tendrán la oportunidad de presentar alegaciones al tramo ferroviario controvertido.
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