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Una niña con cabello rubio y despeinado, vistiendo un suéter rojo, mira directamente a la cámara con una expresión seria.
INVESTIGACIÓN

La emergencia es máxima en Ucrania, la ayuda es imprescindible

La situación en Ucrania es de máxima emergencia

Desde que el pasado 24 de febrero estallara la guerra ya han fallecido en Ucrania cerca de 40 niños y más de 70 han resultado heridos debido a la ofensiva militar que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó contra el país. Unas cifras que siguen incrementándose a medida que los tanques soviéticos avanzan posiciones y que no cesará hasta que se produzca un alto el fuego que, por veces, parece una quimera. La cifra que maneja la ONU  es de más de 400 víctimas civiles hasta la fecha, pero la dificultad de reunir información precisa hace creer que podría ser hasta 20 veces más alta. Dentro de estas muertes nos encontramos a bebés de apenas año y medio fallecidos en bombardeos de proyectiles en Mariúpol, menores tiroteados cuando intentan abandonar la ciudad de Kiev o niños heridos en estado grave que acaban perdiendo la vida ante la ausencia de atención médica.

La situación actual contraviene todos y cada uno los derechos fundamentales de los niños, desde la no discriminación hasta la salud, situando a los menores en unas circunstancias límites e inhumanas. El cometido deAldeas Infantiles SOSes, precisamente, garantizar el desarrollo de los niños hasta que se convierten en personas autosuficientes integradas en la sociedad y en Ucrania, hay mucho trabajo por hacer.

Ayuda urgente y necesaria

En el momento actual se calcula que, unos 18 millones de personas en el país han sido afectadas por las explosiones y los bombardeos, por lo que la ayuda es más que urgente. Aldeas Infantiles SOS no ha tardado en acudir a la llamada de socorro y diseñar un Plan de Respuesta de Emergencia -como el que ya puso en marcha en 2014 tras estallar la guerra del Donbass- con el que se podrá asistir a 45.000 personas proporcionándoles ayuda en el terreno humanitario, educativo, emocional y familiar, a través de servicios de fortalecimiento. Uno de los principales objetivos es mantener a padres e hijos unidos en momentos tan críticos y, de no ser posible, garantizar un entorno seguro y protector para aquellos niños y niñas no acompañados. La cifra de niños y niñas privados del cuidado parental es espeluznante, alcanzando los 162.000.

Tres personas en una habitación de ladrillos, dos sentadas en sillas y una acostada en el suelo con una manta.
Personas escondidas en un sótano por los bombardeos | El Cierre Digital

La buena noticia en tan desgraciada realidad es que Aldeas Infantiles no lo hace a ciegas.

Además de su vasto currículum internacional que hace que esté presente en España desde 1967, cuenta con una dilatada experiencia en Ucrania, en la que presta ayuda a niñas, niños, adolescentes y familias en situación de vulnerabilidad desde 2003. Además de su intervención en las regiones de Kiev y Lugansk; tras la llegada masiva de desplazados internos al oeste del país, Aldeas Infantiles SOS ya trabaja en la reubicación de niños, niñas y familias, así como en el acopio de productos de primera necesidad para cubrir las urgencias más básicas de los ciudadanos. Prevenir la separación familiar durante los desplazamientos y proveer de refugio, alimentos, productos de higiene y apoyo psicológico a los damnificados son los objetivos fundamentales en los que trabaja Aldeas.

Todas las guerras son evitables, pero una vez en marcha los daños que causan en las poblaciones pueden llegar a ser incalculables. En Ucrania casi la mitad de la población está pagando las consecuencias de la devastación rusa, entre ellos, millones de niños a los que les han robado la vida. Todas las donaciones irán destinadas íntegramente a los equipos de Aldeas Infantiles SOS de Ucrania que atienden en el terreno de la emergencia. Una emergencia tan grande como el caos que se vive en un país destrozado.

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