Diego Suárez, proveedor en 'Filomena': “Aún no hemos cobrado y no se valora”
Ingeniero y dueño de vino cuestionado por Más Madrid por sus contratos con la comunidad.
Diego Suárez es un ingeniero de telecomunicaciones que fundó 'Vin Doré 24k', que elabora un vino espumoso con polvo de oro suspendido. Durante la pandemia, el madrileño consiguió traer a la capital millones de mascarillas y pruebas de antígenos. Cuando 'Filomena' inutilizó las calles de muchas ciudades madrileñas, el empresario buscó la manera de limpiar con maquinaria la nieve de algunos de estos municipios. Estas dos acciones, y sus correspondientes contratos, se han convertido en arma arrojadiza para partidos políticos como Más Madrid o Ciudadanos.
-¿Qué le parece que le hayan llamado “el conseguidor del PP”?
-Aquí hay una guerra de poder entre los que van por Isabel Díaz Ayuso. Y yo no soy más que un daño colateral. Lo han intentado con el hermano, ahora vienen a por mí y cuando vean que no hay nada, pues irán por el siguiente. Cuando ven que tienes fotos con gente del PP y que has estado vendiendo a una Comunidad del PP y a dos Ayuntamientos del PP ya sabes lo que pasa… Porque yo también he intentado negociar con Castilla la Mancha, que es PSOE y no me han atendido. Tengo decenas de mails de todos. Lo que es triste es ver que te marcan con un posicionamiento frívolo y que digan “este tipo iba en un Ferrari”. Mira, mi Ferrari es del 2006 y lo compré de segunda mano. Ahora critican a los que hacemos que las cosas pasen.
-¿Cómo se siente al ver que le atacan poniendo fotos suyas en redes sociales con más de ocho años de antigüedad?
-...Fíjate, de hecho, me sacan fotos con Santiago Abascal y Pablo Casado y en el mismo evento estuve haciéndome fotos con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Yo hablo con todo el mundo, tengo amigos de izquierdas y de derechas.
-Le critican también porque no tiene experiencia en el sector de la sanidad.
-Efectivamente, no tenía experiencia en cuestiones sanidad ni tampoco en quitar nieve. Como el 99 por ciento de los políticos de este país. No vivimos en Andorra. Cuando te pasa una catástrofe como esta tienes que aprender sobre la marcha. A mí, ahora me achacan que hemos vendido diecisiete millones a la Administración y a las empresas privadas. Mis mascarillas han llegado a Quirón, Corte Inglés, Carrefour, al Ejército… Ahora ya tengo licencia sanitaria, hemos modificado la estructura de la empresa porque nada es para siempre.
-¿Qué es lo que más le duele de estas críticas?
-Achacan a un empresario que se haya renovado, que haya hecho cosas por su país, que hayas salvado millones de vidas. Yo no he ido a hacer negocio, y ahí están los precios que lo demuestran. Fletar un avión con un millón de mascarillas costaba 960.000 euros y a mí nadie me adelantó un céntimo. Yo he tenido que sobrepagar absolutamente todo.
-Le acusan de contratarle “a dedo”. ¿Por qué cree que viene ahora el ataque?
-Lo intentaron hace tiempo también, me sacaron en varios periódicos porque cuando salieron los datos en el Portal de Transparencia yo ni sabía que me había convertido en el primer proveedor de la Comunidad de Madrid. Yo tengo una empresa en China, llevo fabricando en ese país dieciocho años. Me ofrecí a ayudar a través de un gran amigo que trabaja en Quirón y es compañero mío de gimnasio desde hace muchos años. Yo no sabía a quién llamar para ayudar y le llamé a él y le dije “Juan Antonio, tengo posibilidad de traer mascarillas, ¿tienes algún contacto al que yo me pueda dirigir?”, y me puso en contacto por medio de un conocido con la Subdirectora General de Contratación del Servicio Madrileño de Salud, Susana Álvarez Gómez. Ella me dijo “igual que todo el mundo Diego, me vas a mandar un email con todos tus datos, los datos de tu empresa, con lo que nos puedes traer y con las certificaciones del producto para que te podamos hacer los pedidos”.
Ellos no adelantaban ningún dinero, para ellos el riesgo era cero, todo está invertido por mí y los que me apoyaron. En aquel entonces, yo contaba con unos fondos, aproximadamente de ochocientos mil euros. Todo lo que tenía lo invertí, pero como luego los pedidos fueron mayores tuve que llegar a un acuerdo con un empresario de España, que como vio que no tenía dinero me apretó y me pisoteó hasta el final. En pandemia no hubo ningún banco que avalara esto, estaban ocupados en dar pequeños préstamos ICO para garantizarse protección y proteger al pequeño empresario, o sea reorganizar las deudas.
A las empresas chinas yo tenía que pre-pagarlas, con una temeridad absoluta, como los cambios de legislaciones continuas. Nos llegó a pasar después de haber pagado el cien por cien de la mercancía de los dos primeros pedidos, llegar a la aduana de Hong Kong, pasar dos millones de mascarillas y no poder embarcarlas porque los chinos habían decidido que las cajas ponían certificación CE y que a partir de ese día si no estabas en la White List (su lista de confianza) no podías ponerlo, así que hubo que echar para atrás toda la mercancía para cambiar el embalaje y volver a repetir la operación. Es decir, para mí el riesgo fue máximo y absoluto. La gente no va a valorar ese tipo de esfuerzo pero para mí, si llego a haber perdido esa operación, era la ruina absoluta.
Si accedes al Portal de Transparencia todos pueden ver que los mejores precios que se han dado en la pandemia fueron los de 'VinDoré 24k', porque para mí era un tema de ayuda más que de negocio.
La segunda parte vino cuando tuve que negociar con los que me habían avalado a mí. Pudimos entregar a la Comunidad de Madrid y ahí empezó a correr el reloj para ver cuándo nos pagaban. Yo seguía sin dinero. Empecé a poner dinero en el mes de marzo y no cobré hasta octubre. Todo está inventariado, cada contrato, cada movimiento de dinero que se hizo y cada pago, tanto a China como a las empresas que me pusieron dinero para poder comprar.
-Y aún así, también quiso traer test antígenos a la capital.
-Como la gente tenía muchos problemas, la Comunidad de Madrid llamó a las empresas que habíamos podido entregar mercancía para ver qué más podíamos hacer. Yo no había visto ni había conocido a nadie de la Comunidad de Madrid, en mi vida. Pude traer dos millones de FFP2 y un millón de FFP3 a los mejores precios porque mi compromiso era absoluto con el tema. Luego, la Comunidad de Madrid saca una licitación donde vamos todas las empresas que podemos ir con todo y con todas las certificaciones, por supuesto.
En navidades me entero que están pidiendo antígenos. Yo tengo contactos con el mundo de los antígenos también, sé que no estaban llegando, así que mando un email a la Comunidad de Madrid diciéndoles que me ofrezco a traerlos. Me llaman de parte de Pedro Irigoyen (Director General de Gestión Económico-Financiera y Farmacia del Servicio Madrileño de Salud) y yo les digo que puedo traer antígenos. En la Comunidad me dijeron que no podían pagar más de 2.50 en un segundo pedido, y yo les dije “es mi compromiso. Aunque pierda dinero, vienen”. Aquí hacían mucha falta los test, la gente estaba muy jodida con el ómicron.
Los primeros cien mil test que se reparten en la Comunidad de Madrid vienen con el prospecto en inglés, que no pueden venderlo. Estuve todo un fin de semana en las Rozas con 43 personas trabajando, con una imprenta traduciendo, imprimiendo y doblando cada manual de instrucciones en su caja.
Yo pasé la factura el 27 de enero, a día de hoy, en abril, todavía no hemos cobrado nada, tienen una deuda conmigo de 4.450.000 euros. Y eso la gente no lo valora.
-Y luego llega Filomena…
Yo estaba en Málaga cuando empezó la nevada y me llamó mi amigo Rodrigo, que vive en Murcia, y me ofrece máquinas para quitar la nieve.
Yo estaba en un grupo de Instagram de gente de las Rozas y así contacto con el alcalde. Recordemos que teníamos quince centímetros de hielo y la gente necesitaba ir a las empresas, colegios, hospitales… Yo sabía que nadie iba a pagar por adelantado, pero estaba dispuesto a financiar la operación. Creo que la gente la palabra ayudar la utiliza muy poco.
Empezamos a trabajar con menos quince grados, 24 horas quitando nieve. Trajimos en total 24 máquinas, repartidas entre Majadahonda y las Rozas con 42 operarios para poder hacer doble turno. ¿Qué he facturado? Pues claro, pero no hemos estafado a nadie y fuimos los primeros en traer ayuda.
-Las dudas sobre la legalidad de los contratos de Vin Doré 24K han llevado al grupo de Ciudadanos en esos municipios a pedir explicaciones. ¿Va a tomar alguna medida legal?
-No es justo que el trabajo y el honor de una empresa se pueda intentar difamar y manchar de esa manera. Cuando empezamos con lo de Filomena, los primeros que me critican que he vendido mascarillas higiénicas por encima de un euro (cuando yo nunca he vendido higiénicas, sino las de quirófano, máxima calidad y a 0,60) y me ponen de especulador son los de Ciudadanos en Majadahonda. Los tengo demandados y el 18 de mayo tenemos la vista.
Tuvieron la osadía de criticar que yo tenía una empresa de vino, que quién era para limpiar de nieve Majadahonda… como si fuésemos una tienda de “Todo a cien”, cuando hemos tenido que financiar millones de euros. He estado meses sin cobrar un céntimo. Lo más triste es que ellos estaban en la Comunidad de Madrid, donde me hacen los primeros pedidos. Se tiran mierda contra ellos mismos, cuando seguramente han usado mis mascarillas.
Las primeras que regala Díaz Ayuso en la Comunidad son de mi marca porque nuestra calidad era máxima. Solo tengo buenas respuestas de la gente a la que les hemos dado mascarillas y ahora resulta que soy el peor.
Hemos trabajado, hemos arriesgado, hemos estado a punto de arruinarnos, hemos sobrevivido, hemos financiado, hemos entregado, hemos cumplido con todo y el malo es uno que tiene un Ferarri del año 2006.
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