La conversión del PCE en un lobby pro-chino destroza los planes geopolíticos: Sánchez
La República Popular China quiere invertir e influir en España y para lograr sus propósitos ha recabado los apoyos.
El Partido Comunista de España y el Partido Comunista de China están intercambiando unos gestos de afecto que comenzaron a evidenciarse días después de que Unidas Podemos entrase en el Gobierno de España.
El Ejecutivo de la República Popular China había advertido que Pedro Sánchez es muy dependiente de sus socios 'comunistas' y este hecho podía facilitar que el Gobierno de España aceptase ante la intentona de Xi Jinping de abrirse al mundo mediante inversiones estratégicas en Occidente.
El mandatario asiático lo está intentando mediante la puesta en marcha de la 'Ruta de la seda', que conllevaría la construcción de mastodónticas infraestructuras terrestres y marinas que conectarían a Pekín con Alemania, Francia o España.
Trabajos, donaciones y actos
Hace unos días Enrique Santiago realizó una donación de mil mascarillas al Banco de Alimentos de Castejón (Navarra). El diputado de Unidas Podemos, secretario general del PCE y mano derecha de Pablo Iglesias aseguró que el material sanitario procedía de una donación del Partido Comunista de China.
Santiago obvió el sistema económico de su aliado y mostró su agradecimiento a sus homólogos chinos asegurando que "frente a un modelo capitalista y neoliberal prácticamente mayoritario en todo el planeta actual, iniciativas como estás demuestran que otro mundo en el que imperen la solidaridad y la fraternidad frente al individualismo insolidario es posible".
Eje chino-ruso
Los comunistas españoles afirmaban en julio en Mundo Obrero que "España necesita una Europa que rompa el corsé neoliberal, y que apueste por la colaboración con Rusia y China, orientada a la mejora de las condiciones de vida de los pueblos, el mantenimiento de la paz internacional, y el desarrollo sostenible. Trabajaremos para ayudar a conseguir establecer una colaboración chino-española a todos los niveles".
El eurodiputado Manu Pineda, secretario de políticas internacionales del PCE, comparte el entusiasmo de sus camaradas y asegura que "China ha conseguido levantar potentes empresas estatales, sus habitantes no padecen la lacra del desempleo (. . .) y todo ello mejorando el nivel de vida de 1.400 millones de habitantes, y prestando una creciente atención a la protección de la naturaleza y a los riesgos del cambio climático".
Lío a la vista
El PCE, convertido en un lobby prochino, parece sostener que lo que funciona en Pekín es un socialismo de mercado con características chinas y su presidente José Luis Centella afirma que "los poderes económicos y políticos" hegemónicos en Occidente "no están dispuestos a permitir que se constate que China ha respondido de forma mejor ante el coronavirus".
Centella también ha dejado claro quién sería su líder idóneo a nivel mundial: "Me atrevo a considerar que la mayor contribución al mundo del PC de China es la propuesta presentada por el Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de China, Xi Jinping, para construir el futuro del planeta desde 'una comunidad de futuro compartido para la humanidad'. Porque trasciende todo tipo de diferencias en la sociedad humana y apunta hacia los posibles mayores beneficios para todos los pueblos".
Sánchez frena la intentona china... por ahora
Pedro Sánchez ha apostado por continuar priorizando su agenda europeísta y, a pesar de que seguramente tenga que aceptar algunas reivindicaciones geopolíticas de sus socios, ha mantenido el límite del 10% que impone España a la inversión extracomunitaria en las cotizadas estratégicas. Esta barrera enfada a China, que quiere invertir e influir en España mediante el posible asalto a empresas como Naturgy, Red Eléctrica o Iberdrola.
Cabe recordar que no es la primera vez que el Partido Comunista de China apuesta por una estrategia exótica con tal de influir en España. Y es que en 2013 esta formación oriental llegó a firmar un "memorándum de entendimiento, intercambio y cooperación" con el Partido Popular.
Los comunistas chinos mostraron su feliz tras firmar su acuerdo con María Dolores de Cospedal y aseguraron que sus "diferencias ideológicas" con el PP se podían solventar mediante un pacto que se cerró gracias a las excelentes relaciones de Esteban González Pons con la Embajada de China en Madrid.
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