Claves de la guerra entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja por la herencia de Paquirri
La guerra entre Kiko Rivera y su madre Isabel Pantoja trae de nuevo a la actualidad un asunto que resucita.
Francisco José Rivera Pantoja, Paquirrín durante más de una década y hoy Kiko Rivera, ha agitado el mundo del espectáculo nacional gracias a un incendiara entrevista sobre su madre, Isabel Pantoja, en la revista Lecturas. Por si faltara algún detalle, la entrevista la firma la que, durante años, fue el mayor azote televisivo de la folklórica: Mila Ximénez.
El Dj no se ha cortado a la hora de arremeter contra su madre. La retrata como una diva fría y que no es capaz de disociar su papel de estrella del personal: “Mi madre es siempre Isabel Pantoja. La artista se ha comido a la persona”. “Te has venido con la mejor madre del mundo y, mamá, perdóname, ¡pero no lo eres! ¿Porque me trajeras todos los juguetes antes de que los tuvieran otros niños?”, asegura Kiko sobre la intérprete de Marinero de luces. “¡Sólo la necesito para que sea mi madre y creo que eso se la ha olvidado!”, remata. Pero en realidad, quien más sabe de este asunto es el expresidente del Real Madrid Ramón Calderón, que es la persona que guarda todos los secretos tras la muerte del torero sevillano
Sin embargo, lo que de verdad ha abierto un melón ha sido el anuncio de Kiko en el que quería conocer de verdad el testamento de su padre, para saber si su madre ha cumplido para con él lo que su padre dispuso. Para muchos, este un golpe bajo del polémico Dj a su madre que sólo quiere dinero para afrontar su ritmo de vida después de haberse quedado a cero tras pagar sus deudas tras su paso por el reality GH Dúo junto a su mujer Irene Rosales.
Una herencia polémica
La muerte de Francisco Rivera Paquirri el 26 de septiembre de 1984 en la plaza de toros de Pozoblanco (Córdoba) tras ser empitonado por el toro Avispao dio lugar a uno de los asuntos más recurrentes en el mundo del corazón: Su herencia. El reparto de los bienes del torero de Barbate dio lugar a tres bandos familiares irreconciliables: Su padre y sus hermanos por un lado, su viuda y su hijo pequeño por otro y, por último, los hijos nacidos de su primer matrimonio con Carmina Ordóñez, Francisco y Cayetano.
El 24 de septiembre de 1987 los tres bandos en liza firmaron el acuerdo para la repartición de los bienes del diestro en Sevilla. Ninguno de los tres grupos estaba del todo de acuerdo con el reparto. Sin embargo, el tiempo apremiaba. El diestro había firmado un testamento treinta horas antes de su boda con Isabel Pantoja y ponía como fecha límite para el reparto de bienes, tres años.
El patrimonio oficial del matador estaba tasado en 1.000 millones de pesetas (6 millones de euros) e incluía desde bienes patrimoniales hasta algunos con mayor valor sentimental: varias explotaciones agrícolas, varios vehículos y embarcaciones, joyas y trajes de luces, además de otros bienes.
El acuerdo definitivo otorgaba el 45 por ciento de los bienes de Paquirri y la finca La Cantora a su viuda, la tonadillera Isabel Pantoja y a su hijo Francisco José. Otro 40 por ciento y la finca Los Rosales para los hijos de su exmujer Carmina Ordóñez: Francisco y Cayetano. El 15 por ciento restante y la finca El Robledo para su padre Antonio Rivera y sus tres hermanos Antonio, José y Teresa Rivera.
Todavía hoy Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez denuncian que la mayoría de pertenencias relacionadas con la faceta de torero de su padre son irrecuperables, culpando a Isabel Pantoja de quedárselas. Los hijos de Carmina Ordóñez tomaron el testigo de su madre reclamando a la artista estos objetos cuando siguieron los pasos paternos en el ruedo.
Sin duda, parte de la polémica tiene como epicentro la finca La Cantora. Un lugar del que Isabel nunca ha querido deshacerse por considerarlo fundamental en su vida. Lo cierto es que la venta de la finca podría haberle evitado muchos problemas económicos tanto a la folklórica como a su hijo.
La finca La Cantora, de 370 hectáreas, es propiedad de Isabel Pantoja en un 52,40 por ciento, estando el resto (47,60 por ciento) en manos de su hijo Francisco Rivera Pantoja. En 2002, al cumplir la mayoría de edad, Kiko le cedió a su madre la gestión de su parte. Algo que ahora le echa en cara y asegura sentirse engañado. “Cuando cumplí 18 años fui con mi madre a firmar algo. Con esa edad y la vida que yo tenía, que era más bien un cabeza perdida, me dice mi madre, firma estoy voy de cabeza a firmar”, cuenta en su entrevista de Lecturas.
Fue el 13 de marzo de 2015 cuando se formalizó una hipoteca a favor de la Hacienda Pública española por valor de 1,1 millones de euros, que responden a un principal de 758,620 euros, que corresponde al importe de la obligación a la que se refiere el acto impugnado con Hacienda, más otros 151.724 euros de recargo y 189.655 euros de intereses de demora, que se incrementan con el paso de los días..
Lo cierto es que ahora mismo se desconoce si esa hipoteca se ha cancelado o continúa viva, pero lo que sí sabemos es que Kiko Rivera quiere conocer los detalles de su herencia.
Más noticias: