Claves de la decisión de Sánchez: “Si dimite no habría elecciones hasta pasado un año
Catedráticos de Derecho Constitucional analizan todas las hipótesis en caso de que el presidente abandonara el Gobierno
El próximo lunes 29 de abril Pedro Sánchez comparecerá ante los medios de comunicación para anunciar si decide dimitir o no como presidente del Gobierno. Así lo dio a conocer en una “carta a la ciudadanía” que él mismo publicó en su cuenta de X y en la que afirmaba necesitar “parar y reflexionar”. Todo esto propiciado, aparentemente y según sus palabras, por la decisión del Juzgado de Instrucción número 41 Plaza de Castilla de abrir diligencias contra su esposa Begoña Gómez e investigar de este modo unos presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción privada de los que le acusa el sindicato Manos Limpias.
“Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor. A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha política y mediática han tratado de hacer de mí, nunca he tenido apego al cargo. Sí lo tengo al deber, al compromiso político y al servicio público”, explicaba Sánchez en una misiva de cuatro páginas que ha revolucionado el panorama político español.
Tras sus palabras, queda la duda de si finalmente dimitirá, optará por no hacerlo o tomará la decisión de someterse a una cuestión de confianza, como parece ser la creencia de muchos, entre los que se encuentra el Partido Popular.
Para responder cuáles son las opciones que se presentan, elcierredigital.com ha contactado con los catedráticos de Derecho Constitucional José Manuel Vera, de la Universidad Rey Juan Carlos, y José Luis García Guerrero, de Albacete y de la Universidad de Castilla-La Mancha.
“Una cuestión de confianza sería sorprendente”
Sobre la misiva, Vera explica que es “un procedimiento absolutamente inédito, poco respetuoso con el procedimiento a seguir y con la institución judicial, vinculando además lo privado con lo público”.
“Existe la posibilidad de que la carta sea una forma de abusar torticeramente del puesto del presidente del Gobierno para temas de calado político. Es decir: crear expectativas, dividir a la sociedad… Y eso es una mala utilización de la presidencia del Gobierno. Cuando uno quiere dimitir, dimite. Eso es lo que hizo Adolfo Suárez o lo que ha hecho el presidente portugués[Antonio Costa]. Decir que va a pensar si dimitir o no es una falta de respeto a los españoles y a la figura fundamental y básica en el desarrollo del Gobierno que es el presidente del Gobierno”, comenta el catedrático.
Por su parte, García Guerrero añade que la carta parece que es “la reacción a la apertura de la investigación a su mujer” y que tiene “la impresión de que no va a dimitir”.
Llegados a este punto, ambos coinciden en que hay tres posibilidades: que dimita, que no lo haga o que, como se ha estado comentando, se someta a una cuestión de confianza. Sobre la cuestión de confianza, García Guerrero afirma que en este caso “sería un poco sorprendente”.
“La cuestión de confianza suele hacerse para ver si tiene confianza en la cámara, y para ver esto debería haber implicaciones parlamentarias. Me parece un poco extraño que se utilice la figura de la cuestión de confianza porque lo lógico es dar explicaciones y, si estas no fueran satisfactorias, es cuando cobraría sentido una cuestión de confianza. De este modo me parecería una utilización un tanto ‘forzada’”, explica el catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Según añade José Manuel Vera, “la cuestión de confianza la presenta el presidente del Gobierno ante el Congreso de los Diputados y viene regulada en el artículo 112 de la Constitución española. Si la supera, teniendo más votos a favor que en contra, no hay ningún problema. Si la pierde, tiene que dimitir”.
¿Qué pasa si Pedro Sánchez dimite?
Tanto si este lunes 29 Pedro Sánchez dimitiera, o si lo hiciera tras una cuestión de confianza desfavorable para él, el procedimiento es el mismo. Tal y como explica José Manuel Vera, “si dimite, la vicepresidenta[María Jesús Montero]pasaría a ser la presidenta en funciones. Este gobierno sigue funcionando hasta que se elija otro gobierno, que se elige en función del artículo 99, el que se aplica cuando hay elecciones generales. El rey entonces se entrevista con los representantes de los partidos políticos, presenta un candidato al congreso, se vota por mayoría absoluta y, si no, en 48 horas por mayoría simple”.
En este punto, José Luis García Guerrero apunta que, ante la falta de Pedro Sánchez, “el grupo socialista tendría que buscar un candidato alternativo que pudiera tener el apoyo de los socios del gobierno actuales para continuar la legislatura con un nuevo presidente del Gobierno”. “Lo más normal sería que se conformase la misma mayoría que hay ahora, pero nada impide que haya una mayoría alternativa. En la aritmética parlamentaria, todo lo que sume en segunda votación más votos a favor que en contra sería factible”, añade.
De este modo, en el caso de que Pedro Sánchez dimitiera, al PSOE le bastaría con elegir un candidato a la presidencia del Gobierno que mantuviera los apoyos actuales para mantenerse en el cargo.
En el caso de “se agotara el plazo constitucional para que las cortes elijan a un sustituto”, según García Guerrero, se tendrían que “convocar elecciones porque no se ha alcanzado la investidura”. Algo que, el catedrático no ve “nada probable”.
Unas nuevas elecciones, ¿son probables?
Este 2024, habrá que volver a votar en las urnas para las elecciones al parlamento europeo. Aun así, la posible dimisión de Pedro Sánchez ha hecho pensar en un adelanto de las elecciones generales que tuvieron lugar el pasado 23 de julio. Según explica Vera, “el artículo 115 de la Constitución establece que hay que esperar al menos un año para convocar elecciones. Estas elecciones no pueden ser convocadas por el gobierno en funciones y las cámaras no podrían disolverse hasta el día 29 de mayo”.
Debido a todo lo indicado anteriormente, el escenario de unas nuevas elecciones generales parece poco probable a ojos de los expertos. Pero habrá que esperar al próximo lunes para saber si Pedro Sánchez continúa siendo presidente del Gobierno o, por el contrario, habrá un cambio en la política española.
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