Casado busca un 'armisticio' con Díaz Ayuso para proteger el futuro del PP.
Casado convoca a la cúpula del PP en Génova para abordar la crisis con Díaz Ayuso.
Pablo Casado quiere sofocar el incendio que recorre el Partido Popular desde el pasado jueves. La guerra entre la Dirección Nacional del partido e Isabel Díaz Ayuso ha traído algunas consecuencias. Una de ellas, la aparición de encuestas que aseguran que el PP sería superado por VOX; la otra, una manifestación a las puertas de la sede nacional del PP en la madrileña calle Génova donde más de 3.000 personas, según El País, se reunieron para apoyar a Isabel Díaz Ayuso y pidieron la dimisión tanto de Pablo Casado como de su mano derecha, Teodoro García Egea.
Desde Génova han actuado con rapidez y han dado carpetazo al expediente abierto a la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid. Además, el presidente Pablo Casado ha convocado este lunes a partir de las 11.00 horas a la cúpula del partido en Génova para abordar la crisis desatada.
Tras la manifestación pro-Ayuso de la mañana del domingo fueron muchas las voces las que pidieron dentro del partido que se instalara la mesura y se iniciara un armisticio. Casado controla el aparato del partido pero Ayuso tiene un gran calado a nivel electoral y la guerra abierta beneficia directamente a la formación que preside Santiago Abascal.
Manifestación a favor de Ayuso frente a Génova
Tras la manifestación, la Cadena SER informó de que en el chat de whatsApp de los parlamentarios del partido conservador en la Cámara Baja varios diputados enviaron mensajes de apoyo a la dirección del partido tras las declaraciones realizadas por Cayetana Álvarez deToledo, que pidió la dimisión del Presidente del PP, Pablo Casado, y del secretario general, Teodoro García Egea.
Armisticio o Guerra Fría
La barones del PP quieren calma ante la delicada situación en la que queda el partido, con la amenaza de fuga de votos hacia VOX y la debilidad mostrada frente al bloque de la oposición. Sin embargo, el enfrentamiento entre las dos facciones van más allá de este escándalo.
Prueba de ello es que todavía la cuenta oficial del partido mantiene los tuits de la entrevista que mantuvo Casado con Carlos Herrera en la COPE sobre los contratos del hermano de la presidenta madrileña.
Las discrepancias entre Casado y Ayuso, que eran comentario en los cenáculos del poder de la capital de España, se centraban no sólo en la manera de concebir la línea ideológica del partido sino también en el interés que mostraba Isabel de que se celebrasen las primarias para optar a la presidencia del Partido Popular de Madrid.
“La cuestión es si es entendible que el 1 de abril, cuando morían en España 700 personas, se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000€ de beneficio por vender mascarillas”.
🔵 @pablocasado_ en @HerreraenCOPE
— Partido Popular (@populares) February 18, 2022
Desde noviembre, la información sobre el contrato del hermano de Díaz Ayuso estaba sobre la mesa de la sede de la calle Génova y así se lo comunicaron a ella. Durante esos meses las espadas estuvieron guardadas. Incluso ella partició junto a Pablo Casado y Teodoro García Egea en la campaña de las elecciones autonómicas de Castilla y León apoyando al candidato popular Alfonso Fernández-Mañueco, con el que la lideresa madrileña ha vivido importantes encontronazos por las distintas visiones de cómo gestionar la pandemia del Coronavirus.
Así las cosas, el diario El Confidencial publicaba el jueves pasado que la cúpula del partido conservador habría recurrido a una agencia de detectives (Agencia Mira) para conseguir información sobre personas del círculo personal de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Según las informaciones, el Partido Popular habría recurrido a la Empresa Pública de la Vivienda del Ayuntamiento de Madrid para contratar a esta agencia de detectives. En esa operación estaría involucrado el ahora dimitido Ángel Carromero, que ocupaba, desde septiembre de 2019 hasta esta semana, el puesto de Coordinador General de la Alcaldía de Madrid.
Finalmente, el 'arsenal' contra Ayuso serían unas presuntas comisiones ilegales cobradas por su hermano Tomás Díaz Ayuso por facilitar el contrato para comprar mascarillas por parte de la Comunidad de Madrid a una empresa propiedad de un conocido suyo. Todo un terremoto político al que Ayuso respondió asegurando que se sentía "traicionada por su partido" y que se había utilizado lo que es "más importante" para ella, su "familia".
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