La cara desconocida de Ramón Tamames: Su trabajo como periodista investigador

El Congreso de los Diputados acoge este martes 21 de marzo la sexta moción de censura de la democracia española. En este caso, presentada por la formación política VOX y con Ramón Tamames como candidato. El reconocido economista, y también periodista investigador, fue dirigente del PCE con Santiago Carrillo y ahora es la propuesta para relevar a Sánchez en la Moncloa de la mano de Santiago Abascal.

Ramón Tamames se ha convertido en uno de los economistas más respetados y admirados por sus compañeros de profesión, no sólo por sus conocimientos en materia nacional, sino también por su amplia tarea de investigación y divulgación internacional. Entre sus principales textos económicos se encuentran ‘Estructura económica internacional’, ‘Introducción a la económica internacional’, ‘Estructura económica de España’ o ‘Diccionario de economía y finanzas’.

Su obra, una extensa bibliografía que se compone de novela, historia, economía, filosofía y política, constituye una avanzadilla dentro del periodismo de investigación en España. Rompió los moldes preestablecidos y facilitó una información detallada sobre los increíbles métodos de determinados personajes polémicos y peligrosos para el sistema a finales del pasado siglo.

Pionero en prosa periodística de investigación 

En 1984, el economista Ramón Tamames intervenía en la extinta cadena de radio Antena 3. Por aquel entonces, Tamames ocupaba las páginas de los medios de comunicación por su inconformismo con lo establecido, como años antes lo había hecho con sus lecciones magistrales como profesor en las licenciaturas de Ciencias Económicas y Empresariales, así como en Ciencias de la Información.

Ramón Tamames, con sus obras, fue pionero de la mejor prosa periodística de investigación basada en la fórmula del ajuste, precisión y claridad. En el libro ‘Perfiles de Ramón Tamames’, coordinado por su discípulo y gran amigo el brillante profesor Gustavo Matías Clavero, del que soy uno de los coautores, ya dejo constancia de que fue Tamames. La persona que incorporó a su vocabulario una palabra fundamental contra la que tuvo que luchar a través de sus investigaciones periodísticas: ‘proteccionismo’, es decir, "la insaciable voracidad de algunos por lograr los propios intereses a expensas del desarrollo de los demás”.

Aquel vital concepto de Tamames yo lo desarrollaría y analizaría, tiempo después, en mi tesis doctoral ‘El Oligopolio catalán en los medios de comunicación españoles’, tesis dirigida por el catedrático de Teoría de la Información de la Universidad Complutense de Madrid Felicísimo Valbuena. Bajo la tutela del reconocido catedrático, y siguiendo los métodos establecidos por Ramón Tamames en sus libros ‘La lucha contra los monopolios’ (1961) y ‘Los monopolios en España’ (1967), empleé modelos para simular cómo hubiera sido nuestra Historia si todos los españoles hubiéramos tenido las mismas oportunidades, sin “proteccionismos” ni monopolios.

Además de ambas obras, Ramón Tamames ha publicado otros brillantes trabajos como ‘Los centros de gravedad de la economía española’ (1968), ‘La República. La era de Franco’ (1974), ‘Adónde vas, España’ (1976), ‘La oligarquía financiera en España’ (1977), ‘Una idea de España, ayer, hoy y mañana’ (1985), ‘La Reconquista del paraíso más allá de la utopía’ (1993) y que, en mi parecer, evidencia que “mirar a la realidad al estilo de las pinturas egipcias, sin perspectiva, sólo puede llevar a la falsificación, la hipocresía, el envilecimiento y el predominio de la tontería generalizada sobre la sensatez”.

En los medios de comunicación actuales, donde el periodismo de investigación apenas existe para no herir sensibilidades marcadas e interesadas, donde se utiliza en demasía el periodismo de declaraciones, nunca de opinión, y donde se ha producido la desertización del periodismo crítico, oír la voz matutina de Tamames o leer sus crónicas periodísticas supone un ejercicio de libertad. Significa romper los peligros que nos llevan hacia la soberanía, control y hegemonía de unos pocos que se consideran elegidos por la gracia única de la fortuna y la lengua.

En sus libros y columnas periodísticas, Tamames aportó aspectos inéditos y novedosos, componentes esenciales del llamado periodismo de investigación, un género que afortunadamente ha conseguido despertar la curiosidad de los investigadores académicos y sobre el que ya existe diversas tesis doctorales elaboradas. Una de ellas es la escrita por el doctor Luis Díaz Güell en el año 2003, defendida en la Universidad Complutense de Madrid y también dirigida por el profesor Felicísimo Valbuena, donde se definen las seis principales características del periodismo de investigación.

Críticas hacia el franquismo 

La lucha política de Ramón Tamames ha sido una de las temáticas principales de algunas de sus obras. Su novela ‘Historia de Elio’ (1976) está basada en sus experiencias personales en la lucha política contra el franquismo, para salvar, al menos, el derecho a la información de los lectores, radioyentes o telespectadores que lo reclaman.

Algún ejemplo del periodismo de investigación serían los textos sobre el franquismo, la Falange Española y el Opus Dei. En su obra sobre el franquismo se analiza, por primera vez en España, y de forma arriesgada y crítica, el papel desempeñado por la Falange durante el régimen dictatorial.

En referencia al Opus Dei, fue el primero en indicar que la Obra tenía en el Gobierno de Franco a varios ministros instalados, como Alberto Ullastres en Comercio y Mariano Navarro Rubio en Hacienda, además de un director general en Información y subsecretarios y directores generales en Obras Públicas y Educación.

Era el Gobierno de 1957, el del Plan de estabilización económica y el de la primera apertura hacia el exterior, con el establecimiento de vínculos con el Fondo Monetario Internacional, la Banca Mundial y los consejeros económicos de la Casa Blanca.

Más tarde, Tamames definió al Gobierno de Franco de 1969 como “el Gobierno monocolor”, ya que consideraba que de los dieciocho ministros, once pertenecían al Opus Dei. Estos planteamientos fueron ferozmente criticados por ciertos órganos de propaganda próximos a Escrivá de Balaguer, como, por ejemplo, la revista Nuestro tiempo, en su número 236, de febrero de 1974.

Lucha Política 

En 1976 empezó a formar parte del comité Ejecutivo del Partido Comunista de España (PCE), siendo elegido diputado a las Cortes Españolas en 1977, 1979 y 1986. Fue firmante de la Constitución española de 1978 y, desde entonces, un firme defensor de la misma.

Formó parte de las negociaciones de los Pactos de La Moncloa. Tras los problemas internos con el líder comunista Santiago Carrillo, dejó el PCE en 1981 y fundó en 1984 la Federación Progresista. Fue primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Madrid, bajo el mandato de Tierno Galván, y presidente de la mesa Pro-Referéndum sobre la OTAN. Su último periplo político llegó de la mano del expresidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, en el Centro Democrático y Social (CDS), donde ingresó en 1989.

Tres años después entró a formar parte del Club de Roma y, en ese mismo año, fue nombrado catedrático Jean Monnet de la Unión Europea. Precisamente, Tamames siempre ha sido un entusiasta del proceso de integración europeo y ya en su tesis doctoral de 1964, titulada ‘Formación y desarrollo del mercado común europeo’, trató este tema.

Perfil mediático

En el mapa mediático destaca su presencia histórica como miembro fundador del diario ‘El País’. Y hoy en día sigue escribiendo artículos para diferentes periódicos electrónicos, como lo hizo años atrás en la agencia Fax Press o el diario ‘El Mundo’. También participó en la tertulia del espacio radiofónico 'Protagonistas’ (que dirigía Luis del Olmo en la desparecida cadena radiofónica Punto Radio), aunque hay que recordar su participación principal en el programa ‘La Mañana’, que dirigía el malogrado Antonio Herrero en la cadena COPE, donde llegó procedente de la ya desaparecida Antena 3-Radio.

Una etapa en la que se desarrollaba un periodismo de investigación hoy en día prácticamente en desuso, ya que vivimos en una farsa mediática que, desgraciadamente, perdura desde hace demasiado tiempo. Fue durante este periodo mágico de la consolidación del periodismo de investigación en la cadena COPE, donde convivían periodistas de la talla de Encarna Sánchez, José María García o Antonio Herrero, a los que tuve la oportunidad de conocer y, en algunos casos, de trabajar con ellos.

Aunque apenas coincidían, compartían “muchos puntos de vista que eran vitales para el devenir de España en esos delicados momentos cuando la corrupción era la moneda de cambio”. Era la llamada “época del pelotazo”, donde cada día despertábamos con un nuevo escándalo.

Si a lo largo del tiempo, la sociedad rompiera con esta tendencia a la baja que vivimos dentro del panorama mediático español, a algunos les encontrarían preparados, listos para satisfacer esa demanda, orgullosos de haber mantenido viva la pasión del oficio, como siempre aconsejó Tamames, con el fin de ofrecer el retrato más riguroso, imparcial e implacable.