Álvarez-Pallete juega su última carta en Telefónica festejando la victoria de Sánchez
José María Álvarez-Pallete intenta compensar la dramática depreciación de Telefónica con fuegos artificiales.
José María Álvarez-Pallete afronta el que puede ser su último baile en Telefónica. El directivo ha presentado unos aseados resultados trimestrales, dotados del malabarismo típico de la casa para salir bien en la foto.
Pero estos números convertidos en maquillaje no evitan que los accionistas e inversores dejen de penalizar a una compañía que no deja de depreciarse. Álvarez-Pallete prefiere hablar sobre su ambicioso nuevo plan estratégico que anuncia a bombo y platillo a través de un renacido “investor day” para el mes de noviembre que no se convocaba desde hace doce años.
Este nuevo plan de negocio de la 'teleco' para el periodo 2023-2026 lleva el rimbombante nombre, nada más y nada menos, que de 'GPS' (por las siglas en inglés growth, profitability y sustainability), es decir, un programa diseñado para priorizar el crecimiento, la rentabilidad y la sostenibilidad, "con los clientes en el centro y la digitalización en el corazón".
Toque
Álvarez-Pallete sabe que es su última oportunidad tras el último toque del Consejo de administración de la compañía, con Isidre Fainé como maestro de ceremonias. Ya no hay más oportunidades; se terminó el tiempo.
O reflota la compañía, una de las peores del sector, o no celebrará como presidente el próximo centenario de la compañía en el 2024. Y eso que los resultados de Alberto Núñez Feijóo han impedido un volantazo en la compañía.
Algunas voces presumían de que la llegada del PP a La Moncloa iba a suponer la sustitución de Álvarez-Pallete por Pablo Isla, al que algunos medios económicos presumen una sintonía con Núñez Feijóo mucho mayor de la que existe en realidad, admiten en Génova 13. Y es que el final de su mujer Eva Cárdenas en Zara no fue lo dulce que se contó...
Álvarez-Pallete y Pedro Sánchez, cinco años de cercanía
A inicios de 2016 José María Álvarez-Pallete probablemente no tenía ni idea de que en marzo de ese año iba a relevar a César Alierta al frente de Telefónica, ni Pedro Sánchez, a comienzos de 2018, que en junio iba a liderar una moción de censura contra Mariano Rajoy que le iba a propulsar a La Moncloa.
Por aquel entonces Sánchez no ocultaba su antipatía contra Telefónica, de hecho, el líder socialista señaló a Alierta por sus presiones en una entrevista concedida a Salvados. Pero Sánchez, huérfano de padrinos entre los poderes económicos, sí que sintonizó desde un primer momento con Álvarez-Pallete, que tampoco iba sobrado de amigos en el Ibex35.
Fuentes de La Moncloa señalan que a Sánchez y a Álvarez-Pallete les ha unido "su antipatía hacia César Alierta y su amistad con Rosauro Varo". A tal extremo ha llegado la relación que el presidente del Gobierno y el de Telefónica han compartido la práctica del deporte en los últimos meses en La Moncloa.
La prueba de fuego de la simpatía de Sánchez hacia Álvarez-Pallete se produjo cuando el presidente de Telefónica en 2018, a petición de La Moncloa, rompió su pacto con el Banco Santander en el Grupo Prisa.
Álvarez-Pallete dejó caer a Javier Monzón, para enfado de Ana Patricia Botín y alegría del sanchista Joseph Oughourlian. Y el pasado año remató la operación al vender el 7% que Telefónica poseía en el editor de El País y la Cadena SER a un grupo de empresarios afines al presidente del Gobierno.
Este grupo inversor está liderado por el músculo económico de Andrés Varela Entrecanales, íntimo de los dos principales asesores sanchistas en materia de comunicación: Miguel Barroso y José Miguel Contreras.
Los resultados del trimestre no hacen olvidar la depreciación bursátil
Telefónica explica que ha acelerado su crecimiento durante el segundo trimestre del año con un beneficio de 462 millones de euros, un 44,5% más que en el mismo periodo de 2022. Entre abril y junio de este año, avanza la teleco, sus ingresos se han elevado un 0,9%, hasta los 10.133 millones de euros, "y han confirmado así su favorable progresión al seguir creciendo por quinto trimestre consecutivo", añaden.
Álvarez-Pallete afirma que "Telefónica acelera en el cumplimiento de sus objetivos durante el segundo trimestre y confirma la solidez de su negocio y el buen momento de la operadora, lo que nos permite mejorar el ‘guidance’ y renovar nuestra ambición para avanzar hacia una nueva visión de compañía".
El directivo dice que Telefónica está enfocada "en el cliente y en la creación de valor para el accionista, y con la tecnología como factor decisivo para comprender y conectar mejor con el mundo, Telefónica prepara su plan 2023-2026 con un modelo de excelencia operativa en torno a tres ejes: Crecimiento, Rentabilidad y Sostenibilidad".
Álvarez-Pallete afirma que "la operadora está en una posición de ventaja para capturar todas las oportunidades de crecimiento de la era digital. Telefónica no se conforma con adaptarse al futuro, sino que se ha propuesto modelarlo con una evolución radical. Los nuevos tiempos nos cogen bien preparados para anticiparnos, dar la mejor respuesta y completar el desafiante viaje que emprendimos hace casi cien años. Ha llegado nuestro momento. Es tiempo de Telefónica. Estamos listos para el futuro".
Lo cierto es que el futuro no es nada halagüeño para Telefónica, que a pesar de reducir deuda se muestra incapaz de frenar la sangría bursátil que sufre la compañía en los últimos años. Pese a ello, Álvarez-Pallete prometía en 2019 que la acción de la teleco "iba a reflejar su auténtico valor". Pero ese momento parece lejos de llegar.
El área audiovisual no contribuye a la mejora de Telefónica
Telefónica apuesta por resetear Movistar Plus+, que hoy arranca periplo tras el cierre de #0 y la decisión de relevar Lite por una oferta de streaming que incluye partidos menores ligueros y otros con más entidad de Champions League, tal y como adelantó Elcierredigital.com.
En la nueva etapa los clientes de la plataforma, por lo pronto, han perdido 14 diales que tenían en su paquete básico, entre otros AMC o el Canal Hollywood, ya que Movistar Plus+ ha roto su acuerdo con Hispasat.
Además, el área audiovisual de Telefónica estrena etapa con mal pie ya que Competencia les ha impuesto una multa de 5 millones de euros por incumplir su acuerdo de fusión con Digital+ de 2015 que les imponía ofrecer sus contenidos premium a sus competidores, algo que no han hecho al cerrar un acuerdo exclusivo con Dazn para emitir la Fórmula 1.
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