23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Mélenchon, líder de la izquierda más radical, podría dar la sorpresa y entrar en la segunda vuelta, que se votará el 24 de abril

El futuro de Europa se dirime este domingo en Francia: La elección entre Macron o Le Pen

Emmanuel Macron.
Emmanuel Macron. / Presidente de Francia.
Emmanuel Macron podría mantenerse al frente del Elíseo ya que parte como gran favorito en la primera vuelta de las presidenciales francesas que se votan este próximo domingo. La duda es quién le acompañará en las urnas el 24 de abril: la extrema derecha de Le Pen o el 'podemita' Mélenchon.

De los 68 millones de franceses, 48 están llamados este domingo a las urnas para elegir al huésped del Palacio del Elíseo en una primera vuelta en la que se evidenciará la crisis de los partidos tradicionales en el país galo. 

Y es que neogaullistas (Los Republicanos de Chirac o Sarkozy) y los socialistas tienen nulas opciones de pasar a la segunda vuelta del próximo 24 de abril. Se da por seguro que en esta ronda definitiva estará el actual primer ministro francés, Emmanuel Macron. 

El exministro socialista y líder del centrista En Marcha, una suerte de Ciudadanos, ha cortejado varias crisis durante el último lustro sin quemarse demasiado. Eso sí, su plan de ahorro mediante recortes en gasto social ha saltado por los aires gracias a la eficaz presión de los 'chalecos amarillos' y la covid19.

Le Pen

Las encuestas pronostican que Marine Le Pen podría volver a pasar a la segunda vuelta, tal y como ocurrió en 2017. Su discurso islamófobo (prohibirá el velo en espacios públicos) es compensado con un agudizado discurso social que le ha valido para robar votos en los caladeros tradicionalmente izquierdistas. 

Es cierto que la pérdida de identidad francesa por la inmigración ha llevado a Francia a girar a la derecha, que rebasa el 60% de previsiones de voto. La izquierda fía sus esperanzas en la 'podemita' Francia Insumisa de otro exministro socialista, el veterano Jean-Luc Mélenchon, amigo personal de Pablo Iglesias, que podría beneficiarse de la debacle socialista que lidera la alcaldesa parisina Anne Hidalgo y de la pérdida de votos de Le Pen a cuenta de un candidato supremacista, el tertuliano Éric Zemmour que parece haberse desinflado en los sondeos. 

La campaña, con ausencia de debates por decisión de Macron y Le Pen, ha estado marcada por Ucrania, ya que algunos recuerdan las simpatías pasadas con Putin tanto de Mélenchon como de Le Pen, mientras que otros afean que Macron negociase con Putin por intereses electoralistas para dejarse ver como el gran líder europeo tras la jubilación de Ángela Merkel. 

Gasto social

Macron hizo fortuna en 2017 haciendo gala de un discurso antisocial: "Destinamos una cantidad demencial de dinero a los subsidios sociales, pero la gente sigue siendo pobre. No logramos solucionarlo. La gente que nace pobre sigue siendo pobre. La que cae en la pobreza sigue siendo pobre. (…) Hay que responsabilizar a las personas". 

Marine Le Pen. 

El exministro de François Hollande presentó un plan de pobreza que, tal y como explica France 24, prometía desayunos gratuitos en algunas escuelas, almuerzos de un euro en las cafeterías de algunos municipios, plazas en guarderías para niños de familias desfavorecidas, un servicio público de integración y una nueva renta universal de actividad (RUA) que fusionaba varios subsidios sociales.

Macron tenía previsto recortar 25.000 millones, 15.000 en salud, y ahora, visto que no tiene fácil sacar la tijera, asegura que antepondrá los deberes a los derechos y propone la obligación de los ciudadanos que cobren subsidio de "dedicar entre 15 y 20 horas semanales a una actividad que permita la reinserción en la vida laboral, bien sea mediante la formación laboral o el empleo parcial".

Mélenchon 

La eurodiputada Manon Aubry, de la Francia Insumisa de Mélenchon, asegura que los buenos pronósticos son "fruto de una estrategia centrada en la defensa de un programa, 'L’Avenir en commun' (El Futuro en común), que responde a las aspiraciones de la sociedad. La campaña de L’Union Populaire, la candidatura que encabeza Mélenchon, traduce políticamente la tremenda vitalidad de los movimientos sociales desde hace cinco años: chalecos amarillos, marchas climáticas, movilizaciones contra la violencia policial, marchas contra los feminicidios, defensa sindical de las pensiones, etc.". 

"El trabajo de fondo realizado durante el último año con ONG, intelectuales y ciudadanos ha permitido redactar un proyecto completo, preciso, detallado y cuantificado, y conformar un equipo capaz de gobernar poniéndolo en marcha. Frente a la obsesión antimusulmana de la extrema derecha y a los clichés neoliberales de la derecha, L’Union Populaire aporta un proyecto de izquierdas creíble, que planta cara a las multinacionales y al modelo neoliberal europeo, y reivindica la competencia y la seriedad necesarias para el ejercicio del poder", explicaba.

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