26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La asociación SosDesaparecidos y la APDPE colaboran desde 2018 para ayudar a las familias que sufren este grave problema

Así es el complicado trabajo de los detectives en la búsqueda de personas desaparecidas

Enrique Hormigo, presidente de la APDPE.
Enrique Hormigo, presidente de la APDPE.
En España hay un registro histórico de unos 12.300 desaparecidos y cada año se producen unos 1.200 casos que son resueltos en su mayor parte gracias a la colaboración de asociaciones como SosDesaparecidos y las autoridades y luego gracias a la intervención en numerosas ocasiones de detectives privados que llegan allí donde la Policía no puede llegar. La APDPE cuenta cómo intentan resolver estas desapariciones y alertan de que "las primeras 48 horas son las más importantes".

El registro del Centro Nacional de Desaparecidos cuenta con una base histórica de 12.300 personas desaparecidas en nuestro país que no han sido encontradas. Anualmente se producen unas 1.200 más, que en la mayor parte de las ocasiones son resueltas eficazmente por Policía y Guardia Civil. Pero allí donde no llegan estos cuerpos o las policías autonómicas lo hace como última herramienta los detectives, que están muy preparados y trabajan alejados de esa aureola mítica que les ha puesto el cine de Hollywood.

Desde septiembre de 2018 la asociación SosDesaparecidos cuenta con la ayuda de la Asociación Profesional de Detectives de España (APDPE), que se han convertido prácticamente en un recurso más para encontrar a personas desaparecidas, incluso a las que no quieren ser encontradas.

"Los detectives están siempre cuando las autoridades abandonan la búsqueda por cualquier causa. Ellos siempre ayudan y son muy profesionales y con un reglamento muy escrupuloso, nada que ver con la imagen de las películas americanas", explica Joaquín Amils, presidente de SosDesaparecidos. En general, los detectives privados cuando intervienen en desapariciones llegan a lugares donde la policía o guardias civiles no pueden llegar, a entornos de amigos, familiares o gracias a la libertad mayor de movimientos.

 Joaquín Amils de SosDesaparecidos.

"Nosotros sabemos que yendo de la mano de la APDPE estamos bien asesorados a la hora de iniciar procesos de búsqueda cuando otros caminos se agotan", dice Amils, que reconoce su gran utilidad "en algunos casos de menores desaparecidos". Pero los detectives son caros y por eso "tenemos un convenio firmado con ellos en los que hay bonificaciones de sus tarifas, desde el 25 a cien por cien de sus tarifas oficiales dependiendo de la situación económica de las familias que contraten sus servicios", explica Amils.

Sobre los límites de su actuación explica Enrique Hormigo, presidente de la APDPE, que cuenta con 400 asociados de los 1.500 que existen en España que "nuestro trabajo está claramente regulado por el artículo 48 de la Ley de Seguridad Privada". El funcionamiento es simple, la APDPE recibe las alertas de SosDesaparecidos en tiempo real y a su vez esta alerta es mandada a todos los asociados de la APDPE. Explica Hormigo que "en temas de hechos delictivos solo entramos cuando se archiva la causa judicialmente. Cuando no hay hechos delictivos detrás entramos sin problemas y hay que explicar a la gente que las primeras 48 horas son fundamentales. Cuando pasan más de 15 días esas desapariciones son inquietantes, pero si el desaparecido está protegido por el entorno solemos tener éxito y lo podemos localizar".

 Búsqueda de un desaparecido en un río.

Pero como explicaba Amils los detectives no son baratos y "por eso incluso los primeros estudios o asesoría antes de hacernos cargo son servicios gratuitos, hay incluso un turno voluntario de desaparecidos donde se apuntan los asociados y siempre atendemos a las necesidades económicas de los familiares". Además, no cualquiera puede contratar un detective privado.

Según explica Hormigo, "tiene que haber un vínculo y una causa real, que respete siempre los derechos fundamentales de las personas. Suelen llamarnos los familiares como último recurso y en general, los resultados son buenos". ¿Y qué ocurre cuando se localiza a alguien que no quiere ser localizado? "En ese caso hay que respetarlo, pero intentamos una intermediación, pasamos notas de la familia al desaparecido y viceversa y suele funcionar para que al menos el desaparecido dé el primer paso y que la familia se quede tranquila", añade el presidente de la APDPE.

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