25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El asesinato del joven concejal del partido popular de Ermua rompió el miedo de la pasiva sociedad española ante la barbarie de la banda terrorista

Homenaje a las otras víctimas de ETA : Antes y después de la muerte de Miguel Ángel Blanco

El Cierre Digital en Manifestación a favor de la liberación de Miguel Ángel Blanco.
Manifestación a favor de la liberación de Miguel Ángel Blanco.
El secuestro y asesinato del concejal del Partido Popular Miguel Ángel Blanco por la banda terrorista ETA el 10 de julio de 1997, puso en pie a la sociedad española contra la banda terrorista . El homenaje al concejal ha recordado la importancia del espíritu de Ermua en la lucha antiterrorista. La unidad de la ciudadanía contra la barbarie terrorista y el recuerdo a las otras víctimas de ETA durante la década de los ochenta puso de manifiesto la repulsa a la violencia.

Han sido 864 las víctimas mortales que la banda terrorista ETA se ha cobrado a lo largo de la historia. Muchos de los asesinatos aún no se han esclarecido. Durante la década de los ochenta, ETA llevó a cabo su actividad más sanguinaria y no fue hasta el asesinato de Miguel Ángel Blanco cuando España levantó la voz y pidió justicia.

La década más sangrienta

Miguel Ángel Blanco fue la víctima que puso a España a clamar por la paz y el final de la banda terrorista ETA. Años atrás, ETA ya había cometido algunos de sus atentados más sangrientos. El endurecimiento de las acciones de esta organización delictiva y la sucesión de atentados, hicieron que la década de los ochenta pasara a la historia como los años de plomo. ETA mataba una persona cada 92 horas. 

El 11 de diciembre de 1987, el Comando Argala tenía un objetivo. La Casa cuartel de Zaragoza situada en la Avenida de Cataluña fue el lugar escogido por la organización para perpetrar uno de los atentados más sangrientos de la historia de ETA. Los terroristas no tuvieron en cuenta la ropa infantil tendida en los exteriores del edificio.

La Casa cuartel de Zaragoza tras el atentado.

Un Renault 18 con 250 kg de amonal acabó con la vida de once víctimas, seis de ellas niños. Seis meses atrás, los miembros del Comando Barcelona dejaron en el centro comercial Hipercor de la Avenida Meridiana de Barcelona un coche bomba cargado con 30 kg de amonal. El atentado se cobró la vida de 21 personas.

Ortega Lara, preámbulo del clamor contra ETA

Tres metros de largo, 2,5 de ancho y 1,80 de altura eran las medidas del zulo en el que el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara pasó 532 días hasta el día de su liberación, el 1 de julio de 1997. Faltaban nueve días para el secuestro de Miguel Ángel Blanco y España fue testigo de la puesta en libertad de José Antonio Ortega Lara. Un hombre con la mirada perdida, acompañado por su mujer y 23 kilos menos. 

José Antonio Ortega Lara junto a su mujer.

El 17 de julio de 1996, José Antonio Ortega Lara fue secuestrado en el garaje de su domicilio de Burgos cuando regresaba del Centro Penitenciario de Logroño donde trabajaba. ETA buscaba presionar al gobierno de Aznar y Ortega Lara era el objeto de chantaje para conseguir el acercamiento de los presos terroristas a las cárceles del País Vasco. El secuestro de Ortega Lara pasaría a la historia como uno de los más crueles, durante el que el funcionario de prisiones sufrió condiciones infrahumanas. “Me costó mucho recuperarme de aquello, pero con ayuda de familia y psicólogos retomé el tren de la vida, quedan secuelas de aquello pero, en general, he vuelto a hacer la vida que quería hacer”, afirma.

48 horas en las que España se rebeló

El 10 de julio de 1997, el concejal del Partido Popular por la localidad de Ermua, Miguel Ángel Blanco, era secuestrado por la banda terrorista ETA. El joven de 29 años se dirigía a trabajar cuando fue abordado por los terroristas. A las 17:30 horas saltaron las alarmas, la banda terrorista ETA había llamado a la emisora Egin Irratia para confirmar el secuestro. El concejal sería asesinado pasadas 48 horas si la organización no obtenía una respuesta por parte del gobierno para acercar a los presos al País Vasco. 

España se movilizó y pidió la liberación del concejal. Uno de los momentos más recordados fue el momento en que su padre, albañil de profesión, se enteró del secuestro de su hijo por la prensa. Las concentraciones se dieron por toda España –manos blancas contra ETA–, las movilizaciones eran multitudinarias y desde el balcón del Ayuntamiento de Ermua, sus padres, su hermana Mari Mar y su novia gritaban “Miguel te esperamos”. 

Manos blancas pidiendo la liberación del concejal Miguel Ángel Blanco.

El edil del PP nunca regresó. Los terroristas le ejecutaron el 14 de julio de 1997 y España se rebeló. El espíritu de Ermua fue un punto de inflexión y el país no volvió a tener miedo. El homenaje por el  25º aniversario del secuestro de Miguel Blanco presidido por el rey Felipe VI, ha vuelto a poner de manifiesto la importancia de recordar aquel terrible suceso que puso en jaque a la banda terrorista. “No podemos permitir que haya generaciones que ignoren lo que pasó en esos dolorosos días de nuestra historia”, afirmó el monarca. 

La última década de ETA

Tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, ETA no cesó en su actividad. Continuaron los atentados en lo que se conoce como la última década de la banda terrorista. La organización comienza a recibir golpes que debilitan su estructura. Tres años después del asesinato del concejal del PP, ETA asesina al exministro socialista Ernest Lluch. Conocido por ser un gran defensor del diálogo con el nacionalismo, recibió dos disparos a bocajarro en la puerta de su domicilio. Y Barcelona se alzó contra el terrorismo.

El exministro socialista Ernest Lluch 

A dos años del cese definitivo de la violencia terrorista, en 2009 ETA comete un nuevo atentado en Palma Nova. Los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada eran víctimas de una bomba lapa colocada en su vehículo. Ambos agentes murieron en el acto. "Deben pudrirse en la cárcel. Es gente que ha atentado contra la vida y la libertad", sostuvo Antonio Salvá, padre de uno de los fallecidos.

A día hoy, 300 atentados cometidos por la banda terrorista ETA siguen sin esclarecerse. Las víctimas reclaman justicia.

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