19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El psicópata fetichista Jerome Henry Brudos, conocido como Jerry Brudos, tenía obsesión con la ropa femenina y especialmente con los zapatos de tacón

La vida de ‘the Lust Killer’, el asesino que coleccionaba los zapatos de sus víctimas

Jerome Henry Brudos, más conocido como Jerry Brudos, o como el ‘asesino fetichista’, mató a cuatro chicas jóvenes en Estados Unidos, cuyas edades estaban comprendidas entre los 19 y los 24 años. También Intentó arrebatar la vida a otras tantas, pero por suerte consiguieron escapar del terrible final que este asesino fetichista les tenía preparado.

Jerome Henry Brudos, más conocido como Jerry Brudos, o como el ‘asesino fetichista’, se dedicaba a secuestrar a jóvenes estudiantes para posteriormente matarlas y masturbarse vestido con sus prendas de ropa, incluyendo los zapatos de tacón de sus víctimas por los que tenía una obsesión.

Los zapatos de tacón de sus víctimas.

Nacido el 31 de enero del año 1939 en un pueblo de Dakota del Sur, en Estados Unidos. Sufrió una infancia traumática influida por su propia madre, quien se encargaba de maltratarlo tanto física como psicológicamente por la simple razón de que ella quería una niña, no un niño, y la pagaba con él propinándole severas palizas casi a diario.

Por otro lado, desarrolló cierta obsesión por la ropa de mujer, entre ella los zapatos, y concretamente los de tacones. De hecho, en una ocasión, con tan solo doce años, Jerry robó los zapatos de tacón a una profesora de la escuela, e hizo el intento de hacer lo mismo con la ropa interior de sus compañeras de colegio.

Continuó con esta extraña obsesión durante su adolescencia, momento en el que ya centró su fetichismo hacia estas prendas. Más tarde fue detenido por intento de violación y posteriormente enviado a un centro psiquiátrico, en el que permaneció durante una larga temporada de nueve meses tras haber sido diagnosticado con esquizofrenia.

Su vida familiar

Jerry se casó con Darcie, tuvieron dos hijos y se fueron a vivir juntos a Oregón .La relación con sus hijos estuvo muy marcada por la que él mantuvo con su madre durante su infancia: gritos, maltrato físico y psicológico. Jerry era una persona muy poco cariñosa y así se dejaba mostrar con sus descendientes.

Jerry Brudos y su mujer Darci.

Con su esposa Darci mantuvo una apasionada relación, pero en la que dejaba mostrar sus fetichismos, obligando a su mujer a realizar tareas del hogar con los tacones puestos. Esta era una práctica que a ella le incomodaba en gran medida, y que confesó a la Policía una vez estuvo divorciada de Jerry.

El 'modus operandi' del asesino

No fue hasta el año 1968 cuando cometió su primer crimen. La víctima se llamaba Linda Slawson y era una joven vendedora de enciclopedias de apenas 19 años. Cuando la chica llegó por desgracia al domicilio de Jerry a realizar una de sus ventas cotidianas, se encontró con lo peor. Jerry no dudó en golpearla, arrastrarla hasta el garaje y finalmente estrangularla.

Le cambió de ropa y fotografió el inerte cuerpo de su víctima con los zapatos de tacón que le había puesto para la ocasión. Finalmente, procedió a lanzar su cuerpo al Río Willamette, no sin antes cortarle el pie izquierdo para quedárselo como ‘modelo’ de colección.

El 'modus operandi' que llevaba a cabo constaba de raptar a sus jóvenes víctimas en lugares públicos y trasladarlas al garaje de su vivienda, lugar en el que procedía a acabar con sus respectivas vidas y a ponerse unos tacones para posteriormente masturbarse. Muchas de ellas conseguían huir, pero otras, por desgracia, no corrieron con la misma suerte.

Jerry Brudos y sus jóvenes víctimas.

Entre las víctimas a manos del asesino fetichista figuran también Linda Salee, Karen Sprinker y Jan Susana Whitney, de 22, 19 y 23 años respectivamente. Las tres murieron a manos del psicópata Jerry Brudos, quien, además, intentó cometer varios secuestros de otras chicas.

Alguna víctima consiguió huir

Aunque la policía cree que el número de víctimas podría ser bastante mayor del que se tiene constancia oficial, por ahora solo se ha constatado que Jerry mató a cuatro personas en un año.

Sharon Wood fue una de las jóvenes a las que el asesino en serie intentó arrebatar la vida. Pero se salvó porque pudo zafarse de él en un intento de forcejeo, mientras éste intentaba secuestrarla en un aparcamiento subterráneo. Tras recibir un golpe en la cabeza con el arma que llevaba en la mano, cayó al suelo y momentos después, el asesino huyó de la zona del intento de crimen porque escuchó que alguien se acercaba a la zona.

La joven de 24 años sobrevivió al ataque y denunció ante la Policía lo ocurrido. Al tomarle declaración, Sharon ofreció un análisis detallado de la situación. Sin embargo, el caso fue investigado como un hecho aislado y el suceso nunca llegó al detective que llevaba el caso de las desapariciones de las otras jóvenes en Oregón.

Otra de las jóvenes que consiguió huir del final que le esperaba en el coche del asesino fetichista fue Gloria Jean Smith, una chica de 15 años.

El fin de sus andanzas

El 29 de mayo del año 1969, el asesino en serie fue arrestado por la Policía tras haber sido acusado de un nuevo intento de secuestro, por lo que se procedió a investigar la vivienda del asesino y fue allí donde se encontraron las pruebas que le incriminaban por completo. Entre estas pruebas se encontraban los restos de las prendas víctimas, que guardaba como una especie de colección.

Jerry Brudos.

Los psicólogos, que analizaron su caso, lo definieron como una persona ‘psicópata fetichista vanidoso y egoísta’, sin ningún tipo de demencia, y altamente inteligente.

Fue sentenciado a cadena perpetua, sin atisbo alguno de libertad condicionada. Fue condenado por el Tribunal por tres asesinatos en primer grado, faltaba uno, pero al no aparecer el cuerpo de la víctima, nunca se pudo demostrar que fue él. Finalmente, Jerry falleció en la enfermería de la cárcel en el año 2006 tras una larga lucha contra el cáncer de hígado, a los 67 años.

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