25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El acusado mató presuntamente a golpes a su esposa y a uno de sus hijos, pero no pudo evitar que el segundo escapara con vida

La juez exige 910.000 euros y embarga tres casas al alemán acusado de matar a su mujer y a su hijo en Tenerife

Momento de la detención de Thomas Handrick por el asesinato de su mujer y su hijo.
Momento de la detención de Thomas Handrick por el asesinato de su mujer y su hijo.
El juicio por el crímen que conmocionó a Tenerife en abril de 2019 se encuentra muy cerca de comenzar. En él, el ciudadano alemán Thomas Handrick será juzgado por el presunto asesinato de su mujer y su hijo mayor, y el intento de asesinato de su hijo menor. El fiscal solicita para Handrick una condena de prisión permanente revisable y 51 años de cárcel.

La magistrada juez titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Arona, Sofía Román Llamosí, ha decretado la apertura de juicio oral contra Thomas Handrick como presunto autor de dos asesinatos consumados y uno en grado de tentativa.

Thomas Handrick ha sido acusado de matar a su mujer y a uno de sus hijos, de 10 años, ocultar sus cuerpos en una cueva y de intentar acabar con la vida de su otro hijo de 7 años. Además, la juez, ha impuesto al acusado una fianza de responsabilidad civil de 910.000 euros y el embargo de tres viviendas en la ciudad de Halle (Alemania). El acusado se encuentra actualmente en prisión preventiva incondicional.

El acusado se encontraba en trámites de divorcio con su mujer, la cual vivía en Alemania con sus dos hijos y llegó junto a ellos a Adeje (Tenerife) el día 22 de abril de 2019 para visitar al acusado, lugar en el que este residía durante largas temporadas. Según la juez, con anterioridad a esta visita, el acusado ya había decidido “acabar con la vida de su pareja”, la cual, según él, “no podía divorciarse del mismo y hacer una vida independiente, y la de sus hijos”.

Los hechos tuvieron lugar el 23 de abril del año 2019, según la magistrada. Esa mañana, el acusado invitó a su esposa y sus dos hijos a realizar una caminata, con la falsa promesa de entregarles unos regalos que había escondido en una cueva ubicada a unos 10 kilómetros del domicilio familiar. La cueva, que se encontraba en un lugar solitario y apartado, había sido escogida por el acusado para asegurar la ejecución de sus actos y evitar que las víctimas pudieran ser defendidas por terceros.

Una vez llegaron a la cueva, según el auto “movido por el ánimo de acabar con la vida de sus esposa e hijos”, agredió a su esposa utilizando las manos y probablemente una piedra, pese a que la mujer trató de defenderse, esta cayó al suelo aturdida, donde el acusado le aplastó el cráneo con una piedra, produciendo su muerte.

Su hijo mayor, de 10 años, trató de defender y proteger a su madre, pero el acusado “movido por el mismo ánimo de terminar con la vida de dicho menor”, le golpeó “brutal y reiteradamente” utilizando piedras que se encontraban en la cueva, que una vez tendido en el suelo, murió debido a los múltiples traumatismos sufridos en el cráneo y la cara, no sin antes sufrir de gran manera por los golpes recibidos.

En cuanto a su hijo menor, de 7 años, logró escapar del lugar al presenciar los terribles actos que estaban sucediendo. Pese a su corta edad, fue capaz de sobrevivir vagando por el monte durante varias horas, recorriendo más de cuatro kilómetros. Según la instructora, el peligro que corría la vida del menor era algo “plenamente conocido” por el acusado, el cual le había “dejado a su suerte ante la creencia de que fallecería antes de lograr auxilio”.

Según el relato, después de que se consumaran los crímenes, Handrick se marchó a su domicilio, “donde después de desprenderse de las ropas manchadas de sangre, lavarse y cambiarse, se acostó, hasta que, sobre las 19 horas, acudieron al lugar agentes de Policía Local. Este caso pasa a manos de un tribunal de jurado que se constituirá ante la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife.

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