25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Si Ángel Garrido consigue aprobar esta Ley, estos centros podrán expedir títulos propios haciendo perder dinero a universidades de Madrid

Polémica al pretender el Gobierno de Madrid convertir en universidades privadas a tres centros adscritos

Rectorado Universidad Complutense.
Rectorado Universidad Complutense.
EL Gobierno Autonómico de Ángel Garrido pretende aprobar una Ley autonómica para poder convertir en universidades privadas tres centros de estudios adscritos hasta ahora a otras tantas universidades. Esta decisión del Gobierno del PP no ha sentado bien en algunos círculos académicos ya que los centros universitarios existentes en la región perderían ingresos. Un debate económico que se enmascara en uno educativo.

La Asamblea de Madrid ha aprobado el proyecto de ley por el que se autoriza la creación de ESIC Universidad. De esta forma, ESIC Business & Marketing School, hasta ahora adscrita a la Universidad Rey Juan Carlos, podrá impartir y expedir sus propios títulos de grado sin tener que estar adscrita a otra universidad.

La decisión del parlamento regional, que aprobó por mayoría la propuesta, concluye el proceso iniciado por ESIC en julio de 2014, cuando solicitó al Gobierno de la Comunidad de Madrid la autorización para crear ESIC Universidad, con el fin de aglutinar las titulaciones oficiales que ya imparte y ampliar la oferta formativa con nuevos grados y títulos que respondan a las necesidades de las empresas.

También resultarán beneficiados el IEB (Instituto de Estudios Bursátiles), escuela hasta ahora adscrita a la Universidad Complutense de Madrid y el Centro Universitario Villanueva adscrito a su vez también a la Universidad Complutense de Madrid.

Para Ángel Garrido, presidente de la Comunidad Autónoma, y el Consejero de Educación, Rafael Van Grieken, esta es su principal prioridad antes de que se disuelva la cámara autonómica y el Gobierno pierda su capacidad legislativa ante las elecciones del 26 de mayo. El mecanismo usado por el Gobierno del Partido Popular es mediante Ley autonómica en lectura única y sin debate parlamentario.

Sin embargo, las distintas fuerzas políticas ya se han posicionado ante esta decisión. El portavoz de Educación del Grupo Socialista en la Asamblea, Juanjo Moreno, aseguró que “no hay más espacio para universidades privadas” en la Comunidad y ponen en dudas “las prisas” existentes por parte del gobierno.

Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid. / Europa Press. 

Por su parte, Eduardo Fernández Rubiño, portavoz de Políticas Universitarias de Podemos, ha mostrado su disidencia en Twitter. “Lo dijimos: alfombra roja a las privadas mientras recortan, desprestigian y maltratan a las públicas”, escribía en la red social.

Guerra académica  

El Consejo Universitario dependiente de la Dirección General de Universidades y donde están representadas todas las universidades ha informado negativamente este proyecto. Aunque este informe no es vinculante. Según ha podido saber Elcierredigital.com el que más protestó fue el Rector de la Complutense, que pierde ingresos de dos de sus centros adscritos. Hay que recordar que, en España, la legislación sobre universidades corresponde a los gobiernos autonómicos y no al central en función de los artículos 149 y 156 del Título VIII de la Constitución que tratan sobre los techos competenciales entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Con lo que el papel de la Dirección General de Universidades en estos asuntos es meramente opinativo y para dar consejos.

Hasta ahora estas escuelas de negocios funcionaban como centros adscritos a diversas universidades privadas con sede en la Comunidad de Madrid, pero ahora tendrán rango de Universidad Privada y podrán actuar con total autonomía a la hora de expedir títulos de grado, postgrado y masters, así como elegir sus temarios y cátedras siempre dentro de las normas y leyes de rango autonómico que se encargan del control de los estudios superiores en la Comunidad.

La guerra en los cenáculos del poder académico está servida. Por un lado, tres nuevas universidades privadas servirán para crear nuevas redes clientelares mediante la creación de cátedras y los vínculos con empresas privadas. Por otro lado, las universidades a los que estaban adscritas hasta ahora pierden una fuente de ingresos importantes. En todo caso, un debate donde lo que menos importa es el bajo nivel del sistema universitario español y sí los pingues beneficios que la emisión de títulos oficiales genera en España.

El origen de todo es el maltrato sistemático de las universidades públicas, sobre todo la complutense, a estos centros. Tenían que pagar a la complutense el 100 por 100 de la matrícula, no les dejaban poner en marcha nuevas titulaciones, exigían que los profesores fueran de sus departamentos o de lo contrario había denegación de venias.

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