20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Francisco Palomino electrificó el refugio subterráneo del entonces presidente a través de Talleres Palomino y CAE SA se encargó de la ingeniería civil

Los secretos del búnker atómico de La Moncloa: La obra del cuñado de Felipe González

El Cierre Digital en Felipe González y Francisco Palomino.
Felipe González y Francisco Palomino. / Vista aérea de la zona del Palacio de la Moncloa y el perímetro que comprende el búnker.
El misterioso búnker que descansa bajo los cimientos del Palacio de La Moncloa por orden del expresidente Felipe González fue construido por la compañía CAE a finales de los años 80, después de que esta comprase Talleres Palomino S.A. La empresa de Francisco Palomino Romera, cuñado de González, formó así parte de la secreta construcción del refugio atómico subterráneo de tres plantas, encargándose de su electrificación e ingeniería civil.

Bajo los cimientos de la casa de la Presidencia del Gobierno de España, el Palacio de La Moncloa, se esconde un búnker atómico construido en la década de los años 80 por orden del entonces presidente, el socialista Felipe González. A pesar de que este tipo de construcciones de protección institucional se llevaban a cabo en tiempos de guerra o en cualquier otra crisis que hiciera peligrar la seguridad de los países, este recinto subterráneo y acorazado se puso en marcha a raíz de la entrada de España en la OTAN –el 30 de mayo de 1982 nuestro país se convertía en el miembro número dieciséis de la Organización del Atlántico Norte–.

Ahora que la guerra de Ucrania con Rusia amenaza con extenderse al resto del mundo, este búnker podría servir de refugio para el actual Gobierno de España y constituirse como una forma de garantizar la seguridad de los asuntos nacionales. 

El intento de Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 podía haber sido uno de los motivos que hicieron pensar al presidente socialista Felipe González en la necesidad de construir el búnker, que haría la función de un centro de operaciones seguro para los miembros del Gobierno y sus colaboradores más cercanos. Las obras de esta infraestructura darían comienzo entre 1988 y 1989, según ha podido saber elcierredigital.com.

Una construcción a manos de la empresa vinculada al cuñado de Felipe González

Las obras del complejo acorazado le fueron encargadas a la empresa Dragados. Por su parte, para la ingeniería civil, el Gobierno contrató a INITEC –promovida por el ya extinto Instituto Nacional de Industria (INI)– , que subcontrató posteriormente a la empresa Control y Aplicaciones España, cabecera del grupo CAE.

A finales de 1989, esta última compró Talleres Palomino S.A. –de Francisco Palomino Romera, marido de Lola González Márquez, hermana de Felipe González– haciendo que formara parte de la secreta construcción del búnker atómico, tal y como aseguran a elcierredigital.com testigos de la obra. Según reveló la auditoría Deloitte & Touche en 1989, la sociedad CAE compró Talleres Palomino por 310 millones de pesetas en septiembre de ese año. 

Elcierredigital.com contará a lo largo de estos días la historia de Francisco Germán Palomino Romera, el que fue el más rico de los familiares del expresidente del Gobierno socialista. Conocido empresario de Sevilla, Palomino estuvo muy bien relacionado política y económicamente. Hombre de escasas apariciones en la prensa, saltó a los periódicos tras ser relacionado con las obras del búnker de La Moncloa.

Talleres Palomino.

La construcción de este búnker se llevó a cabo bajo el más estricto secreto, de manera que los empleados de la obra se vieron obligados a firmar contratos de confidencialidad. La edificación de la infraestructura acorazada fue clasificada como "secreto oficial", por lo que los operarios estaban sometidos a la Ley de Protección de Secretos Oficiales. Sin embargo, a ojos del mundo, la obra consistía en la reforma de las galerías subterráneas del Palacio de la Moncloa y la construcción de un parking

Talleres Palomino, ya vinculado a la compañía CAE, llevó a cabo la electrificación del refugio ordenado por Felipe González por un importe de tres millones de euros, según aseguró en su momento Alfredo Pérez Rubalcaba. En total, se estima que la obra costó más de 60 millones de euros de fondos reservados. Tal y como apuntó entonces Rubalcaba, un 90% del importe se cobró de la Dirección General de patrimonio y el porcentaje restante del antiguo Ministerio de Relaciones con las Cortes. 

Características de la obra subterránea

La obra del búnker de La Moncloa finalizó en los últimos meses de 1991, en plena Guerra del Golfo. Según su disposición, el refugio tiene su entrada en uno de los edificios administrativos del Palacio de la Moncloa y conecta con el resto de los edificios del recinto mediante túneles subterráneos.

Vista aérea del Palacio de la Moncloa.

Este refugio que Felipe González mandó construir después de la entrada de España en la OTAN, está pensado para resistir el impacto de cualquier ataque nuclear al encontrarse protegido por una capa hormigón de tres metros de espesor.

El búnker soportaría el efecto de bombas nucleares, terremotos, chernobyles y estaría preparado para que sus ocupantes permanecieran en su interior durante semanas. También es capaz de resistir ataques con armas químicas. La instalación cuenta con tres pisos y podría albergar hasta a 200 personas en sus 7.500 metros cuadrados.

El fin del secreto del búnker

En 1994, Alfredo Pérez Rubalcaba aportaba a la Comisión de Secretos Oficiales ciertos datos sobre el misterioso búnker de La Moncloa para demostrar que su construcción no fue ocultada al Congreso. El entonces ministro de la Presidencia provocaba que la oposición solicitase una investigación sobre el posible trato de favor a Francisco Palomino, dueño de Talleres Palomino, por ser el cuñado del presidente del Gobierno.

Una de las estancias del búnker.

No fue hasta 2019 cuando se dejó ver por primera vez el interior de este refugio. En un salón dispuesto como si de una réplica del Palacio de La Moncloa se tratase, el Consejo de Seguridad Nacional presidido por Pedro Sánchez y con la asistencia de la mayoría de ministros y hasta cinco secretarios de Estado se reunía en los subsuelos de la casa de la Presidencia del Gobierno de España.

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