La escort expulsada del Club de La Moraleja: "Le han ofrecido hasta 20.000 euros si deja de hablar"

Hace una semana unos vídeos y fotos se hacían virales y convertían un desagradable incidente ocurrido en el elitista Real Club de La Moraleja en noticia. 

Una joven escort brasileña, de nombre Sol, se dispuso a hacer topless el pasado domingo 10 de julio en la piscina Real Club la Moraleja. Desconociendo las normas del sofisticado recinto privado, Sol sufrió la increpación de varios miembros del selecto club madrileño, convirtiéndose en el foco de atención. Tanto ella como su acompañante se dieron cuenta de que estaba siendo "juzgada e insultada" por las personas que se encontraban en la piscina.

Sin embargo, esto no fue lo más "denigrante" para la joven y J.G.S –socio del club y conocido hotelero que acompañaba a la joven–, pues momentos después el personal de seguridad estaba echando del recinto a la mujer "a golpes". Después de estos hechos y la entrevista exclusiva de elcierredigital.com, la escort ha borrado las fotos de su perfil en la cuenta online 'Slumi', en las que aparecía su cara.

El asunto, uno de los más comentados en los últimos días, ya ha acabado en una denuncia en una comisaría. Sol, días después de convertirse en viral, se puso en manos del abogado Antonio Lozano, del despacho Jiménez y Lozano. La denuncia se ha interpuesto en la comisaria madrileña de Huertas. "La hemos puesto allí porque es la más cercana al despacho y el perjudicado no está obligado a interponer la denuncia donde tuvieron lugar los hechos, en Alcobendas. Ahora, según la Ley de Enjuiciamiento, la comisaria de Huertas lo tramitará al juzgado correspondiente en Madrid y éste se inhibirá para que el asunto sea investigado por el Juzgado de Alcobendas", explica Lozano en conversación con Elcierredigital.com. 

Abogado Antonio Lozano. 

Lozano, que ha llevado casos mediáticos como el del Fórum Filatélico, Afinsa o la Operación Emperador, recibió la visita de Sol tras viralizarse el episodio que sufrió en su polémica visita al elitista club. 

"No hemos puesto una querella, sino una demanda, porque queremos que los hechos los califique un juez. Hemos denunciado tanto lo que pasó en el club como los whatsapps amenazantes que mi cliente ha recibido. Se ponían en contacto con ella números que aseguraban ser socios del club y que decían querer contratarla para luego empezar a insultarla. Uno en concreto, que ya está identificado, le llega a ofrecer 20.000 euros si deja de hablar del tema", explica el letrado. 

- ¿Cree que la difusión del vídeo y de la foto de Sol serán constitutivas de delito?

- Lo pueden ser, desde luego. Está penado difundir imágenes intimas de una persona. Puedo entender la reacción de la señora al decidir grabar lo que estaba pasando por prevención, pero no que luego se difunda. En el despacho he llevado muchos casos que tienen que ver con el bulling o el sexting, delitos relacionados en muchos casos con la difusión de vídeos. Y en la mayoría de ellos, el principal problema es llegar al origen, a quién fue la persona que lo difundió, pero en este caso sabemos desde un principio de dónde ha partido. El otro día, en el programa de televisión Viva la vida (Telecinco), un socio de 42 años del club se acusó a sí mismo al desvelar que fue él quien tomó las fotos de mi cliente en topless y quien se las pasó a un grupo. Evidentemente, pediremos al programa que identifique a esta persona porque con su declaración nos ha hecho gran parte del trabajo. 

- ¿Contra quién se dirige Sol en su denuncia?

- Nosotros no queremos forzar nada. Evidentemente hubo una reacción violenta por parte de las personas que la invitan a abandonar el club, pero no vamos a fingir que las agresiones han sido más de lo que son. No vamos a montar el numerito de presentarla con collarín. Evidentemente, el daño moral es superior al físico. Por otro lado, entendemos que el momento para el vigilante y el socorrista fue muy tenso y complicado. Si ellos piden perdón no iremos contra ellos, porque, evidentemente, la gran responsabilidad es del club. 

Sol es expulsada e inmovilizada por un socorrista y un hombre de seguridad en el Club La Moraleja.

No negamos en ningún momento que ella rompiera algún código de conducta, pero grabar a los socios tampoco es algo permitido. La señora Ana Obregón es socia del club. ¿Qué pasaría si otro socio la grabase tomando el sol? ¿Se tomaría alguna acción contra ese socio? Creo que la dirección del Real Club no está sabiendo gestionar esto. De entrada, dejar que socios estén contando ciertas cosas en los medios creo que no les beneficia. 

- ¿Ha vuelto a tener contacto Sol con J.G.S., el socio que la invitó al Real Club La Moraleja?

- Hasta donde yo sé, no. Evidentemente, no lo debe estar pasando bien. Se están diciendo cosas que yo, de estar en su lugar, ya habría denunciado. Se le ha llegado a acusar de ser el que planea todo este escándalo. No sé si estas cosas se están filtrando por parte de socios, pero desde luego, es muy grave. 

- No sería extraño que se pusiese en contacto con Sol, precisamente por la dimensión del escándalo. 

- A nivel humano sería algo entendible, sí, pero no ha sido así. Ella, desde luego, no se ha puesto en contacto con él. Eso sí lo puedo asegurar. 

- Se ha hablado mucho de las ofertas que Sol ha recibido para visitar algún programa de televisión. ¿Las aceptará? 

- De entrada yo respeto la libertad de actuar de todo el mundo. Mi consejo para mi cliente ha sido que no lo haga. Por una cuestión muy clara. Ella no ha buscado la popularidad. Ella tiene una profesión concreta y todo esto le ha hecho ser un personaje público. Entiendo que los medios, al saltar todo el escándalo, os pusierais en contacto con ella. Sois profesionales. El problema es el ciudadano de a pie que difunde esas imágenes. Vosotros os hacéis eco una vez ya es viral. Sol se ha hecho popular contra su voluntad. No tiene sentido demandar que eso ha cambiado tu vida y luego visitar un programa televisivo a cambio de una remuneración.