25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

TRAS LA TRAGEDIA DE JULEN EN TOTALÁN EN 2019 SE PEINÓ LA ZONA PARA PREVENIR CASOS SIMILARES, "UN PLAN QUE HA RESULTADO INEFICAZ", SEGÚN EXPERTOS

Denuncian "inacción" para evitar los accidentes en pozos: Casi muere en Málaga un joven de 28 años

El Cierre Digital en Pozo cercano al cementerio de Rincón, Málaga
Pozo cercano al cementerio de Rincón, Málaga
Después de la tragedia ocurrida en el caso Julen, el Ayuntamiento de Málaga aseguró peinar la zona para encontrar más pozos ilegales y abandonados. Tres años después, el 23 de agosto un joven de 28 años, que iba paseando con su perro por la zona del Rincón de la Victoria, se precipitó de forma repentina al interior de un pozo. El joven permaneció cinco horas agarrado a una tubería y mantuvo la calma. Gracias a los ladridos de su perro, un hombre llamó al 112 y el joven pudo ser rescatado.

El pasado martes 23 de agosto, el servicio de Emergencias 112 recibió a las 22:30 una llamada de un transeúnte que afirmaba haber escuchado los ladridos de un perro y los gritos de auxilio de un hombre, que había caído a un pozo semienterrado situado junto al cementerio de Rincón, Málaga

El accidentado iba caminando tranquilamente con su mascota cuando pisó una tapa que, al parecer, se encontraba en mal estado, precipitándose de forma repentina al interior de un pozo. Durante la caída pudo sujetarse a una tubería, a la que se se mantuvo agarrado durante unas cinco horas, quedando a una distancia aproximada de unos tres metros de la superficie. El varón, de 28 años, pudo ser rescatado por los bomberos y trasladado al Hospital Carlos Haya con policontusiones derivadas de la caída.

Este accidente ha sucedido tres años después del que costó la vida al pequeño Julen, en Totalán, Málaga. Las denuncias ciudadanas aumentaron y se comunicó la realización de inspecciones por parte de los Ayuntamientos y del Gobierno, con la intención de detectar pozos ilegales y en malas condiciones. 

Pozo por el que cayó Julen.

Además se realizó un peinado de pozos, con el fin de hallar pozos ilegales o abandonados que significasen una amenaza para los transeúntes. Sin embargo, muchas zonas privadas no fueron peinadas y todavía siguen habiendo accidentes que ponen en gran riesgo la vida de los ciudadanos. 

En España hay más de un millón de pozos ilegales repartidos por todo el país, que suelen responder a prospecciones realizadas por particulares para encontrar agua. Se trata de agujeros similares al que cayó Julen en Totalán, y podrían resultar igual de peligrosos para los paseantes. De hecho, en nuestro país se perforan cada mes, sin licencia, entre veinte y treinta pozos como el de Totalán.

Después de lo ocurrido el pasado martes, los ciudadanos cuestionan la actuación policial ya que parece “ineficaz” el plan puesto en marcha tras lo acontecido en el caso Julen. Fuentes cercanas a elcierredigital.com sugieren que “que los remedios que aseguraron hacerse en 2019, no fueron muy eficaces y no se peinaron bien las zonas para evitar tragedias relacionadas con los pozos abandonados”.

Pozo abandonado en Badalona

Santiago Martín Barajas, portavoz del área de Agua de Ecologistas en Acción, denuncia que después del caso de Julen el Gobierno no tomó medidas para acabar con el problema de los pozos ilegales en España. “No ha habido nada nuevo. Algunos ayuntamientos han eliminado algunos de estos pozos tapándolos con tierra, pero nada más”, asegura.

Los investigadores han detectado principalmente perforaciones de pozos y sondeos que carecen de autorizaciones o balsas ilegales de acumulación de agua. La mayoría de instalaciones carecen de medidas de seguridad lo que representa un peligro para la vida o la integridad física de personas o animales, sobre todo cuando las estructuras son abandonadas después de ese aprovechamiento ilegal.

Son muchos los pozos identificados en lugares públicos, pero también son muchos los pozos abandonados o en mal estado que residen en zonas privadas de los que no se tiene constancia de su existencia, por lo que resulta “ineficaz el plan puesto en marcha tras la tragedia de Totalán, ya que siguen ocurriendo accidentes en los que los ciudadanos se ven involucrados al no existir un verdadero protocolo ni ningún tipo de cerco para evitar el acceso a estos pozos abandonados”, informan fuentes cercanas a elcierredigital.com.

Ambigua Ley de Aguas

El problema se agrava por lo que en el campo llaman "el pozo de los 7.000". Una Ley de Aguas que permite a cada propietario excavar en su terreno y sacar agua sin licencia siempre que no supere los 7.000 metros cúbicos. No hace falta ni expediente ni proyecto, sólo hay que comunicarlo.

Luego está el "pozo lunero".  Se llaman así porque ‘’se hacen de noche. Viene un pocero con una rotopercutora y profundiza en busca de agua. ¿Quién vigila la ejecución? ¿Y las características del ancho? Nadie’’, afirman los técnicos consultados. Si la excavación tiene éxito y mana agua de manera abundante, se piden papeles a posteriori. Si no, la mayoría de los huecos se dejan abandonados o abiertos para intentar sacar algo más en días sucesivos.

El artículo 53 de la Ley de Aguas de Andalucía, que hace referencia a pozos abandonados, deja claro que los propietarios de las instalaciones de este tipo que estén en desuso están obligados también a su sellado, previa comunicación al organismo público competente en materia de agua. 

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