28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Su patrimionio se valora en 1.000 millones de euros y en España sus propiedades están en sociedades controladas por su mujer Miranda Rijnsburger

Julio Iglesias sitúa su millonaria fortuna en el paraíso fiscal de las Islas Bahamas cuando cumple 75 años

El cantante español más internacional Julio cumplió este pasado 23 de septiembre 75 años. Una vida llena de éxitos, de fracasos sentimentales, de amores pero también de grandes negocios que le han generado millonarias plusvalías. Hoy, cuando su estado de salud no es precisamente lo más favorable que el quisiera ha decidido reorganizar todo su emporio empresarial. Lo ha trasladado al paraíso fiscal de las Islas Bahamas, cuando en España le acechan pleitos que pueden afectar a su riqueza.

Julio Iglesias cumplió ayer 75 años, tras conmemorar este verano los 50 años de su proclamación como ganador del Festival Internacional de la Canción de Benidorm con 'La vida sigue igual'. Desde entonces, ha forjado un gran patrimonio inmobiliario y realizado múltiples inversiones, que van desde restaurantes, bodegas, aeropuertos, aviones, cosméticos y equipos deportivos hasta una marca de bebidas. Una larga carrera de éxitos, pero también de inversiones económicas a ambos lados del Atlántico que suman más de 850 millones de euros, según la revista 'Forbes'. Hoy se valora en unos 1.000 millones de euros, una cantidad que quiere dejar muy bien atada.

El cantante, que es propietario de una isla entera en las Bahamas, ha decidido que este paraíso fiscal sea la base de sus negocios. Julio Iglesias cumple de sobra los requisitos para ser residente en estas islas caribeñas ya que sus inversiones superan con creces el medio millón de dólares en bienes raíces (inmuebles) que exige la Hacienda de Bahamas. Con este movimiento, elige un lugar tranquilo y seguro en el que realizar todas sus transacciones y gestionar sus múltiples negocios. Todo este movimiento coincide, tal y como adelantó El Cierre Digital, en que Julio Iglesias tendrá que someterse en otoño, a las pruebas de paternidad que le pide Javier Sánchez.

Patrimonio en España

En España, sus activos se aglutinan en dos empresas –Androsemo SL y Bellevue Costa Sol SA–, que son administradas por su esposa, Miranda Johanna María Rijnsburger. La segunda, con domicilio social en el barrio de Salamanca, en Madrid, fue creada la Nochebuena de 1999 con el objeto social de Construcción de edificios residenciales. Esta empresa no presenta cuentas desde el año 2015, en el que valoró sus activos en 4.623.283 euros. Por su parte, Androsemo SL, constituida en 1992 y domiciliada en Marbella, tiene activos declarados por un valor de 7.822.940 euros y no presenta cuentas desde el año 2012. Precisamente, esta sociedad es la titular de las 56 hectáreas que ocupa la finca marbellí del cantante, Cuatro Lunas.

A su vez, el artista posee, también, cerca de diez hectáreas de terreno colindante a esta casa malagueña con el fin de preservar su intimidad.

 

Residencia de Julio Iglesias en Ojen

Desde 2007, Miranda administra, oficialmente, todo el patrimonio del cantante en España. Un año importante, porque fue cuando Julio Iglesias abandonó su aventura en el sector inmobiliario en la Comunidad Valenciana. Siete años antes, en noviembre de 2000, entraba con fuerza como inversor inmobiliario en España. Junto a tres socios, el constructor Andrés Ballester y los empresarios Fernando Polanco y José Lladró, constituyó la sociedad Urcosa SL, que promovía en Altea (Alicante) la urbanización Villa Gadea, un proyecto con 260 chalés y un hotel de lujo de cinco estrellas.

El capital inicial fue de 500 millones, de los cuales Julio aportó un 20%, 100 millones de euros. Justificó entonces su decisión de invertir, en el que denominó su "primer negocio en Valencia", por la seriedad de sus socios y perspectivas de rentabilidad, en un momento en el que el cantante era embajador de las iniciativas de la Generalitat Valenciana de la mano de Eduardo Zaplana. De hecho, llegó a afirmar: "Prometí al presidente Zaplana que invertiría, y así lo hecho".

Inversiones en América

Pero la aventura en la Comunidad Valenciana no acabó tan bien como esperaba y terminó en los tribunales de Justicia. Durante la investigación, reconoció ante un juez dominicano que cobró 5,95 millones de euros a raíz de dos contratos firmados en diciembre de 1997 con el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex). Una cifra que suponía 3,7 millones de euros más de lo que el entonces presidente de la Generalitat Valenciana aseguró haber pagado al cantante por promocionar su Comunidad.

Todo este escándalo hizo que, el 27 de abril de 2007, Julio Iglesias cesara como consejero de las empresas Coll de Rates SA, Altea Futuro SA y Desarrollos Futuros del Algar SL –hoy en liquidación– y unos días más tarde, el 3 de mayo de 2007, lo haría de la empresa Hotel Villa Gadea Altea SL. Curiosamente, solo unos meses después, Miranda tomaba ya registralmente las riendas de los negocios e inversiones de su marido en España.

 

Terreno del cantante a la venta en Indian Creek (Miami)

Pero el gran patrimonio de Iglesias está al otro lado de Atlántico, en EE.UU. y la República Domicana, principalmente. De la mano de su amigo Óscar de la Renta, invirtió para convertir Punta Cana en un gran destino turístico. Iglesias se convirtió en una de las caras más visibles del grupo Punta Cana, la empresa que urbanizó este destino turístico creando apartamentos, hoteles e infraestructuras, como el aeropuerto de esta ciudad caribeña, el primero en su categoría completamente privado, y donde aparece como principal inversor.

A 10 minutos de este, construyó su mansión, valorada en más 20 millones de dólares. Ahora, se especula que ha decidido desprenderse de parte de sus inversiones en esta isla para desplazar sus importantes plusvalías hacia Panamá, sin que haya confirmación oficial todavía.

Lo que sí se conoce fue la puesta en venta el pasado año, según filtró una inmobiliaria, de las 3,24 hectáreas que posee en Indian Creek, la famosa isla de los VIP en Miami. El terreno se habría dividido en cuatro lotes con vistas a Byscaine Bay, cuyo valor total alcanzaría los 150 millones de dólares.

Ahora, Julio Iglesias, no quiere sorpresas y después de amasar una gran fortuna, su prioridad económica es protegerla.

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