25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Fue uno de los sucesos más relevantes e ignorados en la Transición española, al que siguieron otros asaltos sonados en sus mismas oficinas

El misterioso asalto al Banco Central de Barcelona en 1981: De sospechar de documentos del 23-F al robo de dinero

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“Asalto al banco central”, así se llamará la nueva serie de Bambú que ha anunciado FormulaTV. Un proyecto basado en el libro de la periodista Mar Padilla, que relata el golpe dado en 1981 al Banco Central de Barcelona. Ahora, cuarenta años después, la editorial Libros de K.O junto a Bambú, productora conocida por fenómenos como “Velvet”, “Gran Hotel” o “Las chicas del cable”, saca a las pantallas uno de los episodios más oscuros de la transición española.

El nuevo proyecto del libro “Asalto al banco central” ya está en busca de plataformas y cadenas donde poder emitirse en unos meses. La productora de Ramón Campos y Teresa Fernández Valdés ya trabaja para recrear la ficción basada en los hechos trascendentales del 23 de mayo de 1981, cuando una serie de hombres armados asaltaron el banco principal de Barcelona. ¿El objetivo?: exigir la liberación de los responsables del 23F, el Golpe de Estado que había tenido lugar tres meses antes. Uno de los acontecimientos más rebeldes e ignorados en la historia de la Transición española.

PORTADA_LIBROPortada del libro 'Asalto al banco central', de Mar Padilla. (Libros K.O.)

En estos momentos, las productoras negocian con distintas plataformas de modo que puedan iniciar la producción en unos meses. La productora Bambú ha asegurado que “se tratará de una fascinante historia que dará voz por primera vez a todas las partes implicadas en el asalto”.

El asalto

Durante la mañana del sábado 23 de mayo de 1981, sobre las 9:10 horas, el Banco Central de Barcelona era asaltado por un grupo de hombres armados con pistolas y metralletas, justo tres meses después de haberse llevado a cabo el intento de Golpe de Estado del 23F. En el banco se encontraban 300 personas que fueron retenidas durante más de 37 horas.

En un comunicado que los asaltantes habían dejado a la policía en una cabina de teléfonos de Barcelona, se exigía la liberación de Antonio Tejero, Pedro Mas Oliver, Ignacio San Martín y Luis Torres Rojas, implicados directos del Golpe de Estado del 23F, y a los que se referían como “héroes del 23 de febrero”. De no ser así, dinamitarían el banco con las 300 personas que se encontraban en su interior. Así empezaba el mayor secuestro de rehenes de la historia de España, uno de los grandes olvidados de la Transición.

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Diferentes momentos del asalto.

Los miembros del departamento de atracos de la policía de Barcelona y el fiscal de guardia, Alejandro del Toro, dedujeron que se trataban de delincuentes “comunes”, al considerar que el modus operandi y su vestimenta, con botas de tacón cubano, no decía nada más de ellos. En ese momento, instancias superiores los apartaron del caso al considerar que el hecho era “una acción con intenciones políticas protagonizada por miembros de la Guardia Civil”.

Ante las circunstancias, se estableció un gabinete de crisis formado por representantes del gobierno de la nación, del ayuntamiento de la ciudad, de la policía, el ejército y la guardia civil, quienes actuaban con una sorprendente falta de coordinación, que derivó, incluso, en el incumplimiento de los encargos de los GEO, provocando un caos enardecido.

"Cuando llegaron los GEO solo pidieron dos o tres cosas. Por ejemplo, que solo hubiera un interlocutor y que se cortasen las líneas de teléfono con el banco. Eran medidas que parecen de primero de seguridad, pero les dijeron que no. Eso hizo que hubiera particulares que llamasen al banco, como una persona que pidió hablar con uno de los rehenes para preguntarle si le tenía preparado el presupuesto de la reforma de su casa. Tampoco faltaron los medios de comunicación que pidieron hablar con los asaltantes, logrando que el jefe de la banda entrase en antena en directo. Fueron unas decisiones muy poco acertadas, fruto de la adolescencia que vivía la propia democracia y de la falta de experiencia del gobierno a la hora de gestionar una crisis inédita en ese momento", relata Mar Padilla en una entrevista concedida a Cultura.

Y añade que su libro es más bien un “reportaje periodístico largo”, ya que considera que “los periódicos ya no publican este tipo de trabajos”.

 Una gran investigación periodística

“¿Quién estaba detrás del golpe? ¿Cuál era su objetivo? ¿Fue una conspiración desestabilizadora de la extrema derecha o el intento de robo a mano armada más imaginativo de la historia de nuestro país?” Estas eran algunas de las preguntas que se hizo Mar Padilla en su libro y que ha podido resolver gracias a su entrevista con el líder de la banda de atracadores, José Juan Martínez, conocido como Número Uno. También ha contado con la ayuda de jueces, fiscales, otros periodistas, rehenes y espías que han dado voz a esta historia oculta durante mucho tiempo.

Si algo sorprende aún más en este suceso es que existan tan pocas investigaciones sobre el asalto. Esto se debe a las limitaciones que la Ley de secretos oficiales establece en lo relacionado con el Golpe del 23F y el asalto al Banco Central , además de otros temas como la guerra sucia contra ETA o el incendio del Hotel Corona de Aragón.

"Número Uno"

José Juan Martínez, el Rubio, y más conocido como "Número Uno" durante el asalto al Banco Central, fue uno de los delincuentes con más robos en su historial, pues se había dedicado a cometer delitos en entidades bancarias del sur de Francia.

Durante los primeros años de la democracia, el Rubio estuvo vinculado al movimiento anarquista, que contaba con muchos simpatizantes durante la Segunda República y sobre el que las autoridades se preocuparon de desactivar a través de una campaña de "criminalización del anarquismo", por la que se le responsabilizaba de delitos como el atentado contra la sala Scala de Barcelona, un montaje policial que inculpaba  a "militares libertarios" de iniciar un incendio que acabó con la vida de cuatro trabajadores.

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Asalto al Banco Central de Barcelona.

Pero el asalto del Banco Central no tenía nada que ver con los anarquistas. Durante la primera declaración de  José Juan Martínez, éste afirmó que "una persona vinculada a la ultraderecha lo había contratado para entrar en el Banco Central y rescatar unos documentos relacionados con el 23-F que se guardaban en unas de las cajas de seguridad de la entidad". Una labor por la que recibiría un millón de dólares, además de lo que se hubieran llevado del banco.

El plan también requería mostrar su apoyo a los responsables del 23-F. Para ello solicitaban dos aviones: uno para los atracadores y otro para Antonio Tejero y los demás implicados, con el objetivo de llegar a Argentina.

Otros atracos en el Banco Central de Barcelona

El 15 de agosto de 1985 se produjo uno de los grandes sucesos de la historia criminal en España. Mientras medio país estaba celebrando el día más festivo del año, 'la banda de Roma' perpetraba en Barcelona el robo a una sucursal del Banco Central Hispano. Este asalto está considerado como el mayor robo a un banco en nuestro país y fue tan asombroso el resultado que incluso la Policía felicitó a los ladrones por su trabajo.

banco

El 15 de agosto de 1985 se produjo el mayor asalto a un banco en España. 

Ese día, mientras todo el país estaba de fiesta, se perpetró el asalto a una sucursal del Banco Centro Hispano en Barcelona. Los ladrones vaciaron las casi 400 cajas que había en la sucursal bancaria en las que había en total 6.000 millones de pesetas, aunque en su momento desde el banco afirmaron que era "imposible dar una cifra de lo sustraído, porque ni el banco ni nadie puede acertar a saber lo que tenía cada uno de los clientes en las cajas reventadas".

Los autores del robo fue la que se conocía como 'banda de Roma'. El líder del grupo era Franco Pirozzi, ya conocido de la Policía, pues había sido detenido un año antes, en 1984, también en Barcelona, antes de que él y sus secuaces intentaran asaltar la cámara acorazada precisamente de otra sucursal del Banco Central Hispano.

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