20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El resultado de la prueba de ADN podría hacer que una malagueña de 70 años, presunta hija del exalcalde de Ciutadella, obtenga bienes millonarios

Caso paternidad José María de Olivar: Los padres del magnate menorquín serán exhumados

Exclusiva José María de Olivar.
José María de Olivar.
El próximo 17 de febrero serán exhumados los restos de los padres del magnate menorquín José María de Olivar por la demanda de paternidad de su presunta hija, una malagueña de 70 años. La exhumación tendrá lugar en el cementerio de la Ciutadella de Menorca, y tras extraer los restos se efectuará la prueba de ADN con la demandante malagueña. De haber relación de parentesco, la malagueña podría obtener una herencia millonaria.

Ya hay fecha para la exhumación de los restos biológicos de los padres del magnate menorquín José María de Olivar: el próximo 17 de febrero a las 10.00. La exhumación tendrá lugar en el cementerio de la Ciutadella de Menorca, donde están enterrados los presuntos abuelos de la demandante, una malagueña de más de 70 años que afirma ser hija del millonario José María de Olivar, tal y como informó en exclusiva elcierredigital.com. La mujer interpuso una demanda contra los sobrinos de Olivar, que fueron los herederos de los bienes del magnate debido a la falta de descendencia reconocida por parte del millonario.

Según indica a elcierredigital.com el abogado de la demandante, Fernando Osuna, el próximo día 17 de febrero se reunirán en el cementerio de la Ciutadella “el juez y los abogados y se procederá a la extracción de los restos óseos del presunto abuelo y de la presunta abuela” de la malagueña. Esta exhumación no podrá realizarse con el propio Olivar, presunto padre de la demandante, ya que fue incinerado.

Los restos que normalmente se escogen en estos casos, tal y como afirma el letrado a este diario, suelen ser “del fémur, que es el hueso más largo y el que tiene más ADN, y de algunos dientes o muelas”. Posteriormente, los restos tomados serán llevados por los forenses en unos recipientes “que tienen los requisitos de lo que se llama cadena de custodia, para que estén bien protegidos y conservados”. De ahí, pasarán al Instituto Nacional de Toxicología, donde se analizarán los restos extraídos con “una muestra de saliva o un análisis de sangre” de la malagueña para comprobar el parentesco entre ambos. Tal y como indica el letrado, este proceso podría durar “de uno a tres meses, depende del trabajo que tengan en el Instituto Nacional de Toxicología”.

Si la prueba de ADN obtuviera un resultado alto de parentesco, aumentarían las probabilidades de que la malagueña reciba la herencia del conocido magnate menorquín. Una herencia millonaria de palacios, joyas, viviendas, tierras rústicas, obras de arte, empresas y metálico en bancos. Una de estas propiedades es la casa señorial Casa Olivar, cercana a la Catedral Santa María de Ciutadella en Menorca.

José María de Olivar

Nacido en 1918, José María de Olivar era hijo de Carlos de Olivar y de Olives y Pilar Despujol Pou. Estudió Derecho en Madrid y llegó a ser diputado en la Diputación Provincial de Baleares en representación de Menorca.

En 1935 fue nombrado caixer senyor (es decir, parte de la nobleza) y desde 1936 hasta 1939 presidió las fiestas de Ciutadella. Antes de su muerte, en 2018, fue decano-presidente de la Junta de Caixers Senyors en las fiestas de Sant Joan, debido a su titularidad.

José María de Olivar, a la izquierda.

Además, de 1965 a 1971 fue alcalde de la Ciutadella de Menorca. En estos años, promovió las construcciones del Matadero Municipal y de la sede social del Club Náutico, entre otras.

Romance en época franquista

La malagueña que ahora reclama su herencia fue fruto del amor entre el magnate menorquín y una joven barcelonesa que vivió parte de su infancia en el extranjero. La relación entre ambos se dio durante la época de los 40 y, aunque existía una clara diferencia de edad entre ambos, además de la distancia entre Menorca y Barcelona, el vínculo perduró en el tiempo.

Sin embargo, la relación de noviazgo no llegó a matrimonio por lo que, cuando la mujer se quedó embarazada en 1945, llegaron los problemas. Olivar no reaccionó bien ante la noticia y la relación empezó a enfriarse. La mujer, con apenas 20 años, tuvo que enfrentarse sola al embarazo y a la crianza de su hija en una época en la que ser madre soltera no estaba bien visto.

Aun así, debido a la mediación de alguien cercano al millonario, asumió su paternidad enviando a la familia monoparental cantidades de dinero y asumiendo el pago del colegio de la niña.

Las pruebas de la presunta paternidad

Entre las pruebas que la malagueña aporta para reclamar la herencia —y que su abogado ha remitido a elcierredigital.com— se encuentran su certificado de nacimiento, las cartas intercambiadas entre su madre y su presunto padre biológico, el registro del apellido de su supuesto padre en las notas del colegio y las aportaciones económicas que el padre hizo a la familia. Además, se encuentra también su propio testimonio, ya que se habría reunido en varias ocasiones con su padre, y el de los testigos que pueden acreditar la relación de parentesco entre ambos.

Los sobrinos de Olivar, que heredaron el patrimonio, residen en Sevilla y se muestran totalmente contrarios a entregar los bienes a la que sería la única hija del millonario. Según un documento remitido a elcierredigital.com por parte del bufete de abogados de la malagueña, “los derechos de la hija son mucho más sólidos que los de los sobrinos”.

Ahora, la exhumación de los restos biológicos de los padres del magnate podría dar la razón a la malagueña, que tendría posibilidades de obtener la herencia millonaria.

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