25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Todas sus víctimas eran mujeres de la ciudad rusa de Angarsk a las que capturaba en plena noche y mataba en las afueras

Condenado Mijaíl Popkov, el mayor asesino en serie de Rusia con más de ochenta asesinatos a sus espaldas

Mijaíl Popkov, alias
Mijaíl Popkov, alias "el purgador"
El asesino conocido como “el purgador”, Mihaíl Popkov, ha sido condenado a dos cadenas perpetuas por el asesinato de 81 mujeres entre 1992 y el 2000. Para sus crímenes siempre elegía mujeres jóvenes a las que asesinaba brutalmente abandonando sus cuerpos en zonas donde era difícil encontrarlas.

Mijaíl Popkov nació el 7 de marzo de 1964 en Angarsk, Rusia. A día de hoy se conoce poco de su vida personal más allá de que está casado y tiene una hija. En el ámbito profesional se sabe que fue policía en Irkutsk y más tarde vigilante de seguridad de una empresa, hasta que fue detenido en 2012. Pero años antes de su detención, en 1992, comenzó una vida paralela, la de un asesino en serie.

Su carrera criminal empieza de manera casual una noche en la que se encontraba patrullando las calles de Angarsk. Una mujer en estado de embriaguez se cruzó en su camino y a Popkov le recordó a su propia madre, la cual le maltrataba en su infancia. Este recuerdo fue el detonante que provocó que cometiera más de ochenta feminicidios entre 1992 y el 2000.

Mijaíl Popkov, "el purgador" de Angarsk

Su perfil de víctima era mujer joven, de entre 17 y 40 años de edad y en estado aparente de embriaguez. Se ofrecía a llevarlas a casa en el coche patrulla y cuando aceptaban su ofrecimiento, las dejaba inconscientes golpeándolas en la cabeza, las trasladaba a las afueras de la ciudad, a las zonas boscosas, las ataba y las apuñalaba con cualquier objeto punzante que tuviera, hachas, cuchillos, tacos de billar. Y, en algunas ocasiones, tras todo lo anterior, las violaba. Acababa con la vida de las víctimas matándolas y decapitándolas. Según autoridades policiales, parecen existir pruebas de que practicara la necrofilia con algunos de los cadáveres.

Su modus operandi era prácticamente el mismo aunque alguno de los elementos podía tener variantes como los objetos punzantes. El final era la muerte de su víctima excepto en dos ocasiones. Dos jóvenes consiguieron sobrevivir al brutal asalto de Popkov. Ambas fueron encontradas en el bosque y despertaron en el hospital.

Algunas de las víctimas de Popkov

Los investigadores del caso empezaron a sospechar que el asesino podría ser una autoridad policial tras la descripción de una de las víctimas supervivientes. Pero Mijaíl Popkov tenía una coartada sólida que su mujer corroboró, por lo que no fue sospechoso de los crímenes en ese momento.

Las investigaciones se encontraban en un punto muerto, solo tenían una prueba de ADN y las marcas de neumático de un vehículo hasta que, en 2012, un agente propuso una nueva vía de investigación, obtener muestras de ADN de todos los agentes o ex agentes que trabajaban en ese momento en la comisaría. Las pruebas se las realizaron a más de 3.500 agentes y solo hubo una coincidencia, Popkov. Después de conocer este dato, se apresuraron a comprobar las huellas de los neumáticos y descubrieron que el modelo de coche encajaba con el del propio Mijaíl Popkov.

El 23 de junio de 2012 se procede a su detención y se le acusa de 29 asesinatos de mujeres de los que él solo reconoció 24. En el juicio excusó los asesinatos afirmando que lo que estaba haciendo era “purgar” la ciudad de las mujeres que no se comportaban como debían. También declaró que en el año 2000 cesó con la actividad criminal al contraer una enfermedad de transmisión sexual que no quiso tratarse en el hospital y que le produjo impotencia, “dejé de sentir el deseo de violar y de matar”. En enero de 2015, el juez le condenó a cadena perpetua por 22 asesinatos y dos intentos de homicidio.

Sin embargo, en 2018 el tribunal de Irkutsk aportó pruebas de que Popkov habría asesinado a, al menos, otras 59 mujeres. Por lo que sumaría un total de 81 asesinatos comprobados y dos intentos de homicidio. Esto lo convertía en el mayor asesino en serie de Rusia. En esta segunda sentencia se le volvió a condenar a otra cadena perpetua, por lo que deberá pasar toda su vida en una prisión de alta seguridad.

 
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