29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

En Zaragoza, los dos colectivos son valorados al mismo nivel y se reserva una plaza para cada uno de ellos de las 39 que ha sacado el Consistorio maño

Las víctimas del terrorismo son equiparadas igual que los transexuales en unas oposiciones a bombero

Exclusiva
/ Víctimas de terrorismo y transexuales.
Se ha dado a conocer en el BOE que, de las 39 plazas de los opositores a bombero conductor de Zaragoza, una de ellas está reservada para una persona transexual y otra para una víctima de terrorismo. La reserva de la vacante tiene lugar en Aragón, donde ambos colectivos se ven equiparados, valorándolos como grupos igualmente vulnerables y con mismo derecho a este tratamiento especial.

Las primeras medidas para favorecer la integración del colectivo transexual están empezando a hacerse efectivas. El pasado 22 de julio el Boletín Oficial del Estado (BOE) dio a conocer las bases para cubrir las plazas vacantes de bombero conductor en Zaragoza. Un total de 37 puestos de trabajo a los que se sumaban dos plazas extra: una reservada para víctimas del terrorismo y otra para personas transexuales.

“Treinta y nueve plazas de bombera/o conductor, treinta y siete en turno libre, una en turno libre con reserva para personas transexuales, y una en turno libre con reserva para víctimas de terrorismo, mediante sistema de oposición”. Así es como quedaba reflejada en el BOE la nueva medida.

Si bien es cierto que la puesta a disposición de esta plaza reservada para personas del colectivo trans puede achacarse al proyecto de Ley trans y de derechos de las personas LGTBI, la comunidad autónoma de Aragón lleva años promoviendo este tipo de medidas. En 2021 ya reservaron una plaza para personas transexuales en las oposiciones para auxiliar administrativo.

Captura de la información publicada en el BOE.

Que sea Aragón la encargada de promover este tipo de medidas no es casualidad. En el año 2018 se aprobó por unanimidad la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad Autónoma de Aragón. Esta ley establecía que un mínimo del 1% de las vacantes de Administraciones públicas deben ser reservadas para “ser cubiertas por personas transexuales”.

La tasa de desempleo de las personas trans

El objetivo de estas plazas reservadas es promover la diversidad y dar oportunidades a los grupos más vulnerables, entre los que también se encuentra las víctimas de terrorismo. Sin embargo, esta reserva de plazas públicas para el colectivo trans los equipara con el tratamiento especial que tienen por derecho las víctimas de terrorismo en aquellas acciones dirigidas a la inserción laboral de personas en riesgos de exclusión.

En el caso de las personas transexuales, las estadísticas brindadas por el sindicato de trabajadores UGT alertan sobre la discriminación que sufre este grupo que forma parte del colectivo LGTBI+.

En el estudio realizado por el sindicato en el año 2021, se especifica que, de las personas encuestadas, “dos tercios de las personas trans tienen miedo a reconocer su identidad de género en el trabajo y su tasa de paro supone más del doble de la tasa del paro para el resto de personas LGTBI, siendo así la parte del colectivo más vulnerable”. Teniendo esto en cuenta, continúan arrojando una cifra que, según afirman, es “preocupante”.

“Más de un 80% de las personas trans se encuentran en situación de desempleo”. Con esta frase, desde el sindicato piden “medidas específicas para garantizar la plena incorporación al mundo laboral a todas las personas trans”.

Sin embargo, medidas como las adoptadas por Aragón han sido aplaudidas y abucheadas a partes iguales por el público en las redes sociales. Algunos la consideran un “privilegio” debido a las duras pruebas a las que se tienen que enfrentar los bomberos, mientras que otros lo ven como “un paso más”.

Mujeres trans bomberas

Aunque la nueva medida garantizaría que la plaza fuese destinada a una persona transexual, también hay personas pertenecientes a este colectivo que han logrado conseguir una plaza como bombero.

Este fue el caso de una mujer trans que ingresó en el Consorcio de Bomberos de Tenerife tras haber superado las pruebas pertinentes para conseguir la plaza. Las superó siendo hombre, pero mientras ejercía su profesión comenzó la transición a mujer, según informó el presidente del Consorcio de Bomberos de Tenerife, Carlos Segura, en la Radio El Día en el año 2014.

Cartel que pide la aprobación de la Ley trans.

En esta emisión, además, informó sobre la “preocupación” inicial que provocó el cambio de sexo de la profesional y la “naturalidad” con la que se asumió después. Sin embargo, pese a tener a una mujer trans entre sus filas, esta bombera es la única de sexo femenino que ocupa una plaza, por lo que se tuvieron que habilitar las correspondientes zonas.

Un caso parecido ocurrió en 2017 en Bizkaia, cuando un bombero decidió someterse a un tratamiento hormonal para poder cambiar su sexo. Sin embargo, este caso fue fruto de polémica ya que la identidad de la bombero interfirió en un proceso judicial que tenía abierto sobre un caso de violencia de género a su expareja.

La polémica ley trans

El pasado junio el Consejo de Ministros remitía a las Cortes Generales el Proyecto de Ley para la Igualdad real y efectiva de las personas trans y para la Garantía de los derechos de las personas LGTBI. Un proyecto que, desde su primer planteamiento, despertó la lucha entre los sectores más conservadores de la sociedad, los más liberales y también las feministas.

Irene Montero.

Uno de sus puntos más controvertidos (que, a su vez, es el que causa la polémica en la mayoría de los casos) es el derecho a la libre determinación de la identidad de género. Según palabras de Irene Montero, ministra de Igualdad, “el Estado reconoce a las personas trans su derecho a ser quienes son, sin que medien testigos, sin que medie la obligación de hormonación durante dos años y sin ningún informe médico que tenga que decir que son personas enfermas”.

Para que una persona trans pueda cambiar su sexo en el DNI, con esta nueva ley no necesitaría la aprobación de un profesional de la salud pero sí pasar un sistema de doble comparecencia al que podrían acceder, sin consentimiento de un adulto, desde los 16 años. También ponía el foco en los menores trans, que necesitarían del permiso paterno pero podrían cambiar su nombre en el DNI desde los 12 años.

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