28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Falleció en noviembre de 2016 con una deuda contraída con su comunidad de vecinos por un importe de 5.800 euros

Cristina Ortiz, “La Veneno”: La mediática trans que pasó de las mieles de la fama a una muerte bajo sospecha

La Veneno en
La Veneno en "Esta noche cruzamos el Mississippi".
"Veneno" la serie de Los Javis recupera la vida de uno de los personajes más populares de la televisión de la década de los 90, Cristina La Veneno. La vedette, gozó de tal éxito, que se convirtió en un icono del colectivo trans. Pero su desaparición de la televisión le condujo hasta el infierno. Llegó a ingresar en prisión por un fraude a una compañía de seguros y falleció rodeada de dudas. Según un informe elaborado por el criminólogo Turruella las causas fueron los malos tratos.

Hoy se estrena en una plataforma de pago de televisión la tercera entrega de la serie “Veneno,” dirigida por Los Javis. Una ficción que reproduce la vida de la mediática vedette de la década de los 90, Cristina Ortiz, popularmente conocida como “La Veneno”, la cual llegó a convertirse en un icono del movimiento trans y a ser un referente actual del colectivo LGTIQ, cuatro años después de su fallecimiento.

Cristina se dio a conocer por el gran público, después de que el periodista y comunicador Pepe Navarro la fichara como colaboradora para su programa “Esta Noche Cruzamos el Mississippi”. Su desparpajo, su soltura y su gracia andaluza sedujeron al comunicador y a gran parte de la audiencia que no pudo despegarse de la pantalla del televisor cuando vio a ese bellezón, con vestimenta de sultana, aparecer en la fría noche del Parque del Oeste, donde ejercía la prostitución.

La primera aparición de La Veneno.

Faela Sainz, la periodista que descubrió a “La Veneno” mientras hacía un reportaje sobre las trabajadoras del sexo en el Parque del Oeste, recuerda así el momento que conoció a la vedette: “Quedé sorprendida cuando la vi. Nos acercamos con la cámara preparada y ella fue encantadora. Y fíjate si era difícil en aquella época. Cuando le llevé a Pepe la grabación quedó loco y me hizo volver a por ella. Yo no quería regresar allí porque me jugué la vida.”

Consagración en el colectivo LGTBIQ


El salto a la televisión y la notoriedad que tuvo Cristina en esa época fue muy aplaudido por miembros del colectivo LGTBIQ, pues la visibilidad que La Veneno daba al mundo trans en un programa diario de prime time, pocas personas lo habían logrado.

En este momento Cristina inició una escalada vertiginosa, sin red, hacia la cumbre de la fama. Señalo sin ningún tipo de sujeción porque años más tarde su caída de la popularidad será muy impactante debido a que se transformó en un producto muy rentable en manos de muchos.

En uno de los programas a Pepe Navarro se le ocurre que la vedette viaje a sus orígenes, al pueblo almeriense de Adra. Fue uno de los peores capítulos de su trayectoria personal y profesional. La Veneno recibió insultos e incluso le lanzaron algún objeto por parte de sus vecinos. Lo que le hizo memorar el sufrimiento que allí vivió en su infancia, cuando era Joselito. No había un día que no se dirigieran a él por la calle con el apelativo de “maricón”.

Lo que también refleja la serie es el comportamiento homofóbico de la madre de Cristina. A pesar de que su familia le pidió a la productora que no dieran esa imagen de su madre porque no se correspondía con la verdadera actitud de María Jesús Rodríguez, la matriarca de la familia.

Su destierro televisivo


El final del programa en el que colaboraba significó la desaparición mediática de La Veneno. No se supo saber más de ella hasta que en 2006 el programa de Telecinco, Aquí Hay Tomate toma unas declaraciones de ella en Valencia tras su salida de la cárcel. Cristina entró en prisión al ser acusada por ex pareja, Andrea Petruzzelli de intento de estafa al seguro. A la Veneno la condenaron a una pena de privación de libertad de tres años. E ingresó en una cárcel masculina. Fue uno de los capítulos más duros de su vida que le dejó secuelas físicas, llegando a incrementar su peso considerablemente, y secuelas psicológicas. No era ni la sombra de la mujer despampanante que hipnotizó a muchos españoles.

Desde ese momento su vida no fue igual. Si logró volver a los platós de televisión pero nunca recuperó la popularidad que tuvo en el momento de ser conocida. Ni ser tan reconocida como era cuando salía a la calle o que la llamaran de varios sitios para trabajar. Desde entonces radica la fuerte depresión que arrastró a su muerte, la cual la llevaba a llorar desconsoladamente en su casa cuando se apagaban los focos.

La imagen de La Veneno tras su salida de prisión.

En la época que residió en Valencia se hizo amiga de Valeria, quien escribiera más tarde sus memorias. También en esta etapa conoció a Alin Bogdan Calin, quien fuera su última pareja sentimental y quien la encontró ensangrentada el día de su fatídico desenlace sucedido el 9 de noviembre de 2016.

Unos meses antes presentó, junto a la escritora Valeria, sus memorias “Ni puta ni santa”. En él la vedette desvelaba las profesiones de sus clientes más famosos de las noches de Madrid cuando ejercía la prostitución. Y las fantasías sexuales que realizaba con estos clientes. Desde políticos hasta cantantes ninguno pudo resistirse a los encantos de La Veneno.

Para promocionar el libro Cristina solía acudir a varias discotecas de moda. Uno de estos eventos se celebró en la sala Holiday by Obbio en Sevilla. Aquí se puede ver que “La Veneno” no estaba capacitada para trabajar. Como muestra el vídeo, que se muestra a continuación, a la vedette le cuesta pronunciar palabra. Pero era necesario facturar.

Actuación de Cristina en Sevilla.

Lo que llama la atención es que Cristina que había ganado tanto en televisión y que se encontraba en plena promoción del libro, muriera con varias deudas económicas, las cuales se hicieron cargo sus hermanos. Debía casi 5.800 euros a su comunidad de vecinos y el importe de 108 euros al Ayuntamiento de Madrid por el pago del IBI.

Una causas de su muerte con muchos flecos abiertos

El 9 de noviembre de 2016 Cristina La Veneno fallece en el Hospital de La Paz, después de varios días ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos por un fuerte traumatismo craneal.

La autopsia que realizaron a su cuerpo certificó como causa de su defunción a un accidente doméstico. Pero la familia nunca se quedó satisfecha con esta resolución e intentó investigar el caso por su cuenta. Este medio reprodujo en exclusiva el acta de inspección ocular del Técnico Policial. En el informe se indica el hallazgo de manchas de sangre en la zona superior del colchón de la cama pertenecientes a otra persona, como determinó la prueba de ADN.

Alain, última pareja de La Veneno.

Las incipientes dudas que la familia tuvo sobre la investigación acerca de la muerte de Cristina condujeron a que su núcleo familiar iniciara sus propias averiguaciones. Para ello uno de sus miembros contactó con el reputado criminólogo Óscar Tarruella, Una vez visionadas todas las pruebas Turruella determinó que la posibilidad del fallecimiento de La Veneno se debiera a presuntos malos tratos por parte de su pareja Alín.

Los detalles más significativos para defender esta hipótesis fueron las marcas de agarre que la vedette mostraba en los dedos de su mano.

 

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