28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

"Me entrego a Interpol. No sé si me van a venir a buscar dentro de un rato o mañana a la mañana", dice en un mensaje que hoy desvela El Cierre Digital

Estos son los últimos audios del coronel uruguayo Eduardo Ferro antes de ser detenido en España por crímenes de lesa humanidad

El capitán retirado Eduardo Ferro, acusado de crímenes de lesa humanidad.
El capitán retirado Eduardo Ferro, acusado de crímenes de lesa humanidad.
La vida fugitiva del coronel del ejército de Uruguay Eduardo Ferro ha llegado, de momento, a su fin. El coronel retirado está acusado de graves delitos cometidos por la última dictadura militar de ese país y fue detenido este miércoles 27 de enero por la noche en Peñíscola por la Policía Nacional, la localidad castellonense donde se ocultaba de la Justicia.

Eduardo Ferro pactó su entrega con la Interpol y es uno de los símbolos de la dictadura uruguaya entre 1973 y 1985. A Ferro lo acusa, entre otros, el escritor Claudio Invernizzi, que lo reconoció como uno de los torturadores del Batallón de Laguna del Sauce. Los tribunales uruguayos también lo acusan del secuestro y "desaparición" del militante comunista Óscar Tassino y de las torturas sufridas por la maestra Lilián Celiberti y su marido Universindo Rodríguez.

El coronel Eduardo Ferro.

Ferro ya fue localizado en Madrid en septiembre de 2017. La justicia uruguaya pidió entonces su extradición, pero poco después fue excarcelado y volvió a esconderse. En 2019, España concedió finalmente su extradición. Según publicó el diario uruguayo El Observador, el militar retirado decidió esta semana poner punto final a su vida de fugitivo. Para ello, le pidió a una persona de su confianza que contactara con Interpol Uruguay para que coordinase su entrega con la Policía española. Ahora Ferro espera la llegada de policías uruguayos de Interpol que se encargarán de trasladarle ante los tribunales. 

Ferro dejó grabado un audio el miércoles por la noche donde dice haber contactado con su abogado y con el comisario mayor Walter Ostochi, de Interpol, y estar esperando que "vengan a buscarme esta noche o mañana por la mañana". La Policía española lo detuvo apenas una hora y media después.

En octubre del año pasado, el fiscal uruguayo especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, pidió un informe a Interpol para conocer qué medidas se habían tomado para localizar a Ferro, prófugo de la Justicia uruguaya.

En declaraciones al diario uruguayo La diaria, el abogado que defiende a Óscar Tassino, dijo que ahora las autoridades judiciales uruguayas y españolas deberán coordinar cómo sigue el proceso, dado que Ferro podría tener que responder ante la Justicia española por la fuga y eventualmente cumplir condena en ese país. En cuanto al proceso de extradición a Uruguay, el abogado destacó que todos los recursos presentados por Ferro fueron rechazados, por lo que lo único que está pendiente es la entrega. Hay muchos testigos que pueden acreditar las torturas y que encapuchados escucharon el sufrimiento de Tassino antes de morir con lo que la causa parece bastante clara.

Lilián Celiberti, una de las víctimas de Ferro en Porto Alegre, también declaró a La diaria que la detención permitirá el avance de su causa y la de Tassino. “Él no declaró por años, y cuando le apretó la situación se fue del país. Espero que esta vez se presente ante la Justicia y sea juzgado, que tenga las garantías, pero que no eluda a la Justicia”, dijo.

Celiberti fue secuestrada en noviembre de 1978 junto a su esposo Universindo Rodríguez y sus dos hijos, y después fueron trasladados a Montevideo. A principios de octubre de 2020, estando prófugo en España, Ferro solicitó una entrevista en la radio Monte Carlo. Entonces negó las acusaciones en su contra pero admitió su participación en el secuestro de Celiberti y Rodríguez, aunque prefirió no calificarlo de "secuestro".

Además, el militar también es investigado por la desaparición de María Claudia García y por el asesinato de Fernando Miranda y fue señalado como uno de los torturadores por las víctimas del centro clandestino La Tablada. Además de Ferro, el caso involucra a los militares Ernesto Ramas, Jorge Silveira, y Ariel Ricci. Eduardo Ferro fue jefe del Batallón de Contrainteligencia Militar, funcionario del Servicio de Información de Defensa (SID) y miembro de la OCOA.

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