23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Existe una gran distención interna por la corrupción de la monarquía de Hamad bin Isa Al Jalifa que domina este país del Golpe Pérsico

Aniversario revolución popular Bahréin: Presión de las Fuerzas Armadas y monarquías del Golfo

El día de San Valentín se cumplió el décimo aniversario de la revolución popular de Bahréin. En 2011, suníes y chiíes se unieron en La Plaza de la Perla de Manama, la capital, para pedir a la monarquía de Al Jalifa democracia, el fin de la corrupción e igualdad entre los ciudadanos. Pero los planes pacíficos se truncaron para los protestantes y, diez años después, el régimen bahreiní continúa con la represión ciudadana.

Bahréin es un lugar que no es Qatar, ni Dubái, ni Abu Dabi, ni forma parte de los Emiratos Árabes Unidos, ni tampoco es Arabia Saudí, ni es ninguno de los aeropuertos de Oriente Medio en los que alguna vez hiciste escala cuando volabas a Tailandia” explica Emilio Sánchez en su libro Una dacha en el Golfo. Bahréin es mucho más, un archipiélago de islas naturales y artificiales que se expande día a día, el primer país de la Península Arábiga donde se fundaron los primeros sindicatos de trabajadores, país de pozos petrolíferos y comercio de perlas del Golfo Pérsico, sede del famoso Gran Premio de Bahréin de automovilismo, antigua colonia británica y ahora de gobierno suní y población chií. Un archipiélago que pasa inadvertido en los mapas pero que hace diez años, en febrero de 2011 su suelo tembló con el estallido de la revolución popular.

El pasado domingo 14 de febrero los bahreiníes volvieron a tomar las calles de Manama, la capital, en el décimo aniversario de la revolución de 2014. La cadena de televisión Al Jazeera informa que las protestas fueron minoritarias, pero significativas, protagonizadas esencialmente por la mayoría chií del país. Los bahreiníes volvieron a protestar contra la corrupción de la monarquía de Hamad bin Isa Al Jalifa —nombrado rey en 2002 y emir en 1999— y la represión que esta población sufre por parte de las instituciones de gobierno.

Protestas en Manama. / JAMES LAWLER DUGGAN (AFP)

Fotografías de las protestas en Manama y en otros pueblos del archipiélago fueron publicadas en redes sociales bajo el lema “Perseverancia hasta la victoria”. En comparación con años anteriores estas protestas fueron menos numerosas debido a las restrictivas medidas impuestas por el gobierno suní y la pandemia del coronavirus. Sin embargo, Al Jazeera informa de que hubo un fuerte control policial.

La revolución de La Perla

El 14 de febrero de 2011 una serie de pequeñas protestas tuvieron lugar en Manama. Estas protestas exigían el cambio del sistema de gobierno, que contemplaba la igualdad entre las dos ramas del islam que conviven en el país, los chiíes (la mayoría de la población) y los suníes (las más adineradas y rama de la familia real). Estas protestas se organizaron de manera pacífica en la rotonda de La Perla de la capital, que más tarde adquiriría el nombre de Plaza de la Perla.  

Manifestantes en la Plaza de la Perla durante las protestas de 2011. / CAREN FIROUZ (Reuters)

La represión policial hacia los manifestantes no tardó en ser la protagonista. En el primer día de protestas un joven fue asesinado a manos de la policía del país. Las manifestaciones continuaron hasta mediados de febrero y el número de protestantes fue aumentando —siendo el país con más proporción de protestantes de toda la Primavera Árabe—. El 19 de febrero de 2011 el ejército se retiró de la plaza. Durante los días posteriores los manifestantes continuaron acampados en la capital a la espera de las negociaciones entre el gobierno y los grupos de oposición.

El ejército saudita cruzando el puente que une Arabia Saudí y Bahréin. 

Pero el 14 de marzo de 2011, mil efectivos del ejército de Arabia Saudí y alrededor de quinientos agentes de los Emiratos Árabes Unidos cruzaron el puente que une Bahréin con Arabia Saudí. El cruce del ejército saudí fue interpretado por los manifestantes como una invasión, pero por el gobierno suní como una ayuda a su petición de refuerzos. Como resultado, la Plaza de La Perla, símbolo de las protestas de la población, fue destruida.

La lucha continúa diez años después

Las protestas fueron impulsadas por las de Túnez, Egipto y Yemen, todas catalogadas por los medios occidentales como la Primavera Árabe. Con las aspiraciones de los bahreiníes se buscó un cambio a largo plazo del régimen político establecido. Una lucha por la democracia y contra la corrupción.

Maryam Alkhawaja, activista bahreiní por los derechos humanos, afirmó para Al Jaazera que la rebelión de Bahréin no solo se limitó a luchar contra el gobierno de este país. “Cuando tomamos las calles en 2011 sabíamos que no solamente plantábamos cara al gobierno de Bahréin, sino a los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) más sus aliados —Reino Unido y Estados Unidos—.”

Manifestantes de Bahréin en 2011 sosteniendo una pancarta donde se puede leer "Queremos libertad y paz". / CAREN FIROUZ (Reuters)

Diez años después, Amnistía Internacional asegura que las autoridades bahreiníes siguen arremetiendo contra los manifestantes. “Las autoridades están silenciando la disidencia haciendo un uso innecesario de la fuerza, arrestando y encarcelando a manifestantes y líderes de la oposición política, y torturando a las personas detenidas”.

Alkhawaja teme que ahora la falta de acción internacional derive en unas protestas mucho más violentas. “Mi preocupación es, debido a la respuesta internacional, o la falta de ella, la dinámica que se ha creado en la gente, que cree en una revolución pacífica no funciona. La ironía es que las próximas revoluciones serán extremadamente violentas en resultado”.

El automovilismo, su gran escaparate

Si por algo es conocido Bahréin en la prensa occidental e internacional es por albergar el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1 y FIA con el circuito de Sakhir. Este año los pilotos visitarán el país del 12 al 14 de marzo, cuando tendrá lugar la pretemporada del automovilismo.

 Al igual que en 2011 el mundo mantendrá la respiración a cada vuelta del circuito mientras que los bahreiníes recuerdan lo que ya informó la Comisión Independiente de Investigación del país en 2011: decenas de opositores muertos, centenares torturados y numerosas violaciones de derechos. Diez años después, el archipiélago del Golfo pionero en el descubrimiento de pozos de petróleo sigue buscando la democracia política y la libertad de participación ciudadana.

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