28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

La vinculación de la saga con la Iglesia Católica es larga e incluso Mercedes Arrastia, tía de la socialité, fue embajadora de Filipinas ante el Papa

La religión y las Preysler: Del 'misticismo' de Tamara Falcó a los problemas de Isabel con los Obispos

El Cierre Digital en Tamara Falcó posando en una iglesia.
Tamara Falcó posando en una iglesia. / La Marquesa de Griñón ha hecho gala de su catolicismo.
Tamara Falcó y religión son dos conceptos que desde hace años van juntos. La Marquesa de Griñón siempre hace gala de sus creencias hasta tal punto que esta siendo uno de los grandes apoyos en su polémica ruptura con Iñigo Onieva. Su madre, Isabel Preysler, por su parte ha tenido algunos enfrentamientos con la Iglesia sin que importara que su tía Mercedes 'Mercy' Arrastia fuera nombraba por la presidente Corazón Aquino embajadora de Filipinas ante el Vaticano.

La religión se ha convertido en lo que da sentido a la vida de Tamara Falcó. Tras su polémica ruptura con Iñigo Onieva con infidelidad de por medio la Marquesa de Griñón ha vuelto a hacer gala de sus creencias. Desde su reencuentro con la fé Tamara se ha ido involucrando en algunas de las facciones más conservadoras de la Iglesia Católica. Esas que no se llevan especialmente bien con el Papa Francisco. 

Ahora, Tamara ha viajado a una charla en México sobre 'familia y entretenimiento' en un congreso sobre la familia tradicional organizado por asociaciones como la española Hazte Oír conocida por la polémica del autobús transfobo que recorrió algunas ciudades españolas. Sin embargo, sin explicación, la Marquesa de Griñón finalmente no impartió su conferencia. 

Fue a mediados de 2011 cuando Tamara encontró la senda religiosa. Afirma que el destino hizo que entrara en la Casa del Libro a buscar algo que leer para pasar sus vacaciones en la playa y se topó con un ejemplar de La Biblia. Le encantó a primera vista porque tenía una portada muy bonita ("blanca y azulita, con una palmera"), según ella el único libro que le ha llamado la atención. A medida que iba leyendo la Biblia se fue incorporando paso a paso a la vida religiosa. 

Una mística en el ¡Hola!

Empezó a rezar el rosario, a acudir a convivencias marianas, a retiros espirituales del padre Ghislain, e ir a misa a diario, lo que hacía en la parroquia de Santiago y San Juan situada muy cerca de su antiguo ático en los Austrias. Cuando por cuestiones laborales o de ocio estaba fuera de Madrid, recibía en su teléfono, a través de la red evangeli.net, el evangelio y la reflexión de la misa diaria. Su conversión culminó en agosto de 2012, cuando acudió a un encuentro de jóvenes católicos en Medjorgorje, en Bosnia-Herzegovina, una ciudad donde dicen que se aparece la Virgen.

Tamara Falcó en un iglesia. 

Tal fue su estado de convencimiento con la religión católica, apostólica y romana, que el 18 de mayo de 2013 se confirmó en la explanada de la catedral de La Almudena junto a otros mil cien jóvenes y ante la presencia del arzobispo de Madrid, el Cardenal Antonio Maria Rouco Varela.

Este aparente cambio radical en la vida de Tamara hizo que, en su familia, más que oposición, hubiera sorpresa, porque no compartían esta mutación, pues nunca había sido una niña religiosa. Tanto, que a los 12 años discutió con un sacerdote y se alejó completamente de la religión. Ya no acudía a la iglesia los domingos, se saltaba las misas de las bodas a las que la llevaba su madre, y llegó a cambiar la clase de Religión por la de Ética. SIn embargo, hoy ejerce de mística y parece no tener los problemas que tuvo su madre con la Iglesia. 

Cuando los obispos decían no a Isabel Preysler

Isabel Preysler siempre se ha declarado católica pero sin la vinculación de su hija Tamara. En dos ocasiones se casó por el rito católico: en 1971 con Julio Iglesias y en 1980 con Carlos Falcó. Ambos matrimonios fueron anulados eclesiásticamente en una época en al que la Rota era mucho más flexible a la hora de romper los vínculos matrimoniales. 

Con su tercer marido, Miguel Boyer, no hubo boda eclesiástica pero sí civil en 1988. El exministro socialista siempre se declaró ateo y no quiso pasar por el altar y por eso no estaba a favor de bautinzar a su hija Ana Boyer. Isabel lo hizo a escondidas pero con polémica eclesiástica incluída. Isabel antes de empezar su veraneo en Marbella en 1989 quiso que el párraco de La Virgen Madre de la ciudada malagueña le permitiera hacer un bautizo en privado en su residencia veraniega para, según ella, no aguantar el acoso de la prensa. El sacedorte se negó a realizar un evento de estas características y acusó a la socialité filipina de querer salvaguardar la exclusiva. Al final el bautizo se celebró en Madrid, por supuesto, sin el consentimiento de Boyer. 

Ricard María Carles, el arzobispo de Barcelona, le dijo "no" a Isabel Preysler. 

No sería el último encontronazo de la Presyler con la Iglesia. El 11 de septimbre de 1993 su hija mayor Chábeli Iglesias se daba el sí quiero con Ricardo Bofill Jr. hijo del arquitecto catalán del mismo nombres y de la actriz italiana Serena Vergano, una de las musas de la 'Escuela de Barcelona'. La boda, dado que la familia del novio no era religiosa, era de carácter civil y tuvo lugar en el famoso estudio del arquitecto en Sant Just Desvern. 

Sin embargo, Isabel quería que la ceremonia tuviera un toque religioso y pidió al párroco de la localidad catalana que, al menos, hiciera un bendición del matrimonio. El arzobispo de Barcelona Ricard María Carles lo prohibió ya que, según recogió la prensa de la época, lo encontraba una "incoherencia" al tratarse de una boda civil. 'La reina de corazones' movió sus hilos e influencias en la Iglesia para que el purpurado cambiara de opinión y sólo consiguió que su posición fuera más enconada. 

Isabel Preysler, católica pero sin ser tan cercana a grupos conservadores como su hija Tamara, se crió en una familia religiosa en su Filipinas natal dado su origen español. De hecho, su tía Mercedes fue una persona fundamental en la Iglesia Católica en el país asiático. 

Tía 'Mercy', embajadora ante Benedicto XVI

Mercedes Arrastia, tía de Isabel Preysler, es uno de los miembros de este clan familiar que más gala hace de la fe que profesa. 'Mercy', como la conocen, se introdujo de lleno en el fervor religioso tras la muerte de su marido, José Ramón del Rosario Tuasón, víctima de un accidente aéreo en 1969, siendo muy conocida en su país por su devoción y por su defensa a ultranza del Santo Rosario, así como por su integración en los movimientos provida. Unas posiciones que también comparte su sobrinanieta Tamara Falcó y que la hoy Marquesa de Griñón tan bien conoce por su hermano Duarte Falcó. 

Mercedes Arrastria fue embajadora ante Benedicto XVI. 

Si bien huye de la política y prefiere hacerse popular por el activismo cristiano, el pequeño de los Falcó en una entrevista en La Razón se declaró “neoliberal libertario”. Nadie duda por sus afimaciones públicas que hoy sus puntos de vista están más cercanos al ultracatolicismo que a otras posturas.

Su obsesión es la lucha contra el aborto y todo tipo de políticas de carácter progresista que, según él, atacan la concepción cristiana de familia: el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas homosexuales, los cambios de sexo…

Para ello Duarte se ha convertido en vicepresidente de la asociación + Vida. Nacida en 2013 “para concienciar a toda la sociedad, y en especial a los jóvenes, para que asuman un papel activo en la defensa de la cultura de la vida” se definen a sí mismos como “jóvenes comprometidos con la vida y con la mujer embarazada que se enfrenta al drama del aborto”.

Volviendo a 'tía Mercy' gracias a su profunda amistad con la ex presidenta de su país, Corazón Cojuangco Aquino, conocida como 'Cory' Aquino, Mercedes se convirtió en 2009 en embajadora de Filipinas ante la Santa Sede. Curiosamente Cory Aquino era la enemiga política de Imelda Marcos, esposa del dictador Ferdinald Marcos, a la que tanto admiraba Isabel Preysler. Mercy Arrastia ejerció el papel de embajadora ante el Vaticano durante el pontificado de Benedicto XVI y lo mantuvo durante los primos años del Papa Francisco hasta abandonar la misión diplomática en 2018. 

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