20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS SE REGISTRARON 373 MUERTOS EN CÁRCELES ECUATORIANAS EN LUCHAS DE BANDAS POR EL PODER, QUE REMEMORAN A LA ÚNICA EN ESPAÑA EN LOS 90

Continúa la crisis carcelaria de Ecuador: Motines que recuerdan al de Fontcalent en Alicante

El Cierre Digital en Prisión de Guayaquil y reclusos de la prisión de El Turi
Prisión de Guayaquil y reclusos de la prisión de El Turi
La violencia en las cárceles de Ecuador ha generado un clima muy inestable entre los reos. Desde el comienzo de 2021 la violencia se ha apoderado del sistema penitenciario del país, registrándose ocho enfrentamientos que han dejado 373 presos muertos de manera violenta. En la última semana hubo dos disturbios en los que han fallecido 20 personas. El hacinamiento de las cárceles del país, potencia este ambiente, que recuerda al único acontecido en España, en la prisión de Fontcalent en los 90.

El 5 de octubre tuvo lugar un motín en un centro penitenciario de la ciudad de Guayaquil, Ecuador, en el que cinco personas fallecieron y 23 resultaron heridas. Desde el comienzo del 2021 la violencia ha contaminado el sistema penitenciario de Ecuador, registrándose ocho enfrentamientos en las cárceles del país en menos de dos años, que han dejado 373 presos muertos de manera violenta. El Gobierno ecuatoriano adjudica el origen de esta violencia a las luchas internas entre pandillas por el territorio y las rutas del tráfico de drogas. El peor suceso de estas características ocurrido en Ecuador tuvo lugar en septiembre de 2021, cuando fallecieron 122 presos.

Durante el altercado del pasado 5 de octubre se contabilizaron cinco policías heridos, cinco presos fallecidos y 18 heridos. Los policías fueron heridos con armas de fuego mientras intervenían para tratar de restablecer el orden. Los disturbios tuvieron lugar en uno de los pabellones de la prisión, cuando se enfrentaron los reos de los pabellones dos y tres (los Chones Killers y las Águilas, respectivamente) contra los del nueve (los Lobos).

Las cárceles de Ecuador albergan a unos 33.500 internos, lo que supone un exceso del 11,3 por ciento.

Los familiares de algunos reos, que se encontraban en las inmediaciones de la prisión, se inquietaron ante los disturbios que se escuchaban desde el exterior y ante el aumento de ruidos, acabando por ponerse a gritar, a empujar y a lanzar piedras. Antes estas manifestaciones, la policía respondió con gas pimienta. Sin embargo, la cosa fue empeorando hasta producirse una situación de pánico generalizada, con la llegada de ambulancias y reporteros agredidos por la propia policía, que desplegó a más de 400 efectivos para intentar controlar la situación.

Es el segundo motín ocurrido en Ecuador en lo que va de semana ya que el lunes 3 de octubre fallecieron 15 personas y 21 resultaron heridas en unos disturbios registrados en una cárcel de Latacunga.

Ante estos hechos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado que el sistema penitenciario de Ecuador está afectado del abandono del Estado, de la ausencia de una política integral y de las malas condiciones en las que se encuentran los reclusos.

Los graves problemas de las prisiones de Ecuador

El sistema penitenciario de Ecuador es un descontrol en el que los presos deben luchar por sobrevivir ante el enfrentamiento de bandas, el hacinamiento, los abusos policiales y la vejación de sus derechos humanos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en un informe reciente, pidió a Ecuador que recupere el control interno de sus cárceles, dé condiciones dignas a los presos y elabore una política de prevención del delito donde la encarcelación no sea el principal recurso.

Al problema de hacinamiento hay que sumarle la limitación de recursos económicos, la corrupción, la falta de personal de control penitenciario, la falta de normas sanitarias y un grave problema de mafias que gobiernan el interior de estos centros y que están ligadas al tráfico internacional de drogas.

Cárcel de Ecuador amotinada por los presos.

Motín en una prisión de Ecuador

En las prisiones ecuatorianas se juntan varias circunstancias propias de una estructura sobrepasada: la corrupción del sistema penitenciario, la dependencia económica de los presos de sus familias que les permite sobrevivir al encarcelamiento, y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de los detenidos. El sistema corrupto que opera en las cárceles de Ecuador se alimenta de la relación interpersonal continua entre funcionarios y presos, en este caso, agravada por una situación marcada de sobrepoblación y hacinamiento. Los reclusos también sufren a diario un nivel muy alto de violencia y abuso por parte de los guardias.

Tan solo el año pasado 316 convictos fueron asesinados en disputas entre bandas que luchan por tomar el control de las prisiones en varias ciudades del país. Sin embargo, el presidente Guillermo Lasso, desde que inició su mandato en mayo de 2021 cuando dijo querer acabar con esta violencia en los centros penitenciarios,  aún no ha conseguido los resultados esperados.

La seguridad ante motines en las prisiones españolas y el caso de Fontcalent

A diferencia de Ecuador y otros muchos países, en España contamos con un sistema de prisiones flexible y disciplinado que permite evitar estos problemas. Los motines son el mayor temor de los funcionarios, ya que ponen a las prisiones en una situación crítica. 

Para contrastar esta realidad elcierredigital.com ha contactado con Joaquín Leyva, portavoz de ACAIP-UGT. “Afortunadamente, lo que son motines ‘puros’ hace tiempo que no hemos tenido ninguno en España, sí que es verdad que desde la pandemia hemos tenido algún conato por parte de los internos para revelarse. Por ejemplo, en marzo de 2020 hubo un conato en la cárcel de Fontcalent, Alicante, que mantuvo en vilo a los trabajadores, pero es un caso puntual. Ahora mismo, gracias a los programas y a la actuación de los funcionarios, la situación en las prisiones españolas es bastante buena, por lo tanto la posibilidad de un motín es muy pequeña en comparación con otros países”, explica Leyva.

El portavoz de ACAIP-UGT recuerda que “en los años 90, en Fontcalent, sí que tuvo lugar un motín importante en el que los internos tomaron los módulos. Fue una situación altamente peligrosa. Pero llevamos años sin vivir este tipo de situaciones, ya que trabajamos específicamente para evitar que esto se produzca. Por esto hacemos hincapié en cubrir todos los puestos de trabajo, para tener la vigilancia adecuada de los módulos y contar con el personal necesario para realizar los programas de tratamiento, que ayudan a que no se produzcan este tipo de situaciones”.

“La diferencia con el resto de países es que tenemos uno de los mejores sistemas penitenciarios del mundo, contamos con una Ley orgánica que es muy moderna y articula muy bien los derechos de los internos. Por otro lado, nuestra prisión está basada en la reinserción y la educación, y no hay que olvidar otros elementos esenciales, como haber implicado al tercer sector dentro de las prisiones, que son las ONG, o haber habilitado los vis a vis. Por todo esto el sistema penitenciario español es uno de los más modernos del mundo y uno de los mejores de toda Europa. Deberíamos aprovechar este sistema y dotarlo de los mejores medios para seguir situándonos en la vanguardia".

Y aprovecha Joaquín Leyva para reivindicar mejoras: "Si tenemos a los mejores profesionales, las administraciones deberían tratarlos como tal y darles el lugar que merecen”.

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