23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El edificio fue tomado durante cuatro horas el pasado 22 de febrero y su encargado de negocios golpeado por los asaltantes

El CNI pide la expulsión del jefe de la CIA en Madrid por el asalto a la Embajada de Corea del Norte

Kim Hyok Chol, exembajador coreano en España.
Kim Hyok Chol, exembajador coreano en España.
Los servicios secretos españoles están muy enfadados. En el CNI no salen todavía de su asombro. Aunque nadie lo dice públicamente, todo el mundo apunta a la CIA (Agencia Central de Inteligencia) como responsable del asalto a la Embajada de Corea del Norte en Madrid el pasado 22 de febrero. Algunas voces críticas dentro del CNI piden la inmediata expulsión del responsable de esta agencia de inteligencia americana en la capital, una medida considerada lógica por cualquier servicio secreto.

"Si nosotros hacemos lo mismo en EE.UU, estamos expulsados del país en una hora", asegura un veterano agente del CNI a Elcierredigital.com. El agente se queja así de lo que se considera una muestra de debilidad del gobierno español por no tomar medidas en lo que se considera una actuación desproporcionada dentro del territorio nacional español. A la espera de que el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y la Comisaría General de Información de la Policía Nacional concluya su investigación, en el CNI tienen bastante clara la reconstrucción de los hechos ocurridos aquel viernes 22 de febrero. La Policía, sin embargo, prefiere ser cautelosa con sus averigüaciones, ya que califican el incidente de "extremadamente delicado".

Sede de la embajada de Corea del Norte en Madrid. /Google Maps.

Aquel día, una decena hombres irrumpieron en la Embajada de Corea del Norte en Madrid, situada en un chalé en el número 43 de la calle Darío Aparicio del barrio de Aravaca, por la puerta de atrás, muy cerca de la sede del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), provistos de armas de fogueo según la Policía. Los asaltantes entraron a las 6 de la tarde aprovechando la visita de un grupo de cinco estudiantes de Arquitectura de Corea del Norte. Dos de los asaltantes separaron del grupo a Yu Sok So, encargado de negocios de la embajada y lo llevaron a una habitación aparte, le taparon la cabeza y lo golpearon. Otros fueron directamente a registrar el ordenador del antiguo embajador, Kim Hyok Chol, expulsado de España en septiembre de 2017 en respuesta a los ensayos balísticos que hacían en su país. Hyok Chol regresó a Pionyang y se convirtió luego en el primer artífice del primer encuentro entre el líder de su país

Unas horas después una mujer saltó la valla de la embajada, pero se rompió algunos huesos y un viandante la acompañó al centro de Salud más cercano, en la calle Viñas del Pardo. Allí el personal sanitario llamó a la Policía explicando que una mujer de origen coreano, que no hablaba español, había ingresado con diversos traumatismos en su cuerpo. Un coche de policía se acercó hasta el centro de salud y ante la imposibilidad de entenderla uno de los agentes usó su teléfono móvil para introducir dentro de la aplicación Google Translator las palabras de la coreana. Así pudieron entender que varios hombres armados había tomado la embajada y retenía a sus ocupantes.

Según la versión oficial, que pocos expertos en seguridad se creyeron, el agente de policía habría acudido a la puerta de la embajada y pulsado el timbre. Cuando abrieron preguntó a un hombre con un pin del líder coreano en la solapa si todo estaba bien, recibiendo respuesta afirmativa del hombre dentro de la embajada.

Poco después, a las 21.45 horas, tres vehículos de alta gama abandonaban el edificio a toda velocidad, llevándose consigo varios ordenadores y teléfonos móviles. Uno de ellos conducido por el mismo hombre que abrió la puerta. Los expertos en seguridad no creen que un agente de policía llamase a la puerta espontáneamente, porque si lo hizo alertó con su presencia a los asaltantes.

Quince minutos después los retenidos dentro de la embajada salieron corriendo por la puerta principal. Ninguno puso denuncia, solo la mujer herida. Las primeras declaraciones aseguraron que los asaltantes eran de Corea del Sur.

En realidad, todo comenzó hace dos años, cuando en el CNI recibieron un mail de sus colegas de la CIA pidiendo que se observase con prioridad los movimientos del entonces embajador de Corea del Norte en España, Kim Hyok Chol. Los norteamericanos sospechaban que las actividades del embajador se extralimitaban de las propiamente diplomáticas y que podía manejar información sobre las bases de misiles secretas del hermético régimen de Kim Jong-un. Tras su expulsión de España el exembajador se convirtió en pieza clave en el encuentro entre el presidente Donald Trump y Kim Jong-un. El mismo día que negociaban los dos altos mandatarios la embajada coreana en Madrid era asaltada.

Nueve kilómetros más allá los agentes de Policía encontraron uno de los vehículos que se llevaron de la embajada norcoreana dentro de un parking con el motor en marcha y las puertas abiertas. Otro vehículo se encontró en la cercana localidad de Pozuelo de Alarcón. El tercer coche todavía no lo han encontrado. Los agentes de la Comisaría General de Información, que investigan el caso, sospechan que los asaltantes ya están muy lejos de nuestro país.

A pesar del mutismo en torno al incidente, Elcierredigital.com logró contactar aquel día con Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez, delegado especial honorario de Corea del Norte en Occidente, que dispone de nacionalidad norcoreana y además es el presidente de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) y delegado especial del Comité de Relaciones Culturales con Países Extranjeros. Alejandro Cao confirmó el incidente y explicó que "solo le puedo decir que sí hubo un robo de ordenadores y teléfonos y que el personal de la Embajada está bien".

 

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