Enedina Arellano Félix, la ‘Narcomami’ mexicana retratada por elcierredigital, ahora de moda en la serie 'Narcos'

En el mundo de la delincuencia, por lo general, los conflictos en los que aparecen las mujeres suelen tener relación con el hecho de ser pareja de narcotraficantes importantes. Pese a ello, hay casos como el de Enedina Arellano Felix alias la “Narcomami”, por la que los criminales perdían la cabeza. Fue el terror de los federales y del noroeste de México. Armando López “El Rayo de Sinaloa”, íntimo amigo y sicario de Joaquín “El Chapo” Guzmán, murió por enamorarse de ella.

Enedina Arellano Félix era una de las hermanas de los líderes del Cártel de Tijuana. Ahora, su vida será interpretada por la actriz mexicana Mayra Hermosillo en la serie de Netflix, “Narcos”. La nueva temporada está conformada por 10 capítulos y cuenta con lugares donde el mundo “narco” estuvo presente como en San Luis Potosí, Morelos, Durango y la Ciudad de México.

“Cuando me confirmaron para el papel, mucha gente me empezó a recomendar libros y artículos relacionados con el narcotráfico, pero con la descripción de ella (Enedina) me sobró. Lo que descubrí fue una mujer seria, que no dice malas palabras, religiosa y que no le gusta resolver los problemas con sangre; que estudió contabilidad y por ello se volvió una experta con los números, lo que le sirvió para lavar el dinero del narcotráfico. Algo que me asombró fue conocer uno de sus sueños de joven: ser reina de belleza, pero sus hermanos se lo truncaron por los negocios que manejaba la familia”, explicó la actriz en una entrevista.

Un amor que dio inicio a la guerra entre cárteles

Armando López era uno de los sicarios del cártel de Sinaloa, dirigido por “el Chapo”, los más conocidos narcotraficantes del noroeste mexicano. La guerra entre el cártel de Tijuana y el cártel de Sinaloa marcó centenares de titulares durante la década de los dos mil. El inicio del conflicto comenzó por el asesinato de Armando, el compadre de “El Chapo”.

Mayra Hermosilla interpreta a Enedina Arellano Félix en la serie "Narcos"

Aunque los asesinatos entre bandas son comunes en América, la de Armando tenía un componente poco usual. Su muerte estuvo marcada por sus pretensiones de enamorar a Enedina Arellano Félix, la líder del cártel de Tijuana.

La historia de crimen y pasión se remonta a la misma fundación de los cárteles. En 1989, después del encarcelamiento de sus líderes, el Cártel de Guadalajara se dividió en dos: el cártel de Sinaloa, liderado por los hermanos Arellano Félix y el cártel de Sinaloa, comandado por Joaquín Guzmán, alias “El Chapo”.

Desde su creación, las bandas de narcos siempre han tenido rivalidad por su cercanía territorial. Sin embargo, las muertes por el control de la venta de drogas no había supuesto grandes asesinatos, pero, según varios medios locales, el amor de “El Rayo de Sinaloa” hacia Enedina Arellano Félix rompió con la relativa paz entre los cárteles.

Los hermanos Arellano Felix (Bejamín, Javier y Ramón Arellano Felix), fueron quienes comenzaron la ola de asesinatos de amigos cercanos a la figura de “El Chapo”. Que Armando López, uno de los principales sicarios de su enemigo, se relacionase con su hermana, fue algo que no le gustó a los hermanos de Tijuana. Años después, se descubrió que, en aquella época, Enedina ya controlaba parte de las finanzas de la red delincuencial de los Arellano Félix.

Armando murió por amor y tuvo el dudoso honor de ser el primero de la lista de los hombres asesinados en el seno de Joaquín Guzmán. En 1987, éste se reunió con Juan José de Jesús Esparragoza Moreno, conocido como “El Azul”, líder del cártel de Guadalajara, que le autorizó a eliminar a los hermanos Arellano. Desde entonces las dos facciones comenzaron una brutal guerra, que dejó miles de muertes y que marcó los años 90 en el noroeste mexicano.

La cota más alta del conflicto tuvo lugar el 24 de mayo de 1993, cuando pistoleros del Cártel de Tijuana irrumpieron en el aeropuerto internacional de Guadalajara y abrieron fuego contra la multitud, asesinando al cardenal Juan Jesús Posada Campos, a quien confundieron con “El Chapo” Guzmán.

Los hermanos Arellano Félix

Este episodio marcó el inicio del fin. Las autoridades del país centroamericano no podían tolerar un episodio de violencia tan grave en un aeropuerto internacional. La persecución comenzó y uno a uno, los hermanos Arellano y los líderes de Sinaloa, incluyendo a “El Chapo”, fueron cayendo en manos de la Policía Federal.

Benjamín, el cabecilla del grupo, fue detenido en 2002; Francisco Javier, fue capturado en 2006 en Estados Unidos; y, finalmente, Francisco Rafael fue asesinado en el año 2013 por un sicario disfrazado de payaso en una fiesta infantil. Con los líderes del cártel en prisión, Enedina dejó su puesto de contadora y se puso al frente de la organización criminal de la mano de su sobrino, Fernando Sánchez Arellano.

De buscada a pasar casi desapercibida

En el momento en que Enedina puso un pie en el máximo cargo de la organización, también lo puso en la lista de las personas más buscados por la DEA. Los informes de la investigación realizada contra ella en Estados Unidos la describen como el “cerebro financiero” de la organización y, posteriormente, como líder máxima del Cártel de Tijuana, cuando en 2014 su sobrino también fue capturado.

Desde entonces, esta organización criminal ha bajado la guardia. La guerra que una vez se inició por el corazón de Enedina cayó también por voluntad de ella. La conocida como “La Jefa” ha llevado una vida y actividad bastante discreta en comparación con otros miembros del narcotráfico. Buscada en México y en Estados Unidos, la nueva política de silncio absoluto del cártel de Tijuana ha evitado la localización de su lideresa.

Enedina Arellano tomó las riendas del cártel

Actualmente, según un informe de la fiscalía mexicana, este Cártel se limita a operar en Tijuana, al noroeste del país méxicano. Se sabe que entabló relación con el Cártel del Golfo y que continúa con algunas hostilidades con el Cártel que presidió “El Chapo” hasta su captura definitiva.

Jesús Blancornelas, un periodista que luego sería asesinado, la describió como una mujer “discreta, mecánica, escurridiza e inteligente”.