29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

El asesinato lo cometió otro hombre que se declaró culpable después y que murió en 1994

El increíble caso de un tío y un sobrino de Florida que estuvieron encarcelados 42 años siendo inocentes

Clifford Williams (izda.) y Huber
Clifford Williams (izda.) y Huber "Nathan" Myers (dcha.) pasaron 42 años en la cárcel siendo inocentes
Clifford Williams, de 76 años, y Hubert “Nathan” Myers, de 61 años, salieron de prisión en el mes de marzo pasado después de pasarse media vida en la cárcel, acusados de haber asesinado a una joven en 1976. Un crimen que nunca cometieron y que se pudo demostrar.

Tras 42 años en prisión, Clifford Williams, de 76 años, y Huber “Nathan” Myers de 61 pudieron salir de la cárcel, un lugar en el que nunca debieron estar. El pasado mes de marzo fueron declarados inocentes por el asesinato de una joven en Florida en el año 1976, por el que fueron acusados y posteriormente condenados. El juez les exoneró y les anuló las condenas. Al salir, besaron el suelo de la calle emocionados.

Fueron los primeros hombres exonerados desde que la oficina del fiscal del estado en la ciudad de Jacksonville comenzara a revisar los reclamos de los presos por condenas injustas, haciendo así un primer esfuerzo de este tipo de situaciones en Florida. “Cuando tenemos la oportunidad de corregir errores, debemos hacerlo”, decía entonces la fiscal estatal Melissa Nelson”.

Myers, que tenía solo 18 años cuando fue declarado culpable, dijo en una conferencia de prensa después de la audiencia que lo primero que quería hacer era restablecer los lazos con su familia ya que “todo lo demás era secundario”. Agradeció a Nelson y Shelley Thibodeau, la abogada principal que reexaminó el caso.

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Huber "Nathan" Myers y Clifford Williams junto a sus abogadas

Myers, que al salir no podía ocultar su nerviosismo dijo para los medios que estaba nervioso porque sentía que todavía estaba encerrado. “Una vez que estoy con mi familia y puedo mirar hacia atrás y no tener ningún oficial que me diga qué hacer y cómo hacerlo, entonces soy yo el que golpeo a la realidad, así que creo que estaré bien”, afirmaba en marzo Myers.

Su tío Clifford, por su parte, decía “bueno, mi madre murió mientras estaba en el corredor de la muerte, y yo solo quería salir”. Myers contó cómo contactó con la oficina de Thibodeau después de leer algo sobre la iniciativa para revocar las condenas injustas en un periódico. “Lo intenté y lo intenté y lo intenté”, comentaba emocionado el sobrino.

Asesinato de la joven

Los hombres fueron condenados a muerte y más tarde a cadena perpetua por asesinar a tiros en 1976 a una joven llamada Jeanette Williams y el intento de asesinato de su novia, Nina Marshall. Las mujeres, que conocían a los dos hombres, estaban durmiendo en la cama justo antes de los hechos.

Williams murió al instante, pero Marshall pudo salir y detener un vehículo para que la llevara al hospital. La mujer identificó al Clifford Williams y a Nathan Myers como los asesinos de su novia.

Los dos hombres siempre afirmaron que habían estado en una fiesta cerca de la casa donde se produjo el tiroteo. Incluso otros asistentes al evento respaldaron sus coartadas, pero de nada sirvió.

El primer juicio contra ellos fue declarado nulo, pero en el segundo fueron condenados, ya que los fiscales sostuvieron que el motivo del asesinato fue una deuda por venta de drogas. Los abogados defensores no presentaron testigos ni evidencias.

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Clifford Williams y Nathan Myers en fotos para la cárcel en el año 1986

Ninguna evidencia física relacionó los disparos con los hombres y el caso se basó únicamente en el testimonio de Marshall, quien aseguró que los hombres habían disparado desde los pies de su cama.

“De hecho, la evidencia física y científica en realidad contradice su testimonio con lo que sucedió”, según un informe de la oficina fiscal estatal que describe los motivos por anular las condenas.

Se reabre el caso

Los cristales rotos junto con los agujeros de bala en una cortina y en una pieza de aluminio mostraban que los disparos provenían desde la ventana de una habitación, según el informe. La evidencia forense también mostró que solo se disparó un arma.

Nina Marshall falleció en 2001, por lo que los investigadores que reabrieron el caso no pudieron interrogarla. El informe señalaba que otro hombre que murió en 1994 se había atribuido la responsabilidad del asesinato, mientras Myers respondía a las preguntas con sinceridad durante una prueba con el polígrafo realizada para la revisión de inocencia.

“La culminación de todas las pruebas, la mayoría de las cuales el jurado nunca escuchó o vio, no deja una confianza permanente en las condenas o en la culpa de los acusados”, explicaba el informe.

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Clifford Williams y Nathan Myers, ya en la calle y libres

Clifford Williams y Nathan Myers son hombres libres, pero tras pasar media vida entre rejas les será muy difícil rehacer su vida. Esto explica que, en ocasiones, la justicia falla y se cometen errores que pueden llegar a costar la vida. Estos hombres se libraron gracias a la labor de sus abogados, por lo que tendrán una segunda oportunidad.

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