Cárcel de hasta 8 años para una red que estafaba a futbolistas con inspectores de Hacienda

De esta forma la Audiencia de Madrid, a través de una sentencia, a la que pudo acceder Elcierredigital.com, ha condenado con dos años de prisión a Leonor S.P., jefa de Hacienda, como autora de un delito continuado de utilización de información privilegiada por funcionario público, por lo que además deberá cumplir cinco años de inhabilitación para desempeñar cargo público y pagar una multa de 18.843.236 euros, el triple del beneficio conseguido.

Además, los tres abogados implicados, Julio L.V., Manuel V.J. y Juan Ignacio T.S., han sido condenados a ocho años de cárcel como autores de delitos continuados de estafa y de falsedad en documento público, oficial y mercantil y un delito continuado de aprovechamiento de información privilegiada obtenida de un funcionario público, por lo que también deberán pagar una multa de 12.000 euros cada uno.

Por otra parte, los cuatro condenados deberán indemnizar a Hacienda con 6.138.797 euros, más los intereses que correspondan, y además, Julio L.V. y Juan Ignacio T.S. deberán añadir, como indemnización a la Hacienda Pública, otros 142.281 euros.

El pasado mes de marzo los acusados respondieron ante la justicia por apropiarse de 6,3 millones de euros de deportistas de élite en concepto de devoluciones del IRPF no solicitadas y de las que los jugadores desconocían su derecho a reclamar.

Ahora, la sentencia ha considerado, "de común acuerdo y con el propósito de enriquecerse", responsables civiles subsidiarias a las mercantiles Asesores Deportivos LAPVER S.L, administrada por Julio L.V., de la cantidad de 3.648.447,15 euros y a Star Atletes Society S.L, cuyo administrador es Manuel V.J., de la cantidad 1.399.609,92 euros.

Juicio por la estafa a los futbolistas.

Dichas entidades solicitaron a la Agencia Tributaria devoluciones económicas a las que podían tener derecho varios jugadores de fútbol y baloncesto, que habían jugado de forma profesional en equipos españoles. Estas devoluciones corresponden a la diferencia entre las retenciones del impuesto sobre las rentas de las personas físicas (IRPF) y las cuotas del impuesto sobre las rentas de no residentes (IRNR), que eran las que correspondían a los deportistas, todos extranjeros.

Entre los deportistas perjudicados, de los que ninguno era conocedor de la trama, destacan Sahin y Hamit Altintop, exfutbolistas del Real Madrid; ‘el Toto’ Salvio y Sinama Pongolle, exjugadores del Atlético; y otros exfutbolistas como Pierre Webo, que militó en las filas de Mallorca, Osasuna y Leganés, y Marius Stankevicius que jugó en Sevilla, Valencia y Córdoba.

Asimismo, en el juicio el fiscal reprochó a los acusados que manifestaran que el representante deportivo Ernesto Bronzetti les encargó gestionar su patrimonio por una supuesta persecución de la Agencia Tributaria cuando el procedimiento arrancó después de su fallecimiento en 2016.

En su declaración, el jefe de la Unidad de Policía Judicial Adscrita a la Fiscalía explicó que se les encargó hacer un cotejo con los datos de Hacienda y solicitar a trece clubes las certificaciones de retenciones de 24 jugadores, de las que 22 sí fueron realizadas. Sin embargo, las declaraciones no coincidían con las que tenía Hacienda, documentos en los que se manipularon datos y falsificaron firmas.

Según el fiscal, entre los meses de febrero de 2015 y noviembre de 2016 J.L.V., M.V.J., J.I.T.S y L.S.P. utilizaron las dos sociedades mencionadas anteriormente para solicitar a la Agencia Tributaria devoluciones de diversas cantidades económicas, a la que podían tener derecho estos deportistas, sin que ellos tuvieran ningún tipo de conocimiento.

Para ello, accedieron a la información de los certificados y datos de las retenciones de los deportistas, las firmas que éstos empleaban mientras jugaban en España. Lo que sirvió "para imitarlas" y conocer otros aspectos de la situación laboral y fiscal de los estafados. Todo ello, según considera la Sala, para "hacerse con los cuantiosos importes de las devoluciones" y los letrados, utilizando dicha información, obtuvieron un beneficio económico "indudable" que empleaban para inversiones y gastos personales.