19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El terreno geológico y las corrientes subterráneas hicieron que el ataúd fuera introducido en un agujero recubierto de acero y una capa de hormigón

Incertidumbre entre los técnicos por cómo y qué encontrarán en la tumba de Franco en el Valle de los Caídos

Valle de los Caídos.
Valle de los Caídos.
La exhumación de Franco sigue rodeada de polémicas e incógnitas. La última es el estado en el se puede encontrar la tumba del dictador, ya que la humedad y las características geológicas del lugar sobre que el que se asienta el Valle de los Caídos hace que el estado de las tumbas en las distintas criptas deje mucho que desear y familiares de los allí enterrados se hayan manifestado al respecto. Por su parte, el cuerpo de Francisco Franco, según su embalsamador, se encontraría disecado.

La exhumación de Francisco Franco sigue generando polémica. Tras la sentencia del Tribunal Supremo que da luz verde a la salida de los restos del dictador del Valle de los Caídos. La reacción de los nostálgicos del régimen franquista no se ha hecho esperar y ante posibles reacciones para evitar la exhumación, la Guardia Civil está preparando un dispositivo para trasladar por vía aérea, en helicóptero, el cuerpo del Caudillo desde el Valle de Cuelgamuros hasta Mingorrubio en El Pardo.

De esta manera pretenden evitar los posibles sabotajes por parte de la ultra derecha en su hipotético desplazamiento por carretera. Algunos colectivos ya han anunciado que “protegerán” la tumba del dictador con su vida si es preciso y que podrían optar por cortar la carretera que lleva al Valle de los Caídos y evitar así el traslado del cuerpo a lo largo de los 60 kilómetros que separan la actual morada de los restos de Francisco Franco del cementerio de El Pardo.

“Para llevar a cabo cualquier sabotaje por aire hace falta una infraestructura con la que casi ningún grupo ultra cuenta, además de que las fatales consecuencias de amenazar el tráfico aéreo no son equiparables a ninguna reivindicación que puedan llevar a cabo por tierra. De eso son conscientes hasta los opositores más extremistas”, explica uno de los responsables del operativo a El Periódico. Pero todavía no se han evaluado los riesgos que llevaría un aterrizaje de una aeronave del ejército español en la explanada del Valle de los Caídos, algo para muchos expertos consultados "inviable". 

El estado de la tumba preocupa

Más allá del dispositivo de seguridad, una de las incógnitas a las que se enfrentan los encargados de desenterrar al Caudillo es precisamente el estado en el que se encuentra la tumba en sí del dictador. Bajo la losa de 1500 kg de granito que cubre la tumba del dictador se encontrarán una caja de acero soldada bajo la cual estaría el ataúd del dictador sobre un revestimiento de hormigón. Se optó por esto debido a el terreno geológico y las corrientes subterráneas existentes en el lugar. 

De hecho, desde hace años familiares de enterrados en el Valle se han quejado del estado de las tumbas de sus antepasados. La humedad ha hecho mella en las distintas criptas que componen el mausoleo y la situación de los cuerpos inhumados en las mismas no es la más óptima para su mantenimiento.

Entierro de Francisco Franco. 

Patrimonio Nacional encargó una investigación sobre este punto al Instituto Eduardo Torroja, dependiente del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Sociológicas), sobre las criptas que confirmaron el mal estado de las mismas donde se señalaban los problemas de humedad que impedían una conservación óptima.

El problema no está sólo en la humedad, sino también en la dura meteorología de la Sierra de Guadarrama, donde se alberga la basílica, sobre y dentro de un risco granítico en lo alto de un valle que mira casi hacia el oeste desde las últimas estribaciones de Guadarrama; justo dentro de la línea El Escorial-Alto del León (Puerto de Guadarrama).

Con respecto a la tumba del dictador, los revestimientos ya citados poco podrían hacer frente a la humedad que después de 44 años y tras las lluvias torrenciales sufridas estos años podrían haber dejado el ataúd en mal estado y afectar al módulo de acero y hormigón donde se albergan los restos de Franco. "Ese hipotético estado de destrozo podría provocar que al ser exhumado se rompa del todo", afirman los expertos consultados por elcierredigital.com.

Franco disecado

Con respecto al estado del cuerpo, Antonio Piga, único superviviente del equipo que se encargó del embalsamamiento de Francisco Franco, aseguró en algunos medios hace unas semanas que casi con toda seguridad el cuerpo del dictador se encuentre momificado. Piga no siguió el mismo sistema utilizado con otras momias como la de Eva Perón o Lenin. En estos casos se procedía al vaciado del cuerpo para luego ser rellenado con materiales como gasas o algodones y así mantener el mismo aspecto que en el momento de fallecer.

En el caso de Franco se optó por otro sistema. Ni se le vació ni se le taponaron orificios. Le inyectaron una solución de formol, agua y alcohol por las arterias subclavia y femoral que seca la piel y las partes blandas, así como paraliza las células vivas, impidiendo que las uñas y el pelo sigan creciendo. Una técnica similar a la del disecado.

Franquistas en el Valle de los Caídos. 

Según las explicaciones de Piga, que se encargó junto con los doctores Modesto Martínez-Piñeiro y Antonio Haro Espín de embalsamar al dictador, éste estaría perfectamente reconocible en el momento de ser exhumado para su traslado y posterior reinhumación en cementerio de El Pardo junto a su esposa Carmen Polo.

Quejas por parte de los franquistas

La decisión de exhumar el cuerpo de Franco indigna a los nostálgicos de su régimen. Así, el abogado albaceteño Raúl Rodríguez ha manifiestado a elcierredigital.com  que incluso el Gobierno no les permite mostrar su postura en la propia basílica: "En el recinto (en todo el Valle, desde la entrada exterior) está prohibido, por ejemplo, decir Viva España o levantar el brazo. Las sanciones pueden llegar a 14.000 euros".

"La cola para entrar a la Basílica estaba franqueada por una especie de antidisturbios de la Guardia Civil, tipo robocop, armados hasta los dientes incluso con fusiles de asalto, cuya única utilidad imagino que era amedrentar a los que íbamos a misa, la mayoría familias con sus hijos o grupos de amigos", añade Rodríguez mostrando así su desagrado por las formas en las que se impide que los simpatizantes franquistas puedan convertir las visitas al Valle en concentraciones ideológicas. 

"Dentro de la Iglesia los guardias entraban a mitad de misa como si estuvieran haciendo una redada de narcos. Alguno ni siquiera se descubrió para entrar. Acabada la misa se colocaron en el altar. Como si fuera el chivato de clase puesto a vigilar mientras sale el profe Pedro Sánchez, un guardia llamaba a todo el que levantaba el brazo o ponía flores en la tumba de Franco y le tomaba los datos del D.N.I. advirtiéndole de lo malo de su comportamiento y haciéndole saber de que si persistía lo podía detener. Todo eso sobre el altar", termina su relato Rodríguez.

Es uno más de los muchos visitantes nostálgicos que mantienen vivo estos días el recuerdo del dictador en el Valle de los Caídos. Un espacio donde solo falta señalar la fecha para que por fin Francisco Franco será desenterrado.

 

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