26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Tras falta definitiva de pruebas la jueza ha decidido ponerlo en libertad ya que la Guardia Civil solo le puede imputar un delito de estafa continuada

Juan José Valle, detenido por la desaparición de Roberto García en Casarrubios del Monte, puesto en libertad

Última hora Juan José Valle, el albañil puesto en libertad el lunes por la noche.
Juan José Valle, el albañil puesto en libertad el lunes por la noche.
Juan José Valle, encarcelado por la desaparición de Roberto García, fue puesto en libertad el pasado lunes por la noche por orden del mismo Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Illescas que decretó prisión sin fianza para él. Las pruebas en su contra no eran suficientes para mantenerlo más de cuatro meses en prisión, pero la jueza le obliga a presentarse al juzgado cada quince días.

Juan José Valle, acusado de la desaparición forzada de Roberto García, fue puesto en libertad el lunes por la noche por decisión de la jueza de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Illescas (Toledo), Carolina Hidalgo. Según fuentes jurídicas consultadas, solo se le puede acusar de momento de un delito de estafa continuada y no de la desaparición y homicidio de Roberto García, algo insuficiente para mantenerlo más de cuatro meses en prisión.

Roberto García despareció el 18 de febrero y el detenido estaba en la prisión de Ocaña, en Toledo, desde el 25 de mayo de 2019 por orden de la misma jueza, que ahora lo pone en libertad.

La Guardia Civil detuvo a Valle después de que las cámaras de la zona lo grabasen sacando dinero con la tarjeta del desaparecido en varias ocasiones en cajeros automáticos de la zona. El detenido nunca confesó el crimen y el cuerpo de Roberto García jamás fue encontrado a pesar de las numerosas batidas realizadas en Casarrubios del Monte y los alrededores. En ese momento fue acusado de deaparición forzada y estafa a Roberto Garcia, que había cobrado 30 mil euros hacia poco de la venta de unas propiedades.

Juan José Valle es un albañil sevillano, vecino del desaparecido, que siempre mantuvo que se había encontrado la cartera de Roberto Garcia en la calle con los números de la tarjeta apuntados en un papel. Los investigadores no creyeron su versión, máxime cuando el nombre de Roberto y su rostro ya había sido publicado por numerosos medios de comunicación.

Roberto García.

Pero la detención del sospechoso se precipitó ante el miedo a que hiciera desaparecer pruebas, como el pasamontañas con el que se cubría para sacar dinero de los cajeros automáticos de la zona, tras aparecer esas imágenes en televisión. La Guardia Civil pretendía sorprenderlo y detenerlo cuando se dispusiese a realizar una nueva extracción de dinero. La publicación del vídeo hizo extremar todas las precauciones de los investigadores para evitar filtraciones que lleguen al detenido o sus cómplices.

Junto a Valle la Guardia Civil detuvo también a otro hombre, porque aparecía en una de las imágenes justo detrás del detenido, en actitud de espera y los investigadores creen que Valle tuvo que disponer de ayuda para llevar el coche de Roberto a otro pueblo y, en última instancia, deshacerse del cuerpo.

Durante todos estos meses las autoridades policiales competentes, la familia y los grupos de protección civil han organizado batidas por el pueblo y los alrededores para tratar de encontrar el cuerpo de Roberto, pero por el momento ninguna búsqueda ha tenido éxito. Roberto era una persona metódica que siempre avisaba a su familia en caso de cambiar alguno de los movimientos que formaban parte de su rutina. Por ello, siempre resultó extraño que se tratara de una fuga voluntaria y mucho más que el desaparecido hubiera dejado su coche mal aparcado en un parking de El Álamo (Madrid), a tan solo siete kilómetros de su casa en Casarrubios del Monte, ya en la provincia de Toledo.

Juan José Valle.

El detenido y ahora puesto en libertad tiene cuarenta y seis años de edad, es sevillano, albañil y de complexión fuerte. Tiene antecedentes por malos tratos en el ámbito familiar y vivía de alquiler en un piso abuhardillado frente a la casa de Roberto, 63 años cuando desapareció, en esta localidad toledana.

Roberto García era un hombre muy conocido. Tenía el pelo canoso y medía 1,70 metros. Era el menor de tres hermanos y una persona muy querida en el pueblo, por su carácter afable y extrovertido. Su familia era de allí, de siempre. “Los hermanos somos como uña y carne. Somos hermanos, pero hermanos de verdad, de los que hay que ser. Siempre que necesitábamos algo nos ayudábamos”, señaló unos días después  de su desparición Manuel, su hermano mayor, a elcierredigital.com. 

Roberto trabajó como alguacil de Casarrubios del Monte y vivía solo en su casa con sus dos perros. “Es soltero de toda la vida, solterón vamos. Tiene dos perros y si alguna vez le surgía un imprevisto nos avisaba para que les fuéramos a dar de comer”, apuntaba Manuel.

El miércoles 20 de febrero sus hermanos empezaron a preocuparse por Roberto, una persona metódica y que siempre avisaba a su familia en caso de cambiar alguno de los movimientos que formaban parte de su rutina. Fue entonces cuando empezaron a llamarle al teléfono para intentar localizarlo, pero no daba señal. El jueves 21 formularon la denuncia y poco después encontraron su vehículo en El Álamo, donde precisamente vivía su hermano Manuel y al que, al parecer, iba a visitar con frecuencia. El coche de Roberto se encontró cerrado, pero mal aparcado, "algo muy raro en mi hermano", según Manuel, y además de que parecía que había sido abandonado con prisa.

 

 

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