24 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

La cadena hotelera del primogénito de 'Pichirri' comienza su liquidación después de que solicitara un concurso de acreedores de forma voluntaria

Los Sarasola, en la picota: Del apego a Felipe González a la guerra de Kike con Sandra Ortega y la caída de Room Mate

El Cierre Digital en Sandra Ortega, Kike Sarasola y Enrique Sarasola Lerchundi, Pichirri.
Sandra Ortega, Kike Sarasola y Enrique Sarasola Lerchundi, Pichirri.
La cadena hotelera de Kike Sarasola, Room Mate, ha iniciado su liquidación. Las empresas Angelo Gordon y Westmont Hospitality fueron las encargadas de comprar la empresa por 57 millones de euros. Ahora, la jueza decidirá si la quiebra fue culpable o fortuita. Según habría informado Kike Sarasola a sus allegados, la culpa sería de Sandra Ortega. La sombra de este lío judicial pesa sobre la familia Sarasola, pero no es la única.

El pasado mes de junio, en elcierredigital.com informábamos que el empresario Kike Sarasola pidió un concurso de acreedores de forma voluntaria para la cadena hotelera de la que era propietario, Room Mate. Ahora, el Juzgado de lo Mercantil número 14 de Madrid ha dado paso a la liquidación de la empresa, que ha sido vendida al fondo estadounidense Angelo Gordon y a la hotelera canadiense Westmont Hospitality por 57 millones de euros, de los que 53 están destinados a pasivos laborales y deudas varias. La cantidad restante, cuatro millones, para explotar los 21 hoteles que conforman la empresa.

Todavía queda un paso judicial posterior a la compra de la cadena hotelera, que es decidir si la quiebra de la compañía se ha producido a causa de los administradores —por lo que sería denominado concurso culpable— o por factores externos —concurso fortuito—.

Al iniciarse la fase de liquidación, el presidente y fundador del grupo, Kike Sarasola, ha dejado su puesto en la que fue su compañía. Antes de tomar esta drástica medida, Sarasola pidió en 2021 un rescate de 52 millones de euros a la SEPI, concretamente al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.

Sin embargo, la SEPI no le concedió esta ayuda. Sí que le otorgó un préstamo el fondo de capital de riesgo Atitlan, que le dio al dueño de la cadena hotelera un crédito de urgencia. Sarasola puso, para obtenerlo, a tres de sus establecimientos como aval, según informaba El confidencial.

La guerra con Sandra Ortega y el fin de Room Mate

Kike Sarasola hizo saber a su entorno que, bajo su punto de vista, la culpa de todo lo que le estaba sucediendo la tenía Sandra Ortega. La hija mayor de Amancio Ortega supuso una gran bomba de oxígeno para la cadera hotelera de Sarasola, pero también el inicio del culebrón judicial.

El asunto arrancó cuando Ortega denunció a José Leyte, hecho que probaba la pérdida de confianza después de años siendo su sombra y su asesor en la family office Rosp Corunna, creada en 2000 por su madre, Rosalía Mera, a través de la que Sandra Ortega controla el 5,05% del imperio Inditex.

José Leyte.

La accionista de Inditex lo demandó por presuntamente falsificar su firma en unas cartas de patrocinio (comfort letters) a beneficio de la empresa hotelera Room Mate de Kike Sarasola y que salvó momentáneamente a la cadena del exjinete de la crisis financiera que lo acosaba. Sin embargo, en mayo el Juzgado número 2 de Instrucción de A Coruña archivó la querella de Sandra Ortega contra este.

Rosp Corunna, la sociedad de Sandra Ortega, era propietaria de más del 30 por ciento de Room Mate y, además, era su casera, ya que era la dueña de tres hoteles arrendados a la empresa de Sarasola: uno en Barcelona y dos en Estados Unidos. Sin embargo, Ortega habría abandonado a finales de octubre su puesto en la cúpula de la cadena hotelera.

Kike Sarasola: de los caballos a los hoteles

El hijo de Enrique Sarasola y Cecilia Marulanda, Enrique Kike Sarasola Marulanda, nació en 1963 y desde muy pequeño se inició en el mundo de la hípica, consiguiendo triunfar como jinete durante años. Llegó a participar en tres Juegos Olímpicos: Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sidney 2000.

Pese a que durante los años ochenta y noventa se le adjudicaron varias relaciones sentimentales con mujeres, Sarasola es conocido por ser el primer deportista de élite que salió del armario en España. Lo hizo en la desaparecida revista Zero en el año 2001. Cinco años más tarde se casó con el canario Carlos Marrero, con quien ha tenido dos hijos mediante gestación subrogada: Aitana (2012) y Enrique Junior (2015).

Kike Sarasola y su marido Carlos Marrero.

Fuera del deporte, Enrique Sarasola Jr. ha triunfado en el mundo empresarial gracias a su cadena de hoteles Room Mate, especializados en turismo LGTB. En junio de 2018 decidió unir las distintas marcas bajo su dominio desde que fundara el primer establecimiento en 2005 en la céntrica plaza de Vázquez de Mella (ahora Pedro Zerolo) en Madrid capital.

Room Mate Group es el nombre bajo el que se agrupaban las tres empresas con las que operaba Sarasola antes de su liquidación: Room Mate Hotels, Be Mate y X-Perience. En 2019, la compañía contaba con 23 hoteles Room Mate y once nuevos proyectos en ciudades como Rotterdam, San Sebastián, París, Roma, Nápoles o Lisboa. Recientemente ofreció su hotel Room Mate Alain en París como refugio para los ucranianos que huían de la guerra.

La herencia de las comisiones

Los claroscuros de los Sarasola, sin embargo, no se limitan a Kike. En 2019, el Área de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid solicitó cuatro años de prisión para Kike Sarasola, su hermano Fernando Sarasola y la madre de ambos, Cecilia Maralunda Ramírez, por un delito contra la Hacienda Pública relacionado con el patrimonio heredado tras la muerte de Enrique Sarasola Lerchundi en noviembre de 2002.

Enrique Sarasola Lerchundi, Pichirri para los amigos, fue el hombre que se escondía tras las mayores operaciones financieras del Partido Socialista que comandaba Felipe González, a quien conoció en 1974. Sarasola tuvo que hacer frente por aquel entonces a numerosas querellas por fraude inmobiliario, que el ascenso del PSOE al poder dejó siempre en el olvido. Entre otros negocios, construyó la conocida sede del Partido Socialista que se instaló en la calle Ferraz, de Madrid, en 1981.

El matrimonio Sarasola y González en los ochenta.

Así, se convirtió en el gran soporte económico que ayudó a Felipe González a financiar sus primeras campañas políticas. Los numerosos viajes que hicieron juntos Sarasola y González permitieron al Partido Socialista disponer de líneas de financiación en América Latina, como la que proporcionó durante años Carlos Andrés Pérez desde Venezuela. A cambio, el empresario obtuvo beneficios al llevar a cabo operaciones triangulares financiadas con créditos FAD (Fomento de Ayuda al Desarrollo).

Además, Enrique Sarasola ya hizo fortuna en Colombia después de su matrimonio en 1966 con María Cecilia Marulanda, hija de Alberto Marulanda Grillo, uno de los mayores terratenientes de Colombia y primer accionista de la compañía aérea Avianca. Cuando volvió a España, Sarasola también se relacionó con personas influyentes del país con los que hizo numerosos y polémicos negocios que le reportaron comisiones.

La verdadera pasión de Sarasola giraba en torno a las grandes operaciones de comercio de Estado, desconocidas para el gran público, pero de las que se extraen jugosas comisiones con destino a los partidos políticos. Ya en 1982 estaba enfrascado en la adjudicación del llamado “contrato del siglo” para la construcción del metro de Medellín, en Colombia. También inició un negocio para controlar la publicidad en el deporte español y montó la empresa Cinepaq.

Además, los contactos que tenía Sarasola le permitieron comprar al consejero del Banco Central, Antonio Blasco, su famosa finca de El Espinar, donde montó la yeguada de orígenes más importante de España, con caballos comprados al multimillonario griego Niarchos, a la reina de Inglaterra y al legendario Aga Kan, una afición que le llevó a gestionar durante un tiempo el Hipódromo de la Zarzuela.

Ahora, el nombre de los Sarasola vuelve a la actualidad debido a la liquidación de la cadena hotelera Room Mate de Kike Sarasola.

COMPARTIR: