16 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El reelegido líder sandinista ha ganado con sus opositores en la cárcel y acumula denuncias por violación de derechos humanos

Tensión dentro del PCE por situarse a favor de Daniel Ortega en las 'elecciones' de Nicaragua

/ Daniel Ortega
Daniel Ortega ha sido reelegido como presidente de Nicaragua en una suerte de 'elecciones' sin transparencia que han destacado porque los líderes opositores están en la cárcel o en el exilio. El PCE publicó en Mundo Obrero un artículo en favor del gobernante que ha causado cierta polémica interna.

Daniel Ortega ha sido reelegido como presidente de Nicaragua en una suerte de 'elecciones' sin transparencia marcadas porque los líderes opositores están en la cárcel o el exilio. El mandatario de 75 años, respaldado por su mujer Rosario Murillo, lidera una autocracia que ha borrado cualquier mota del espíritu sandinista que tumbó hace cuatro décadas al dictador tiránico Anastasio Somoza.

Es cierto que el Régimen de Ortega comenzó a dar visos de ir por mal camino con un cuestionado fallo judicial en 2009 que posibilitó que el presidente se presentase en las elecciones de 2011 a pesar de la prohibición constitucional de la reelección sucesiva.

Polémica

Ortega gobierna con mano de hierro el país centroamericano de Nicaragua con su formación personalista Frente Sandinista de Liberación Nacional, que acumula denuncias por violación de los derechos humanos,

La opositora María Laura Alvarado ya advirtió de la falta de higiene democrática de estas últimas elecciones celebradas este domingo, en las que Ortega supuestamente arrasó con alrededor de un 75% de los votos mientras la oposición pedía no votar para no legitimarlas.

Los defensores de Ortega callan ante algunos de sus escándalos porque han visto en Sudamérica como Estados Unidos, que le apoyó en los ochenta, financia a caudillos con rasgos idénticos con la intención de acabar con los líderes del Foro de Sao Paulo.

Críticas

La Unión Europea (UE) considera que la reelección de Daniel Ortega carece de "legitimidad" y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos asegura que este domingo se sucedieron "informaciones sobre allanamientos, detenciones arbitrarias, hostigamiento y restricciones a la prensa".

Cuatro expresidentes sudamericanos, Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, Laura Chinchilla, de Costa Rica, Juan Manuel Santos, de Colombia, y Ricardo Lagos, de Chile, han firmado una dura carta de protesta contra el Régimen centroamericano.

"Este 7 de noviembre se ha registrado en Nicaragua una jornada electoral marcada por la violación de los derechos ciudadanos para elegir de manera libre y democrática a sus autoridades. Lo ocurrido es grave tanto para el futuro del pueblo nicaragüense como para el resto de América Latina, porque allí se aplicó rigurosamente el itinerario mediante el cual una democracia se convierte en autocracia", aseguran.

Y dicen que "estos comicios tuvieron lugar en un contexto de fuerte represión, con todos los espacios de oposición democráticos cerrados, carente de las garantías básicas de integridad electoral y sin la presencia de observadores internacionales confiables. El resultado fue el esperado: la reelección ilegítima de Daniel Ortega para un cuarto mandato y su intención de perpetuarse de manera indefinida en el poder".

Polémica en el PCE

El PCE ha tomado un calculado perfil bajo respecto a las elecciones de Nicaragua y su voz en el ámbito geopolítico, el eurodiputado Manu Pineda, ha preferido no mimar demasiado a Daniel Ortega por las denuncias que se acumulan contra él.

Rosario Murillo y Daniel Ortega. 

Pero aun así los comunistas españoles han promovido la papeleta de Ortega a través de un artículo firmado por el sandinista Juanlu González en Mundo Obrero, en el que recuerda el mal estado de los servicios de Nicaragua en 2007.

Sobre los malos números de Nicaragua, González dice que "la marcha de la economía desde 2007 hasta principios de 2018 fue realmente espectacular y única en la región. No obstante, el intento de golpe de Estado de abril de 2018 y la violencia desencadenada en las guarimbas provocaron un retraimiento de la economía que vino a solaparse con la crisis mundial creada por la pandemia. Pero, a pesar de todo, este año ya se pronostican crecimientos por encima del 5% (podría llegar al 7%) amparados en un Producto Interior Bruto que ha aumentado casi un 10% en el primer semestre del año, el mejor dato en 15 años".

"Interpretando estos números, es normal que Estados Unidos sienta cómo sus planes de desestabilizar el país a través de la guerra económica son absolutamente inútiles gracias a la perfecta imbricación entre el pueblo nicaragüense, sus instituciones y su gobierno", añade.

El colaborador del periódico del PCE asegura que el país liderado por Ortega "dispone de una enorme tasa de soberanía alimentaria que supone que más del 80% de los productos de los que se consumen en Nicaragua son originados dentro de su territorio, haciendo imposibles las hambrunas que EEUU gusta provocar en muchos de los países agredidos por no seguir sus designios o por utilizar los recursos naturales endógenos en beneficio de su población. Por otro lado, conseguir un abastecimiento energético usando un 70% de energías renovables con fuentes internas que proporciona al Estado una capa de invulnerabilidad realmente apreciable en un contexto donde las guerras de cuarta generación son la tónica más habitual en los ataques del imperio".

El artículo también recuerda las inversiones sanitarias y educativas de Ortega y denuncia las críticas de EEUU y la UE. Según González, "su plan es desacreditar unas elecciones plurales, transparentes y democráticas para manchar un resultado que saben con seguridad que va a ser contrario a sus propósitos coloniales e imperiales. Pero los pueblos son soberanos y tienen la última palabra. Y, por si fuera poco, el pueblo nicaragüense posee una gran virtud muy temida por sus enemigos: la memoria".

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