19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Un hombre que llevaba un emblema de este colectivo en la solapa fue expulsado del supermercado de esta localidad onubense el pasado 21 de septiembre

Los "Corazones Verdes" de Almonte envían un millar de firmas de protesta a Juan Roig por el maltrato de Mercadona

Juan Roig y el supermercado donde se produjo el incidente.
Juan Roig y el supermercado donde se produjo el incidente.
El colectivo "Corazones Verdes" no se amilana ante la poderosa Mercadona de Juan Roig y le han hecho llegar a Valencia las mil firmas de protesta por lo que consideran un maltrato a un miembro de su colectivo y cliente del supermercado en la localidad onubense de Almonte, que fue expulsado de la tienda el pasado 21 de septiembre. El cliente llevaba en su solapa el emblema de quienes reclaman otro juicio contra Francisco Javier Medina, juzgado y declarado no culpable del doble crimen de Almonte.

El colectivo "Corazones Verdes" de Almonte hicieron llegar ayer a Juan Roig Alfonso, propietario de la cadena de supermercados Mercadona, las mil firmas recogidas en Almonte y otras localidades onubenses contra el trato recibido por una persona de su colectivo en la tienda de esta cadena en la localidad de Almonte, que fue expulsada del supermercado por, presuntamente, llevar un corazón verde en la solapa.

La carta, con las firmas de protesta, fue enviada al despacho de Roig en Tabernes Blanques, provincia de Valencia, a raíz de un problema ocurrido el pasado 21 de septiembre y recogía lo siguiente:

"Los abajo firmantes queremos mostrar ante la dirección de Mercadona S.A. nuestra más firme repulsa por el acto acontecido el sábado 21 de septiembre de 2019 en las dependencias del establecimiento comercial de Almonte. Una persona que por respeto a la privacidad de la misma, pero cuyos familiares ya han mostrado ante los servicios de atención al cliente de Mercadona su respectiva queja, portaba un símbolo de corazón verde en su indumentaria y al pasar por delante de una trabajadora del establecimiento se puso nerviosa y llamó a la coordinadora de la tienda quien indicó a esta persona que allí no podía entrar más con ese símbolo. Ese símbolo, para conocimiento de la dirección de Mercadona S.A. constituye un emblema justo y noble como es pedir justicia por el doble asesinato ocurrido en esta localidad en abril de 2013 y del que Mercadona S.A. tiene perfecto conocimiento al tratarse la persona asesinada de uno de sus empleados por aquel entonces junto con su hija pequeña de ocho años".

El colectivo añade en la carta que "Mercadona S.A. debe saber que la situación en la población es muy delicada por la ausencia de justicia en este caso y la sensibilidad del conjunto del municipio está a flor de piel por dicha circunstancia, siendo numerosas las personas que empatizan con el dolor de los familiares de las víctimas y con la falta de justicia en este caso, por lo que son muchos los clientes que acuden a la tienda de Almonte a efectuar diariamente su compra y portan el símbolo de corazón verde, por lo que nos preguntamos ¿MERCADONA S.A. no va a permitir la entrada a 200, 300, 400 personas que puedan entrar diariamente en el establecimiento con dicho símbolo?"

Raquel Granado, de rosa, junto a su madre llegando al juzgado para declarar. / Huelva Información.

Los firmantes añaden que "no tenemos culpa de que una trabajadora de dicha tienda se ponga nerviosa al ver a alguien portando ese símbolo, ya que MERCADONA S.A. debe saber el por qué esa trabajadora en concreto se pone nerviosa. Al respecto, hemos de indicar que no es la primera ocasión en la que esta trabajadora se ve envuelta en un incidente similar por las mismas condiciones. Ante eso nos preguntamos si el problema está en quien porta un símbolo que no hace daño a nadie o en la trabajadora que se desestabiliza cada vez que ve a alguien portando ese símbolo. El anterior coordinador de Mercadona de Almonte es perfectamente conocedor de los incidentes que han habido en torno a esta trabajadora por las circunstancias que exponemos, por lo que contemplamos que o bien la dirección de Mercadona S.A. es ajena a esta problemática existente en la tienda o está dejando pasar un conflicto que visualizamos no tiene solución si Mercadona S.A. no pone remedio y que incluso puede ir a peor y ya de por sí anunciamos que si no se toman medidas contemplamos llevar a cabo movilizaciones a las puertas del establecimiento".

Los "corazones verdes" almonteños solicitan con la entrega de estas firmas que "se tome las medidas disciplinarias oportunas y ejemplarizantes para erradicar de una vez por todas esta problemática, ya que de lo contrario se está consintiendo un atentado a una petición justa como es la de pedir justicia por un hombre bueno y empleado de esa tienda y su hija asesinados de la forma más cruel que es lo que representa el símbolo de un corazón verde. En ese sentido consideramos que el derecho de admisión de un local no puede estar por encima de los derechos del individuo, ya que ha de basarse en criterios razonables y no discriminatorios y que sepamos nunca se ha visto echar a nadie por pedir justicia sobre un caso tan luctuoso y atroz y menos por el mero hecho de portar un corazón verde".

El Departamento de Relaciones Externas y Mecenazgo de Mercadona contestó a este incidente con un mail enviado a la redacción de Elcierredigital.com donde explicaban que “en relación a lo que nos comentas (el incidente) los hechos fueron que esta persona estaba interfiriendo en la actividad ordinaria del supermercado y le invitamos a que procediese a dejar de hacerlo”. Con esta escueta respuesta Mercadona trata de dar por zanjado un problema que no es el primero ocurrido con el colectivo “Corazones Verdes” en ese mismo establecimiento.

La coordinadora echó a la calle al hombre

Todo pasó el 21 de septiembre cuando la coordinadora del Mercadona de Almonte decidió echar de este supermercado a un varón. El hombre llevaba un corazón verde de tela en su solapa, simpatizando con el colectivo que pide la repetición del juicio de Almonte.

Francisco Javier Medina durante el juicio que lo exoneró.

El cliente coincidió en el mostrador con Raquel Granado, expareja de Francisco Javier Medina, único acusado por el doble crimen de esta localidad onubense en 2013, un suceso que tiene dividido al pueblo desde entonces. Por una parte están los defensores de Medina y su inocencia y por otra los “Corazones Verdes”, que piden justicia y que se practiquen nuevas pruebas para encontrar al asesino de Miguel Ángel Domínguez y su hija María, de ocho años de edad. Nada más ocurrir los hechos este mismo colectivo envió una carta a Mercadona para protestar por la expulsión de esta persona por llevar un corazón verde de tela en la solapa de su camisa. 

Sentencia de no culpable de Medina

El colectivo "Corazones verdes" nació en respuesta a la sentencia exculpatoria del único investigado y enjuiciado por le doble crimen de Almonte en 2013. En abril de aquel año Miguel Ángel Domínguez y su hija María de 8 años murieron apuñalados en su casa. Francisco Javier Medina, que mantenía una relación sentimental con Marianela Olmedo, madre de María y pareja de Domínguez, fue detenido, acusado y juzgado por el doble crimen. En octubre de 2017 un jurado popular declaró no culpable a Medina y los sucesivos recursos presentados le dieron la razón al acusado.

Desde entonces Almonte y todo Huelva se dividió y así sigue hasta ahora. Unos creen en la investigación de la Guardia Civil que apuntaba a Medina como claro culpable y otros defendían la inocencia del hombre. El colectivo "Corazones Verdes" apoya la versión de la investigación policial y reclaman la reapertura del caso y un nuevo juicio. Sus simpatizantes muestran siempre un corazón verde en solapas y camisetas, pero también lucen pancartas y banderolas en los balcones con este símbolo.

El movimiento "Corazones Verdes".

Todos los protagonistas de la tragedia trabajaban o trabajaron en el Mercadona de Almonte, el fallecido Miguel Ángel Domínguez, como su pareja de entonces Marianela Olmedo, el detenido y acusado del doble crimen Francisco Javier Medina y su expareja Raquel Granado, que rompió con Medina cuando supo de la relación con Marianela. Raquel y Marianela eran compañeras del turno de tarde en muchas ocasiones y Medina trabajaba como reponedor.

Precisamente la declaración de Raquel Granado fue una de las más conflictivas durante el juicio, ya que ante la Guardia Civil dijo no haber visto a su expareja Francisco Javier en la franja horaria que se cometía el crimen y luego durante el juicio aseguró que sí estaba trabajando a esa hora, a pesar de que ninguno de la veintena de trabajadores restantes lo vio.

Las dos victimas de Almonte.

En este escenario de tensión y callado enfrentamiento fue el pasado 21 de septiembre cuando se quebró de nuevo la paz de Almonte. Un cliente se puso en la cola de la pescadería, en su solapa un corazón verde de tela, frente a él y en el mostrador despachando Raquel Granado, la expareja de Medina, que según algunas fuentes consultadas se pone nerviosa cuando ve a esta persona y reclama la presencia del guarda jurado y la coordinadora de tienda. Es cierto, que muchos clientes del Mercadona de Almonte que simpatizan con los "Corazones Verdes" evitan pasar por la caja donde trabaja Raquel a veces y esto ya ha generado algún problema.

Según las fuentes consultadas, la coordinadora, que sustituye a un coordinador anterior desde hace poco tiempo, decidió expulsar del local al hombre por llevar el corazón de tela en su solapa aludiendo al derecho de admisión.

Según Mercadona, “le invitaron a que dejase de hacerlo”, aunque sin aclarar qué hacía exactamente para "interferir en el funcionamiento ordinario" de la tienda. Para el colectivo “Corazones Verdes”, “es imposible que esta persona hiciese nada que molestase a otros clientes ni a los trabajadores, porque es una persona muy conocida y querida por todo el mundo en Almonte e incapaz de hacer nada malo”.

El  hombre se dirigió entonces a la Guardia Civil para interponer una denuncia, pero le dijeron que las empresas privadas pueden hacer uso de este derecho sin dar explicaciones. Fue entonces cuando la familia del afectado interpuso una queja formal ante el supermercado, que de momento no ha respondido a la familia. El colectivo "Corazones verdes", recabó estas mil firmas y ya las han hecho llegar a Juan Roig.

 

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