19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El sospechoso del asesinato que tuvo lugar en 1994 en la iglesia católica de la Comunidad de Nyange ha sido detenido tras 20 años de fuga

La captura de Fulgence Kayishema, el genocida más temido de Ruanda

Fulgence Kayishema, principal acusado del genocidio en Ruanda.
Fulgence Kayishema, principal acusado del genocidio en Ruanda. / Página web del IRMCT
El pasado 24 de mayo las autoridades arrestaron a Fulgence Kayishema en Paarl, Sudáfrica, tras 22 años fugado. Kayishema era considerado el fugitivo más buscado por su presunta participación en el genocidio tutsi del año 1994 en Ruanda. El arresto fue confirmado por el Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales (IRMCT) y confirmado por la agencia de noticias Reuters. Se le acusa de orquestar la masacre de aproximadamente 2.000 tutsis en la iglesia católica de Nyange.

Fulgence Kayishema, el individuo más buscado por su supuesta implicación en el genocidio tutsi de 1994 en Ruanda, fue detenido el pasado miércoles 23 de mayo en Paarl, Sudáfrica, según informó el Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales (IRMCT) el jueves. Kayishema habría organizado la masacre de aproximadamente 2.000 tutsis en la iglesia católica de Nyange

Desde el año 2001, el acusado de crímenes de guerra ha estado evadiendo la justicia, estando prófugo más de 20 años. El IRMCT, la  entidad judicial establecida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se encarga de asumir las responsabilidades del  Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), el cual finalizó sus actividades en 2015.

Fulgence Kayishema

Fulgence Kayishema es un exfuncionario del gobierno ruandés involucrado en el genocidio de Ruanda en 1994. Nacido el 1 de enero de 1946 en Ruanda, Kayishema se convirtió en una figura clave durante el período del genocidio.

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Antes del genocidio, Kayishema ejerció de alcalde de la comuna de Kibuye, ubicada en el oeste de Ruanda. Durante ese tiempo, se le acusa de haber desempeñado un papel central en la organización y ejecución de ataques violentos contra la población tutsi. A Kasyishema se le atribuye la planificación y orquestación de la masacre de miles de tutsis, incluyendo la trágica matanza en la iglesia católica de Nyange, donde se estima que murieron alrededor de 2.000 personas.

Después del genocidio, Kayishema huyó de Ruanda y se convirtió en uno de los fugitivos más buscados en relación con el genocidio. En 1996, el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) emitió una orden de arresto internacional en su contra. 

Más de 20 años prófugo

Fulgence Kayishema permaneció prófugo desde el año 2001, tiempo durante el que se cree que vivió en diferentes países africanos. Seis años después, el caso fue enviado a los tribunales de Ruanda, después de que el país aboliera la pena de muerte.

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Prófugos más buscados.

Según el fiscal Serge Brammertz del IRMCT, tras dos décadas escapando de la justicia, el arresto asegurará que Fulgence Kayishema, quien previamente fue miembro de la policía, enfrente las consecuencias legales por las supuestas atrocidades cometidas. “El genocidio es el crimen más grave que conoce la humanidad. La comunidad internacional se ha comprometido a garantizar que sus autores serán procesados y castigados. Esta detención es una demostración tangible de que este compromiso no decae y de que se hará justicia, tarde lo que tarde”, declaró.

Brammertz destacó que la pesquisa que llevó a su captura involucró a diversas naciones en África y otras partes del mundo, y fue viable gracias al respaldo y la colaboración de las autoridades de Sudáfrica.

Recompensa de 5.000.000 dólares

Según informaba el  CNN, el Programa de Recompensas por Crímenes de Guerra de Estados Unidos había anunciado una oferta de recompensa de hasta 5.000.000 de dólares —equivalentes a 4.662.400 euros—  por cualquier información relacionada con Kayishema y otros fugitivos buscados por su participación en el genocidio de Ruanda. 

Por el momento, se espera que Kayishema compadezca ante un tribunal de Ciudad del Cabo el viernes. El tribunal imputa a Kayishema una implicación directa en "planear la ejecución de la masacre". La acusación establece que él adquirió y distribuyó combustible para incendiar la iglesia mientras los refugiados se encontraban dentro. Kayishema y otros individuos han sido señalados de utilizar una excavadora para derribar la iglesia después del incendio, incluso con personas atrapadas en su interior.

Los sucesos de Nyanga

Los acontecimientos en Nyanga representaron uno de los episodios más atroces del genocidio, durante el cual se estima que perdieron la vida 800.000 tutsis y hutus moderados en un lapso de 90 días, entre abril y julio de 1994. 

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Genocidio de Ruanda.

Durante el genocidio tanto las milicias hutus como los civiles llevaron a cabo una masacre a gran escala contra la minoría étnica tutsi, incluyendo hombres, mujeres y niños. El derramamiento de sangre llegó a su fin cuando las fuerzas del Frente Patriótico Ruandés (FPR), lideradas por Paul Kagame, lograron derrotar a los rebeldes hutus y tomar el control del país. Los autores de la matanza fueron soldados del Ejército y miembros de la milicia extremista Interahamwe —los que matan juntos. 

El mayor genocidio del mundo

El genocidio más extenso documentado en la historia, según la ONU, se inició la noche del 6 de abril de 1994, poco después del fallecimiento del presidente de la nación, Juvenal Habyarimana. Este trágico suceso ocurrió cuando el avión en el que viajaba fue alcanzado por dos misiles poco antes de aterrizar en el aeropuerto de Kigali.

Juvenal Habyarimana, quien asumió el poder en 1973 tras un golpe de Estado, provenía del grupo étnico hutu, el mayoritario del país, con alrededor del 85% de la población antes del inicio del conflicto.

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El genocidio cambió la población de Ruanda. Imagen: Reuters.

Los hutus acusaron a los tutsis del Frente Patriótico Ruandés (FPR), una facción guerrillera con la que habían estado involucrados en un conflicto armado intermitente desde 1990, del asesinato del presidente. Tan pronto como se difundió la noticia del fallecimiento del presidente, los hutus iniciaron una ola de violencia contra los tutsis y los hutus moderados de su propia etnia. Hombres, mujeres, niños y ancianos fueron víctimas de una brutal matanza mediante disparos y ataques con machetes.

El 7 de abril, la primera ministra, Agathe Uwilingiyimana, y los soldados belgas de la misión de paz de la ONU que la protegían fueron cruelmente asesinados por fuerzas militares leales al gobierno. Tras el ataque violento a sus tropas, Bélgica decidió retirar al resto de sus fuerzas, acción que siguieron otros países. Como consecuencia de estos hechos, la UNAMIR (Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Ruanda) se vio obligada a reducir su personal el 21 de abril.

Un país repleto de fosas comunes

A pesar de tener una población de ocho millones de personas, Ruanda se convirtió en un lugar donde abundaban las fosas comunes debido a una falta de acción significativa por parte de la comunidad internacional.

Los actos de violencia persistieron hasta comienzos de julio, momento en el que más de un millón y medio de ciudadanos ruandeses, principalmente hutus, se vieron obligados a escapar hacia Zaire (hoy República Democrática del Congo), Tanzania y Burundi debido al avance de las fuerzas del FPR. Estas fuerzas finalmente lograron tomar el control de Kigali y casi la totalidad del país.

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Fosas comunes genocidio de Ruanda.

En un lapso de tan solo 48 horas, las localidades limítrofes de Goma y Bukavu recibieron la llegada de aproximadamente 1,2 millones de refugiados provenientes de Ruanda. Las deplorables condiciones de vida en las que se encontraban provocaron la propagación de enfermedades como el cólera, la disentería, la meningitis y otros trastornos sanitarios.

Operación Turquesa

El 22 de junio de 1994, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una operación humanitaria liderada por las fuerzas francesas conocida como Operación Turquesa, la cual tuvo como objetivo rescatar a numerosos civiles en la región suroeste de Ruanda. No obstante, en otras zonas, los actos de violencia continuaron hasta el 4 de julio, fecha en la que el FPR logró obtener el control militar de todo el país.

Tras su exitosa conquista, los tutsis triunfantes del FPR establecieron un gobierno en Kigali y exhortaron a los refugiados a regresar a su país de origen. Sin embargo, al mismo tiempo, solicitaron a la comunidad internacional la creación de un tribunal encargado de enjuiciar a los hutus por su participación en el genocidio.

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