29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

El Ejecutivo de Pedro Sánchez pretende prohibir el uso de los rifles 30-06 Springfield o la Dragunov, entre otros, hasta ahora legalizados

Alertan de una ofensiva del Gobierno contra la caza: Planean ilegalizar diversas armas que hasta ahora se utilizan con licencia

El Gobierno tiene en la recámara un plan de prohibición de armas que afectará a todo el territorio español. La Asociación Nacional del Arma (Anarma) denuncia esta acción con la que se pretende expandir la lista negra de armas ilegales, donde entrarían a formar parte la 30-06 Springfield o la Dragunov, entre otras. Después de haberse reunido con la Dirección General de Armamento y Material, las tensiones entre ambos organismos han llevado a Anarma a establecer una demanda contra la futura orden.

El territorio español se caracteriza por la negativa hacia el uso popular de armas. En caso de querer portar y utilizar un arma de fuego, el usuario debe contar con una licencia o autorización que le califique como capacitado en dicho uso. Las condiciones para obtener este determinado título pasan por la mayoría de edad y la superación de una serie de pruebas: un examen teórico, otro práctico, y un test de aptitud.

Hay excepciones, como la relacionada con la escopeta de caza, cuyos usuarios pueden ser menores de edad (hasta un mínimo de 14 años) si están acompañados por sus padres o tutores legales. Sin embargo, en un futuro cercano la situación podría cambiar, pues todo apunta a que el Gobierno prohibirá nuevos calibres de armas, incluso para los titulares de la correspondiente licencia.

La información llega de la Asociación Nacional del Arma (Anarma), desde donde han denunciado la amenaza que PSOE y Podemos planean sobre el uso de armas en España. Definida como “un nuevo ataque de la administración contra los legítimos usuarios de armas”, el organismo teme que se prohíban para uso civil nuevos calibres que son muy populares.

Sin ir más lejos, aseguran que la ICAE (Intervención Central de Armas y Explosivos) ha logrado crear cierta influencia sobre la DGAM (Dirección General de Armamento y Material) del Ministerio de Defensa, logrando que se amplíe la lista de calibres no aptos para civiles. Así, los que pasarían a estar prohibidos son: 7,62x54R, .30-06 Springfield, .458 SOCOM, 5.45x39 mm SOVIET, 5.7x28 mm FN, 4.6 x 30 mm, 5.8x21 mm Chinese y el 5.8x42 mm Chinese.

“Parece ser que por el mismo principio que se prohíbe el 7,62x54R, el .30-06 Springfield está en el punto de mira. De esta manera se reduciría drásticamente el número de armas largas rayadas en manos de civiles, ya que el .30-06 Sprg. es el cartucho de mayor venta en nuestro país”, estipulan en Anarma. La situación, mantienen, vuelve a abrir una “herida” provocada en 1993, tras la orden del Ministerio 0M 81/1993 sobre la aplicación del Reglamento de armas.

Rifle semiautomático.

Tras haberse reunido con la Dirección General de Armamento (DGAM), han podido confirmar la futura nueva prohibición: “se pretenden catalogar como militares nuevos calibres”. Ante la situación, y dada la reunión que califican de “desagradable, humillante e improductiva”, Anarma busca reunirse con el Congreso de los Diputados y los Ministerios de Defensa e Interior, y adelantan una demanda contra la futura Orden Ministerial sobre la prohibición, además de contra la ya existente sobre el .223. y el .308.

Punto de mira erróneo

Este tipo de prohibiciones suele ir ligada a la presunta detención de criminales armados o, por lo menos, a evitar la posibilidad de que un criminal pueda armarse. En Anarma manifiestan que “ningún reglamento ni prohibición detiene a los criminales empeñados en cometer un delito”. Esto, aseguran, se debe a que “sus vías de aprovisionamiento de armas y municiones nada tienen que ver con las de los ciudadanos respetuosos de la ley”.

“La competencia de esa lista de calibres prohibidos a civiles es responsabilidad de la Dirección General de Armamento (DGAM) del Ministerio de Defensa”, recogen. Una lista negra que lleva años intacta y por la que Anarma comenzó a interesarse en 2015, momento a partir del cual se inclinaron hacia la liberación de calibres.

Nombran, a su vez, estudios e informes policiales o similares a través de los cuales se ha comprobado que no existe una relación entre la legalidad de cierto tipo de armamento, obtenido a través de la licencia correspondiente, y la aparición delictiva de criminales que usan este tipo de armas. Por ejemplo, aluden al Serious and Organised Crime Threat Assessment (SOCTA) del 2011.

Bomba de humo

Como si de una bengala o una bomba de humo se tratase, la Asociación cree que, “a la vista del listado”, lo que se esconde detrás de las prohibiciones es una "estrategia de distracción". Se trata de un plan que ejemplifican ayudándose de la película de acción Jack Reacher: “Al igual que en la película, se atacan un montón de objetivos, con el fin de esconder los motivos del que verdaderamente interesa”.

Tipo de munición.

En ese sentido, hacen referencia a la munición 7,62x54R, cartucho que usa y dispara el fusil de cerrojo Mossin-Nagant; el SVT-40, un fusil semiautomático; el Dragunov, un fusil de francotirador, y el Izhmash Tiger, otro rifle semiautomático. “Estos tres últimos rifles semiautomáticos siempre han estado en el punto de mira del ICAE. Como con el nuevo reglamento no los pueden prohibir, ya que nunca han sido FULL-AUTO [automáticos], por lo que pretenden prohibir el calibre”.

Teorizan, además, sobre las posibilidades que abre esta nueva prohibición, vaticinando que “posiblemente se desestimen algunos otros de los propuestos y así se da la apariencia de un proceso con cierta formalidad”. “En definitiva, otra tomadura de pelo a los legítimos usuarios de armas y un ataque a la propiedad privada y a nuestras libertades”, manifiestan desde Anarma.

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