20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Peligran las 800 bases militares norteamericanas en el extranjero si se pone en marcha la nueva política de Joe Biden

El llamado "Trumprexit": La sociedad de EEUU se dividirá en tres facciones irreconciliables desde este 20 de enero

Trump agarrando la bandera americana.
Trump agarrando la bandera americana.
El momento de orientar los focos hacia lo que está ocurriendo internamente en el país de los 50 estados ha llegado. El escenario americano ofrece un marco que da pie a diferentes movimientos estratégicos en el ámbito geopolítico. Estados Unidos corre el riesgo de dividirse en tres facciones tras la jura de Joe Biden este 20 de enero.

El próximo presidente de Estados Unidos (EEUU), Joe Biden, tomará posesión de su cargo este miércoles 20 de enero en medio de un clima de división entre republicanos, demócratas y partidarios o fanáticos de Donald Trump.

La superposición entre los republicanos liberales y los demócratas conservadores que existía hace años, ha ido desapareciendo con el paso del tiempo. Los polos se han ido alejando cada vez más, y como resultado, se pueden distinguir tomas de decisiones más polarizadas por ambas partes con el objetivo de que el oponente tenga más y más dificultades a la hora de conseguir un puesto en el gobierno.

Pareceres opuestos acerca de si realmente EEUU puede promover la Democracia, el tambaleo interno que lleva sufriendo el país durante décadas a causa de la polarización política que se ha ido volviendo más y más extremista, las relaciones comerciales y sus más de 800 bases militares en todo el mundo.

Panorama actual de la situación en EEUU

El punto y final de la ‘Era Trump’ se escribe con los demócratas subiendo al poder, quienes quitaron a los republicanos el control del Senado de los Estados Unidos momentos después de que se confirmase la victoria de la segunda vuelta que se disputaban los dos candidatos del partido progresista en el Estado de Georgia.

Durante los cuatro próximos años será Joe Biden quien gobierne con las dos Cámaras legislativas, aunque la Cámara alta estará formada por un total de 50 republicanos y 50 demócratas tras el triunfo de Jon Ossoff y de Raphael Warnock. En caso de empate, será la próxima vicepresidenta, Kamala Harris, la que ejercerá el voto decisivo.

Eventos violentos al asaltar el Capitolio

Una concatenación de eventos violentos abre la puerta a una posible crisis, al poner en evidencia la reputación democrática de EEUU. La falta de confianza que tienen los ciudadanos estadounidenses en las instituciones acrecienta aún más la opinión de que el Congreso no está realizando un buen trabajo.

Asalto al Capitolio.

El asalto al Capitolio, visto con asombro por millones de personas, ocurrió durante la sesión que ratificaba la victoria de Joe Biden, y fue alentado por las acusaciones de Trump sobre el presunto fraude electoral, argumento que volvió a esgrimir poco antes del asalto pero que no ha podido defender con ningún tipo de pruebas.

Los ‘dardos envenenados’ lanzados hacia los demócratas y las sus frases encendidas para animar a la gente a que protestase por un supuesto robo electoral, condujeron a la ocupación del parlamento.

A pesar de la gravedad de lo sucedido, los legisladores volvieron al Capitolio para concluir su misión del día: certificar tanto la elección como la consiguiente victoria de Biden.

Legisladores de vuelta en el Capitolio tras lo ocurrido.

Pero, ¿cómo fijar la vista en otro lado, si la realidad es que algunos de los votantes del partido republicano se han adentrado en auténticas arenas movedizas con su apoyo a Donald Trump?

¿Para qué sirve la democracia, si no es para cumplirla? ¿Se puede construir una coalición demócrata que promueva valores liberales y derechos humanos, si esto mismo no es posible que se consiga en el propio país? ¿Hay un conflicto político interno en EEUU que debe ser resuelto antes de intentar promover una imagen demócrata al resto de países de todo el mundo?

La situación sorprende más de lo esperado. El apoyo activo hacia el 45º presidente de los Estados Unidos (Donald Trump) junto con los numerosos intentos de revertir las elecciones provoca un debate que no deja indiferente a nadie.

Las acciones que conducen a la rotura de la democracia siguen el sendero que lleva al Departamento de Justicia para que investigue a sus oponentes. Y es que, Estados Unidos parece estar precipitándose al borde de una crisis con la figura de Donald Trump evitando formar parte de la toma de posesión del contrincante demócrata, Joe Biden.

A pesar de haber admitido una nueva administración y afirmado que habrá una transferencia pacífica del poder, continúa la búsqueda de los responsables del asalto al Capitolio por parte del FBI.

Mientras, la Cámara de Representantes sigue presionando al vicepresidente al objeto de que Trump renuncie. Este ultimátum dirigido a Mike Pence tiene como objetivo declarar a Trump ‘no apto’ para su cargo, por su implicación en el asalto, considerada como una incitación a la insurrección.

En caso de que este proceso siguiera adelante, se presentasen los cargos a la Cámara de Representantes y se aprobase mediante una votación, ya serían dos veces las que se le ha acusado mediante un ‘impeachment’, aunque dudosamente se llevará a cabo debido a que la agenda de Biden debe ponerse en marcha cuanto antes, por lo menos durante los tres primeros meses de gobernanza.

Esta democracia herida pone en entredicho los planes de Biden sobre la restauración del liderazgo del país de cara a un escenario mundial, con una imagen de los Estados Unidos muy dañada que se remonta al periodo de gobierno de Trump.

Republicanos en contra de Donald Trump

Pero no todos los republicanos apoyan a Trump. La ruptura del voto ha convertido el proceso en uno de los más bipartidistas de los que se ha vivido en la historia de los Estados Unidos, y cada vez un número mayor de republicanos señalan a este líder como responsable por haber estado alentando al asalto del pasado 6 de enero en el que murieron cinco personas.

Trump incitando a sus seguidores a marchar al Capitolio.

No debe ser fácil oponerse al 'cabecilla' de tu propio partido, pero tampoco reconocer que representa un “peligro para la Constitución”, según dijo George Conway, refiriéndose a la presidencia de Trump.

Por un lado, se encuentran los republicanos que apoyan fervientemente el ‘impeachment’, situación que representa un hecho insólito debido al número de republicanos que han votado a favor, y que lo convierte en el mayor proceso de destitución de la historia.  

Estos son los nombres de los congresistas que han votado a favor:

  • Liz Cheney, quien comentó que “Nunca ha habido una traición más grande por parte de un presidente de Estados Unidos a su cargo y su juramento a la Constitución”. Una declaración que provocó el comunicado de que el propio Trump fue quien desencadenó la situación prendiendo la llama del ataque en el momento que se asaltó el Capitolio.
  • John Katko: el voto a favor de enjuiciar a Trump por parte del congresista de Nueva York fue claro y contundente. Pedía que respondiera por los actos que han provocado el caos y la muerte de 5 personas, además de haber puesto la democracia de un país entero ante el peligro.
  • Adam Kizinger: asumió como graves los hechos acaecidos en el Capitolio, y recalcó que Trump fue quien alentó a los asaltantes.
  • Jaime Herrera Beutler: durante su discurso, pidió que se reconociera la verdad de los actos y que se tuviera en cuenta quién era el enemigo.
  • Fred Upton: Aseguró estar totalmente a favor de votar a favor del ‘impeachment’ ya que el presidente no había pedido disculpas por el disparate que había cometido en el Capitolio, asegurando que el país no debería tolerar los intentos de rebelión por parte de ningún presidente.
  • Dan Newhouse: echó la culpa al Partido Republicano y al mandatario por la responsabilidad que tienen ambos.
  • Peter Meijer: Aseguró que Trump incitó a la insurrección y que había traicionado su juramento.
  • Anthony Gonzalez: denunció públicamente que las acciones cometidas por Trump pudieron haber causado peligro a las vidas de los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado.
  • David Valadao: señaló a Trump como la fuerza que propulsó la reyerta acontecida en el Capitolio.
  • Tom Rice: en un primer momento, estaba en contra de un juicio político contra Trump, pero criticó el asalto al Capitolio tachando su actuación de imperdonable.

Incluido el propio Mitch McConnell, político afiliado al Partido Republicano y representante del estado de Kentucky.

Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado.

La posible fragmentación de los Estados Unidos se escribe con las diferentes tensiones que, además, se viven desde otras perspectivas.

Tensión entre trumpistas y demócratas

Y es que, la tensión existente entre los votantes de Trump y los de Biden ha ocasionado que la sociedad estadounidense sienta una fuerte división tras la toma del Capitolio por parte del primer grupo.

Por esta razón, el Ejército hace hincapié en apoyar la Constitución de Estados Unidos, aunque habrá que esperar al momento final del mandato de Trump. La situación de un muy posible juicio político contra su persona hace que el propio vicepresidente de los Estados Unidos no invoque la 25º enmienda de la Constitución.

En las calles se palpa la división debido al proceso judicial que se quiere llevar a cabo, y las reyertas entre ambos bandos son cada vez más numerosas, sobre todo en el estado de Texas, que se caracteriza por ser republicano.

 Relaciones comerciales con Europa

Los mercados son otro foco de atención dentro del panorama en el que se encuentra EEUU, ya que, además de impulsar estímulos económicos y ayudas hacia las familias, se espera una reorientación de la política con China en cuanto a las relaciones comerciales.

Relaciones comerciales: EEUU vs. China.

Un nuevo plan de estímulo económico se está gestando en la agenda de Biden para incrementar las prestaciones por desempleo y aumentar el salario mínimo, sin olvidar destinar una parte de los recursos hacia la lucha de la pandemia mundial. La cuantía del plan asciende a un total de 1,9 billones de dólares.

Siguiendo esta línea, también es importante estar al tanto de la conexión que tiene Europa con la nueva 'Administración Biden', puesto que, durante los últimos cuatro años, las relaciones con la administración americana del presidente Trump ha sido bastante más complicada que con las anteriores.

Por otro lado, es cierto que dentro del mercado, hay una 'Administración China' bastante segura de sí misma, con empresas ‘agresivas’ desde el punto de vista comercial-empresarial,  que acaparan el mercado de la Unión Europea. Ante esto, la UE espera un cambio en la administración americana, aunque es consciente de que este proceso requiere tiempo y, por lo tanto, no va a ser inmediato, puesto que hay medidas en vigor de por medio que deben levantarse, como los aranceles que impuso la 'Administración Trump' a exportaciones europeas.

Más de 800 bases militares en el extranjero

Es importante destacar que EEUU es la primera potencia militar en todo el mundo. Un 8% del presupuesto estadounidense se destina a gastos militares, junto con gastos adicionales indirectos.

La cantidad de bases militares alrededor de todo el mundo alcanza una cifra superior a las 800 en 80 de los 195 países que existen, además de tener una cantidad ingente de armas atómicas guardadas en la reserva, concretamente un 43% de ellas.

Por su parte, el complejo militar industrial ha crecido de manera exponencial, llegando al punto de convertirse en un sistema cerrado entre la industria armamentística y los suministros militares. Algo que posiciona al imperio estadounidense como el más importante del planeta.

Esta sombra de poder se proyecta directamente en el futuro cercano y reafirma la influencia que tiene el país en distintas esferas internacionales: cultural, política, militar y social.

La influencia que EEUU ejerce es tan exagerada que, haciendo cuentas, un total del 2,1% de personas deciden lo que ocurrirá a nivel mundial durante los próximos cuatro años de mandato del presidente americano.

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