20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Los encuentros grabados tuvieron lugar entre agosto y diciembre de 2011 en la casa familiar cuando intentaban vender Nueva Rumasa a Ángel de Cabo

Las grabaciones de reuniones secretas en Somosaguas amenazan con derribar la coartada de los hermanos Ruiz Mateos

José María Ruiz Mateos, arropado por sus hijos.
José María Ruiz Mateos, arropado por sus hijos.
Decenas de grabaciones de reuniones mantenidas por los Ruiz Mateos entre agosto y diciembre de 2011 podrían demostrar la implicación de los seis hijos varones del empresario en la venta fraudulenta de pagarés de Nueva Rumasa. Estos improvisados consejos de administración tenían lugar en el chalet familiar de la urbanización madrileña de Somosaguas, cuatro años antes que muriese el patriarca del clan, mientras intentaban deshacerse de Nueva Rumasa tras recaudar 385,3 millones de euros en pagarés.

Decenas de conversaciones grabadas en el hogar familiar madrileño de José María Ruiz Mateos de Tejada, situado en la urbanización de Somosaguas, exculparían definitivamente al empresario jerezano, fallecido en septiembre de 2015, de cualquier responsabilidad en la gestión de Nueva Rumasa.

Precisamente, ésta es la coartada, la implicación de su padre, que los hijos varones del propietario del holding de la abeja esgrimen como coartada para exonerarse de cualquier responsabilidad en la estafa de los pagarés de Nueva Rumasa, con los que lograron recaudar 385,3 millones de euros entre 4.110 inversores. Pero ahora unas exclusivas grabaciones, de origen todavía desconocido, pueden ver pronto la luz en la causa que se sigue en la Audiencia Nacional contra los seis hijos varones de Ruiz Mateos y que pueden modificar todo el procedimiento.

Estas grabaciones no han sido todavía puestas a disposición de la Fiscalía que instruye la causa, pero elcierredigital.com ha tenido conocimiento de la existencia de las mismas, al menos de las que tuvieron lugar en el chalet familiar de Somosaguas entre el 4 de agosto de 2011 y el 7 de diciembre del mismo año.

En las mismas presidía las reuniones el patriarca de la familia, José María Ruiz Mateos, pero le acompañaban todos sus hijos, y en segundo plano también la mayoría de sus hijas, que apenas hablaban. En ellas también aparecen el abogado y economista Ángel de Cabo, que pretendía quedarse con Nueva Rumasa, como ya hizo en su día adquiriendo como testaferro el grupo empresarial del ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, luego encarcelado.

El empresario y comisionista Ángel de Cabo.

Las reuniones tuvieron lugar seis meses después de la suspensión de pagos de Nueva Rumasa. En esos encuentro Ángel de Cabo defendió ante los hermanos su gestión al frente del emporio. En una reunión que tuvo lugar el 24 de agosto Patricia Ruiz-Mateos no estaba contenta con esta gestión y se lo recriminaba a De Cabo mientras que su hermano José María lo defendía. Ángel de Cabo dejó muy claro en ese encuentro que él no era un testaferro y que solo asesoraba a la familia sobre el conjunto de empresas. Patricia quiso dejar claro que las hermanas no tenían nada que ver con la gestión de Nueva Rumasa y sus problemas.

Las hermanas pensaban que la presencia de Ángel de Cabo era para negociar la venta de Nueva Rumasa. De hecho, José María Ruiz Mateos, padre, se sintió engañado por la venta de Nueva Rumasa, aunque se prestó voluntario a ser el cabeza de turco ante la Justicia para tratar de exonerar a sus hijos de cualquier responsabilidad. Sin embargo, las investigaciones señalan que sería complicado que el patriarca tuviese conocimiento de las 4.169 cuentas corrientes que manejaba el grupo Nueva Rumasa.

Al dudar de sus hijos, José María Ruiz Mateos puso micrófonos en diferentes lugares de la casa de Somosaguas, entre ellos en la cocina (lugar de las reuniones familiares) y algunos despachos de sus hijos, sobre todo de José María del que más desconfiaba pese a ser su mano derecha en todos sus viajes. 
 

Juicio a Pablo

 
El último procedimiento judicial abierto contra un miembro de la familia Ruiz Mateos ha sido contra Pablo, que tuvo que responder ante la Justicia el pasado mes de octubre por un delito fiscal.
 
La Audiencia Provincial de Madrid le juzgó por defraudar a Hacienda más de un millón de euros al realizar una operación con la sociedad Hispacom. Además de la pena de prisión, el fiscal reclamó a Pablo Ruiz-Mateos la devolución del dinero defraudado al erario público y le exigió el pago de una multa por valor de 3.500.000 euros, en concepto de la comisión de varios delitos contra la Hacienda Pública.

Pablo Ruiz Mateos.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, en 2006 la sociedad Nueva Rumasa recibió más de dos millones de euros a través de una de las sociedades del grupo empresarial del acusado, Hispacom, al realizar una operación de compraventa de participaciones sociales. El fiscal sostenía que Hispacom era una sociedad sin actividad creada con el fin de obtener un "beneficio fiscal ilícito", y añade que por esa razón se imputó el ingreso de la citada cantidad de dinero "a pesar de que el beneficiario real era Nueva Rumasa".
 
Según el fiscal, Hispacom presentó en plazo su declaración del impuesto de sociedades correspondiente a 2006 aunque la base imponible del impuesto era de cero euros "dado que la sociedad compensó bases imponibles negativas de ejercicios anteriores".  No obstante, el beneficio real de la operación correspondía a Nueva Rumasa que en aquella ocasión estuvo representada por el acusado, que, según el Ministerio Público, participó con "pleno conocimiento" de que Hispacom carecía de actividad y el objeto de la imputación en esa sociedad era "la obtención de un beneficio fiscal ilícito".
 
Los hermanos Ruiz Mateos (Zoilo, José María, Alfonso, Pablo, Javier y Álvaro) están actualmente recluidos en la prisión de Aranjuez desde finales de abril pasado, donde cumplen una condena de dos años y medio por la estafa en la compra de dos hoteles, uno en  Beverly Playa (Mallorca) y otro, Beverly Park (Gran Canaria).
 
Todavía quedan abiertas medio centenar de causas contra los hermanos Ruiz Mateos, la más importante sin duda es la venta fraudulenta de pagarés de Nueva Rumasa. La Fiscalía reclama en este caso 16 años de cárcel para cada uno de los hijos por la gestión de una empresa que llegó a acumular deudas por 577 millones.

Los hermanos Ruiz Mateos en el banquillo.

La única personada en esta causa como afectada es Begoña Ruiz Mateos. La hija que acompañó al patriarca de la familia en sus últimos días reclama a sus hermanos que desde la muerte de su padre en 2015 no han inventariado aún los bienes patrimoniales, para proceder así al reparto de una herencia que se antoja cada día más complicada de evaluar. 
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