Escándalo en la Escuela Nacional de Policía de Ávila: Un alumno difunde un vídeo sexual con una compañera

Un alumno de la Escuela de Policía Nacional de Ávila ha sido expulsado tras grabar varios vídeos sexuales con otra compañera sin su consentimiento. Además, este alumno está siendo investigado por la Policía Nacional no solo por filmar los vídeos sin el consentimiento de la mujer, sino por difundirlos en grupos de la Escuela Nacional de Policía. 

Fuentes cercanas a lo ocurrido señalan a elcierredigital.com cómo se enteraron el resto de alumnos de su detención. “Nos encontrábamos en una charla cuando entró un subinspector con dos policías detrás preguntando quién era el número 23 de la sección. Cuando este alumno se levantó, le pusieron los grilletes y se lo llevaron. Parece que tuvo la frialdad de, supuestamente, grabar el vídeo sin el consentimiento de la chica y de enviarlo a varios grupos de la escuela. Cómo es posible que haya pasado la entrevista y un proceso de acceso muy complicado y haga esta tontería”.

Opositores en la Escuela Nacional de Policía.

Tal y como señalaba el Grupo Harris - Policía Nacional en sus redes sociales “el autor de las grabaciones fue detenido, cualquier divulgación del vídeo por parte de alumnos de la ENP en grupos será automáticamente comunicada a la Policía Nacional”. Posteriormente se le tomó declaración al alumno y fue puesto en libertad pero investigado por un posible delito contra la intimidad sexual.

El Código Penal establece que la difusión de un vídeo íntimo, aun cuando se haya grabado con el consentimiento de la persona, es un delito que puede llevar aparejada pena de cárcel. Así, al primero que difundió el vídeo podrían imponerle entre dos y cinco años de prisión. El resto de difusores, de conocer el carácter ilícito de la acción, podrían ser condenados a penas de prisión de uno a tres años o multa de 12 a 24 meses.

Tweet de Grupo Harris.

La Policía Nacional ha abierto un expediente a este sujeto que ha acabado con su expulsión del cuerpo, ya que aparentemente los vídeos fueron grabados en el interior de la escuela. Ahora se investiga lo sucedido y el atestado será trasladado al juzgado encargado de realizar la instrucción. 

Los aspirantes a agente llegan a la Escuela Nacional de Policía de Ávila para un curso de formación que dura aproximadamente unos nueve meses. Tras este curso de formación pasan a realizar prácticas en distintas comisarías que se les adjudican. Y tras este período global de aproximadamente dos años se les define como aptos o no aptos para ser funcionarios públicos al frente del Cuerpo de Nacional de Policía (CNP). 

"Si alguien más lo ha difundido está cometiendo un delito"

Fuentes policiales cercanas al caso señalan a elcierredigital.com que “estas cosas no se deberían de hacer en la academia y mucho menos difundirlas, porque es una falta de respeto. Está muy mal hacerlo, y más dentro del recinto de la academia. Con todo lo que cuesta superar las oposiciones es una gran metedura de pata, porque ha realizado ese esfuerzo en vano. Por morbo se ha jugado su carrera profesional. Ahora queda ver si la chica también es expulsada, porque también ha participado en hacerlo dentro de la academia”.

Escuela de Ávila.

“Si han ordenado que no se difunda más seguramente es porque ya se ha difundido. Ahora queda saber si quien lo ha recibido lo ha denunciado, porque si alguien lo ha compartido también comete un delito y seguramente acabe fuera del cuerpo. En un régimen como es la escuela policial es una absoluta tontería hacer esto, porque sí o sí te van a pillar”, sostienen las mismas fuentes policiales. 

Un grave problema para las víctimas de esta difusión

La difusión de este tipo de vídeos sin permiso de las dos partes puede suponer una gran lacra emocional y producir graves daños psicológicos para la víctima. En mayo de 2019 una empleada de Iveco se suicidó después de que se difundiera entre sus compañeros de trabajo de manera masiva un vídeo sexual en el que ella era la protagonista, grabado cinco años antes.

Iveco.

Verónica tenía 32 años, era madre de dos niños y trabajaba en la planta de Iveco, que cuenta con unos 2.500 empleados, la mayoría de los cuales habría recibido la grabación de su vídeo sexual, según creen sus compañeros. El vídeo llegó incluso hasta el marido de la víctima, que sufrió una crisis de ansiedad al enterarse. Algo que también le ocurrió a la mujer y apenas un día después, ella misma se quitó la vida.

Días después del suicidio de Verónica, su expareja se presentó voluntariamente en una comisaría de Mejorada del Campo, ya que era el principal sospechoso de ser el presunto autor de la primera difusión de estas imágenes en un grupo de Whatsapp. El motivo de la difusión parece radicar en el despecho que sintió la expareja cuando la víctima se negó a retomar la relación.