19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Fue candidato del Partido Reformista Democrático de Miquel Roca contra Felipe González sin lograr ni un escaño en las elecciones generales de 1986

La Superliga no es el primer fracaso de Florentino Pérez: Así se estrelló hace 35 años el presidente del Real Madrid

/ Presentación del PRD. Foto: Twitter Fonsi Loaiza.
El Partido Reformista Democrático (PRD) fracasó en las elecciones generales de 1986 tras la incapacidad del 'pujolismo' de expandir su éxito en Cataluña al resto del Estado. Florentino Pérez encabezó por Madrid la fallida 'Operación Roca'.

El esperpéntico desmoronamiento de la Superliga de Florentino Pérez, del que hace unos días en Elcierredigital.com recordamos su vida y milagros, no es la primera humillación pública que sufre el presidente del Real Madrid. El "Ser superior", según palabras de Emilio Butragueño, también fracasó en política hace 35 años. 

Ocurrió en las elecciones generales de junio de 1986. En aquella cita no había demasiada emoción ambiental porque se daba por descartada la segunda mayoría absolutísima del PSOE de Felipe González, que acababa de salvar el match ball del referéndum de la OTAN. 

Y los enigmas se proyectaban a la derecha e izquierda de los socialistas, que vivían una suerte de primarias ante las urnas. En el progresismo nacía Izquierda Unida, que tenía intención de salvaguardar al PCE junto a otros actores. La coalición se enfrentaba a la Mesa por la Unidad Comunista impulsada por Santiago Carrillo, expulsado del 'Partido'. 

Y en el lado conservador, la AP de Manuel Fraga, el CDS de Adolfo Suárez y los regionalismos surgidos de la disolución de la UCD tenían un nuevo rival que nacía con la intención a opar al liderazgo del centro-derecha español: el Partido Reformista Democrático. 

'Operación Roca'

El ABC de los Luca de Tena bajo la dirección de Luis María Anson galardonó a Jordi Pujol con el premio 'Español del año 1985'. Esta distinción evidenciaba las simpatías que se había granjeado en las filas conservadoras madrileñas el único dirigente político que se había mostrado capaz de vencer en las urnas al PSOE tras los 202 escaños logrados por Felipe González en octubre de 1982. 

                                         Jordi Pujol, 'Español del año' 1985 para el ABC de los Luca de Tena que dirigía Anson. 

Y es que Pujol había logrado una mayoría absoluta en las catalanas de 1984, parecía salir vivo del embate socialista a raíz del 'caso Banca Catalana' y había puesto en marcha TV3 a pesar del disgusto que este proyecto causaba en las filas del PSOE, que pretendía retener el monopolio de 'su' TVE. 

Un editorial de ABC del domingo 20 de mayo de 1984 evidencia que la derecha mediática española, años antes de denunciar el supuesto compadreo del PSOE con Pujol en pleno procés, había convertido al líder de CiU en su referente tanto político, hecho comprensible, como ético. 

"Desde su victoria en las elecciones autonómicas del 29 de abril, Jordi Pujol simboliza en Cataluña la posibilidad de victoria sobre el socialismo en las elecciones de 1986. Por eso esta acción del Gobierno contra el reelegido presidente de la Generalidad ofrece más de un aspecto dudoso", decía el emblemático diario monárquico de tanta raigambre.

La CEOE

En la CEOE anidó la percepción de que los dos proyectos que iban a rivalizar con González en el 86 estaban socarrados: la AP que lideraba el exministro franquista Manuel Fraga había tocado techo y era incapaz de sumar votos entre las posiciones templadas (que pasaron en bloque de la UCD al PSOE) mientras que Adolfo Suárez estaba carbonizado por la Transición y su CDS no era rival para los socialistas. 

Este hecho animó a activar la 'Operación Roca', que cobró su nombre del portavoz 'pujolista' en el Congreso, Miquel Roca Junyent. Al diputado le acompañaron varios proyectos regionalistas (Coalición Galega, Partido Riojano o Unió Mallorquina) y la escisión liberal de la UCD: el Partido Demócrata Liberal del prestigioso jurista Antonio Garrigues Walker, que había patinado en su intentona de convertirse en concejal de Madrid en las municipales de 1983. 

Pero para el 86 las sensaciones eran diferentes: Pujol se iba a volcar en el apoyo a Roca, la CEOE aportaba gran parte de los 16.000 millones de pesetas que se pulieron en campaña (casi 10 millones de euros de la época) y en Madrid varios exUCD liderados por el exconcejal madrileño Florentino Pérez soñaban con un partido español que bebiera políticamente del mundo anglosajón. 

Porque el PRD no se puede comprender sin la provinciana fascinación de la derecha española hacia el Partido Republicano de los Estados Unidos, que acababa de triunfar en las presidenciales de 1984 tras repetir victoria con Ronald Reagan, y hacia el Partido Conservador del Reino Unido, que había hecho lo propio en 1983 de la mano de la 'Dama de hierro' Margaret Thatcher. 

El empuje liberal que surgía de EEUU y las islas británicas era tal que hasta en la carpetovetónica Alianza Popular de Manuel Fraga se animaron a apadrinar el Partido Liberal del economista Pedro Schwartz, que se integraría sin efecto electoral alguno en la Coalición Popular 'fraguista' del 86. 

Guerra mediática

El PRD tenía una gran ventaja, la derecha mediática estatal daba por amortizados a Fraga y Suárez. Este hecho quedó manifiesto con el gran apoyo que le otorgó el pujante Diario 16 de Pedro J. Ramírez a la 'Operación Roca' que, sin embargo, era marginada o ninguneada por la TVE cuyos servicios informativos dirigía el comisario político socialista Enric Sopena. 

Y Roca se las prometía muy felices y en la presentación como candidato a la presidencia del Gobierno por el dúo CiU-PRD decía que iba a mantener tres lealtades: "A Antonio Garrigues, a los reformistas de toda España y a Convergéncia, que es el partido que justifica mi razón de ser en la política; a este partido mi especialísima y absoluta fidelidad".

Un escrito firmado por ambos partidos recordaban que "CDC es un partido nacionalista catalán que circunscribe su ámbito territorial de actuación al propio de Cataluña, sin perjuicio de que en el ejercicio de su acción participa en las instituciones políticas españolas en función de su representación política y con la voluntad y vocación de plantearse y resolver los problemas que afectan al conjunto de la sociedad española". 

Es por ello que establecían unas bases "a través de las cuales y desde sus respectivas fuerzas parlamentarias, podrían constituir una acción de Gobierno en común para después de las elecciones generales del presente año 1986". 

"La acción de Gobierno descansará en un programa elaborado en común entre ambas formaciones políticas, a partir de sus respectivos programas electorales, así como en la designación de un candidato conjunto a la presidencia del Gobierno", añadían. 

Portada antipujolista del ABC de Anson en 1995 porque CiU evitaba la caída del PSOE y la llegada del PP al poder.

El candidato era Roca por Barcelona mientras que en Madrid la lista del PRD la encabezaba Florentino Pérez, que lideró el fracaso mayúsculo de una formación que no alcanzó los 200.000 votos, no sumó ni el 1% del voto y no obtuvo ni un solo escaño. 

¿Y el resto? El PSOE arrasó con mayoría absoluta (186 escaños); Coalición Popular no logró siquiera igualar sus números de cuatro años antes (105 escaños, 2 menos de los que tenía); el CDS repuntó de 2 a 19... e Izquierda Unida, que cumple 35 años, al igual que la 'Operación Roca', elevó la representación en solitario del PCE (de 3 a 7) y dejó al borde de la jubilación a Carrillo (0 escaños).

Aquella noche del 22 de junio de 1986 Florentino Pérez se alejó de la política... aunque quizás no del 'pujolismo'. Y es que años después ACS, tal y como demostró un informe de la Guardia Civil presentado ante el juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, se convirtió en la primera financiadora de CiU a través del 3% que los nacionalistas catalanes cobraban por adjudicar obra pública. Dios los cría...

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